Varios autores. Colección Clásicos Porrúa. Círculo Editorial Azteca/Editorial Porrúa. 12 tomos.
Hay varias formas de promover la lectura y en particular el camino hacia ciertos títulos. Una de las rutas más confiables es el boca a boca: la recomendación de gente con quien tenemos cierta empatía puede sernos más útil que cualquier publicidad pagada.
Desde hace varios años Círculo Editorial Azteca ha entendido esto y a fuerza de creatividad y alianzas se ha constituido como un sello confiable en lo que a calidad literaria se refiere.
Es por ello que la nueva entrega de la Colección Clásicos Porrúa es un hecho que no puede pasarse por alto. Integran la serie en esta ocasión doce títulos, todos clásicos, todos de trascendencia comprobada.
A fin de llegar a círculos de la población amplios y no necesariamente relacionados con la cultura, ambas casas editoriales invitaron a parte del talento de la Televisora del Ajusco para que se sumara a su campaña.
Si alguna vez se preguntó qué leen Ricardo Salinas Pliego, Christian Martinoli o Veka Duncan, esta es la ocasión para descubrirlo.
Salinas Pliego, por ejemplo, escribe el prólogo de El arte de la guerra, de Sun Tzu, y en su texto nos dice. “Estas ideas me han servido como guía en mis decisiones en materia de negocios, pero también para darme cuenta del líder que quiero formar en mis empresas”.
Notable selección
La curadoría es consistente y no afloja en ningún momento. Cada título nos abre una ventana no solo a una obra clásica, sino también a una faceta poco conocida del talento que día a día llena las pantallas de TV Azteca.
Martinoli hace a un lado el balón y nos da sus impresiones sobre El gran Gatsby, la notabilísima novela de Francis Scott Fitzgerald; Jorge Zarza hace lo propio con Así habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche; Juan Pablo Lelo analiza El lobo estepario, de Hermann Hesse; Pedro Sola recomienda El sabueso de los Baskerville, de Arthur Conan Doyle; Sergio Sepúlveda nos habla de El hombre invisible, de H. G. Wells; Alejandro Brofft destaca La piedra lunar, de Wilkie Collins; Veka Duncan nos recuerda por qué hay que leer Santa, de Federico Gamboa; Viridiana Hernández nos sumerge en Diario, de Ana Frank; Manuel López San Martín nos asoma a un título imprescindible, El príncipe, de Nicolás Maquiavelo; Carolina Rocha pone sobre la mesa Ana Karenina, de León Tolstoi; y Kristal Silva recupera una de las obras cumbre de Stefan Zweig, Momentos estelares de la humanidad.
Como podrá observar el lector, cada uno de los títulos seleccionados para la Colección Clásicos Porrúa podría merecer una reseña por sí solo, pero es pertinente reconocer el empeño de los sellos por promover la lectura no desde la academia y sí por medio de la cercanía que nos produce leer los prólogos escritos por personalidades a las que estamos acostumbrados a ver todo el tiempo en otras arenas.