Ciudad de México, México, 16 de julio. En una charla virtual que integró la importancia de la gastronomía y la literatura para Alfonso Reyes, el maestro Ignacio Sánchez Prado —ensayista y crítico literario— señaló que los escritos de Reyes “abrieron la puerta a la valoración de la gastronomía latinoamericana como una de las más importantes del mundo”.
La conversación, titulada Comer con placer y bibliografía. Alfonso Reyes, gastrónomo, fue organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura y la Capilla Alfonsina. En ella, el maestro Sánchez Prado destacó que, para Alfonso Reyes, “la gastronomía latinoamericana es un punto de encuentro global, es barroca y tiene un carácter criollo”.
Transmitida a través del Facebook de la Coordinación Nacional de Literatura y la Capilla Alfonsina, el conferencista hizo referencia a los libros Minuta. Juego poético (1935), compuesto por poemas breves que Reyes dedicó a la cocina, y Memorias de cocina y bodega (1953), en el que explora las distintas geografías de la gastronomía.
En Minuta, Reyes dedica poemas a la ensalada, al queso, a las aves y a la carne. “Reyes despliega el lenguaje para expresar el gusto por estos elementos, rechaza el desorbitado vinagre en el aderezo y pondera la cordura del limón”.
Sánchez Prado también mencionó la publicación Debates entre el vino y la cerveza y otros papeles de cocina, que reúne textos sueltos escritos por Reyes sobre el tema. En esta miscelánea se encuentra, por ejemplo, el cuento “El cocinero”, en el que el autor construye un divertido relato sobre un cocinero que metía al horno una palabra y salía otro vocablo.
“El acto de cocinar, para Reyes, es un acto de transformación artística y estética y, por lo tanto, la cocina amerita una consideración importante. Reyes estaba interesado en la gastronomía como una actividad universal que alimenta al cuerpo y lo relaciona con el mundo. Por esta razón, defendía el arte y el placer del buen comer, y rechazaba la nutrición pragmática”, aseveró el ponente.
Sus textos también eran una vía para reflexionar sobre la cultura, la identidad y la vida cotidiana, temas centrales en su obra. “Para Reyes, las gastronomías son una práctica social en la cual las culturas pueden encontrarse a través de procesos estéticos del gusto”.
Sánchez Prado recordó que, en su época, se favorecía mucho la gastronomía francesa, y que muchos chefs de aquel país vinieron a México y a otras regiones del continente para enseñar a cocineros locales. Si bien la cocina española no tenía gran reconocimiento global, Reyes la consideraba importante. “Su vocación culinaria fue universal: valoró las cocinas de Norte y Sudamérica, las de Europa y las de Medio Oriente. Incluso defendía la cocina de Estados Unidos, contextualizada en el rechazo a la industrialización y al exceso de comida procesada, y decía que la comida de ese país tiene elementos universales y mezclas culinarias”.
Javier Garciadiego, director de la Capilla Alfonsina, destacó que Ignacio Sánchez Prado, experto en la obra de Alfonso Reyes, es licenciado en Literatura por la Universidad de las Américas Puebla y doctor en Lenguas y Literaturas Hispánicas por la Universidad de Pittsburgh, entre otros estudios. Es ensayista, crítico literario y profesor de Estudios Latinoamericanos y Literaturas Hispánicas en la Washington University de Saint Louis, Missouri.