Adaptan novela de Ibargüengoitia a serie televisiva

“Las muertas” bajo la dirección del cineasta Luis Estrada

“Las muertas” serie
Foto: AP
Cultura
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Ciudad de México, México, 10 de septiembre. La cruda novela “Las muertas”, del mexicano Jorge Ibargüengoitia, ha sido adaptada por primera vez a un medio audiovisual a casi cinco décadas de su publicación bajo la dirección de Luis Estrada en una serie que debuta el miércoles en Netflix.

Poder llevar esta historia de explotación sexual, corrupción y violencia contra las mujeres enmarcada en la provincia de México de mediados del siglo XX a la pantalla era algo que imaginaba el cineasta de filmes como “La Ley de Herodes”, “El infierno”, “La dictadura perfecta” y “¡Qué viva México!” desde comienzos de su carrera.

El libro está basado en el caso real de las Poquianchis, dueñas de burdeles donde se cometieron todo tipo de abusos —incluso homicidios— entre 1945 y 1964. Ibargüengoitia transformó la historia en un ficción en el que estas mujeres son las hermanas Baladro.

“Es un libro que admiro mucho”, señaló Estrada. “Un hecho tan relevante y escandaloso de la vida real de México”.

Estrada agradeció poder narrar la historia con todo lujo de detalles gracias al formato de serie, incluyendo escenas filmadas en el estado de San Luis Potosí y con más de 150 actores.

“Son como seis películas, cada una con su tono muy particular, con su género cinematográfico, pero siempre tratando de ser muy fieles y muy respetuosos para que aquellos que efectivamente conocen la novela la puedan encontrar en esta adaptación. Pero también para quienes vean la serie, puedan regresar al libro o lo conozcan por primera vez y descubran todas las similitudes”, explicó.

Las hermanas Serafina y Arcángela Baladro, interpretadas por Paulina Gaitán y Arcelia Ramírez respectivamente, no operan solas, están cobijadas por el ejército, políticos y hombres poderosos. Pareciera que todos están conformes con su manera de actuar, pero las cosas se empiezan a salir de control cuando una de sus trabajadoras sexuales muere a manos de uno de sus clientes y se deshacen de su cadáver en una carretera.

“La maldad creo que en esencia es el gran tema que aborda Ibargüengoitia. Como en esta historia de estas madrotas que tienen un ascenso y luego una caída fulgurante. Participan todas las instituciones y las fuerzas vivas mexicanas”, dijo Estrada. “Ahí está la Iglesia, están las instituciones políticas, el aparato de justicia”.

Estrada volvió a hacer mancuerna con el actor Alfonso Herrera, protagonista de su película anterior “¡Qué viva México!”, quien interpreta a Simón Corona, el amante de Serafina que la abandona más de una vez provocando su ira. También regresan otros actores que previamente han colaborado con Estrada, incluyendo a Joaquín Cosío y Leticia Huijara.

“Yo a lo largo de mi carrera siempre he tratado de ir construyendo un equipo, pero más que un equipo es una familia. Y en el caso de Alfonso, creo que es uno de los grandes actores de México”, dijo el director. “Me siento muy orgulloso de haber tenido tantos nombres… creo que lo maravilloso del proyecto es que sirvió justamente como un imán”.

A lo largo de su filmografía el director ha denunciado la corrupción y el abuso de poder desde una perspectiva de sátira. Quizá su propósito va más allá de las denuncias y se trata de un experimento para retratar algo tan complejo como México, con sus contradicciones, risas en medio de la desgracia o bendiciones de un padre dentro de un burdel.

“Creo que ‘Las muertas’ me ofrecía una especie de gran lienzo para poder hacer un retrato muy ambicioso sobre México, sobre la mexicanidad, sobre sus instituciones, sobre sus problemas del pasado, que son muy similares a los del presente”, señaló Estrada. “La impunidad, la violencia, el maltrato hacia las mujeres, la trata de personas. El reto extraordinario era, una vez más, hablar de estos temas tan serios, profundos... pero en este tono que ofrecía la novela de Jorge Ibargüengoitia, que a final de cuentas también es muy cercano al tono de mis otras películas”.

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