El Museo Franz Mayer rinde homenaje a seis décadas de diseño editorial mexicano hecho por mujeres en la exposición Ellas diseñan, 1965–2025. Esta muestra, disponible hasta el 7 de septiembre, presenta el trabajo de 27 diseñadoras fundamentales en la historia del diseño gráfico y editorial en México y marca un parteaguas en el reconocimiento de un legado largamente invisibilizado.
Curada por Paola Eguiluz y fruto del proyecto Mujeres y Diseño en México, la exposición visibiliza la aportación femenina en un campo históricamente dominado por hombres.
A través de más de 200 publicaciones, desde libros de texto y revistas culturales hasta ediciones de arte, la muestra revela el impacto estético, técnico y simbólico que estas mujeres han tenido en la cultura visual del país.
La exposición está organizada en ocho núcleos temáticos distribuidos en dos salas principales, además de una biblioteca activa con material seleccionado por las mismas diseñadoras.
Libros de gastronomía, moda, historia, literatura infantil y ciencia, portadas icónicas, proyectos independientes y colecciones editoriales ofrecen un recorrido completo y diverso por los aportes femeninos al diseño editorial mexicano.
En el corazón de la muestra los visitantes encontrarán trabajos emblemáticos como los de Beatrice Trueblood, editora de origen letón y responsable del diseño editorial de los Juegos Olímpicos de 1968, una de las identidades gráficas más reconocidas internacionalmente. Su presencia en esta muestra no es menor: simboliza el alcance global del talento editorial mexicano liderado por mujeres.
También destacan los trabajos de figuras como Victoria García Jolly, quien afirma que esta muestra “es apenas un pedacito de todo lo que se hace y se produce” en el campo editorial. Sus palabras resumen el espíritu de la exposición: una oportunidad para mirar con nuevos ojos un universo creativo del que pocas veces se reconocen los nombres detrás de las portadas y la tipografía.
Para Selva Hernández, otra de las diseñadoras participantes, esta es una celebración de una labor que requiere “mucha paciencia, minuciosidad y dedicación”. Su voz resuena con las de muchas otras creadoras que han dado forma —literal y metafóricamente— a los libros que han acompañado generaciones.

Autoría compartida
Más allá de visibilizar a las mujeres, Ellas diseñan también busca destacar la dimensión colectiva del libro como objeto cultural.
La directora del Museo Franz Mayer, Giovana Jaspersen, subraya la necesidad de cambiar la percepción tradicional sobre la autoría: “Estamos muy formados en un sistema autoral europeo en el que pensamos que el autor de una obra es quien hace toda la obra. En los libros esto es atroz”, afirma. “Un libro no es solo texto: es diseño, corrección, edición, impresión, encuadernación”.
Este enfoque se articula de manera clara en la muestra: los retratos de las 27 diseñadoras expuestos al fondo de una de las salas ofrecen un gesto simbólico de reparación histórica. Son ellas las que han estado detrás de las páginas, a menudo sin firma ni crédito, pero con una huella visual que marcó época.
Entre los nombres presentes están los de Tullia Bassani, Peggy Espinosa, Martha Hellion, Rocío Mireles, Adriana Sánchez Mejorada, Cynthia Valdespino Sierra y muchas más. Cada una con trayectorias distintas, lenguajes visuales propios y experiencias que enriquecen el panorama del diseño editorial mexicano.
Rocío Mireles y Teresa Peyret, quienes lideraron este proyecto desde su gestación hace cuatro años, explican que Ellas diseñan nace como una respuesta al sesgo de género en las listas y estudios de diseño gráfico. “Nos dimos cuenta de que en las listas de ‘los diseñadores más importantes de México’ no aparecían mujeres y eso nos pareció alarmante”, menciona Peyret.
El libro homónimo que acompaña a la exposición —escrito por Mireles y Peyret— no solo documenta la trayectoria de estas diseñadoras, sino que se convierte además en un acto de justicia histórica. Será presentado en la biblioteca del museo, como parte de las actividades paralelas de la muestra.
Cabe destacar que la historia de las mujeres en la edición mexicana no empieza en 1965, sino mucho antes. Como recuerda Peyret, hay registros de su participación en talleres de impresión desde el virreinato. Sin embargo, su presencia fue minimizada o ignorada desde que el diseño comenzó a estudiarse formalmente en los setenta.
La exhibición también plantea interrogantes sobre el presente y el porvenir del libro como objeto físico. La curadora Eguiluz señala los desafíos contemporáneos: desde la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) hasta el alza en los costos del papel y la crisis editorial de 2021. A pesar de ello, muchas diseñadoras defienden el valor irreemplazable del libro.
Selva Hernández lo resume con contundencia: “El libro es el invento más importante de la humanidad”. Esta declaración cobra un sentido aún más profundo en una muestra que exalta no solo el diseño de libros, sino todo el esfuerzo humano que implica su creación.
Ellas diseñan, 1965–2025 puede visitarse de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas en el Museo Franz Mayer, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La entrada general incluye el acceso a esta exposición temporal, cuyo recorrido completo puede disfrutarse con calma en poco más de una hora.
La muestra invita a redescubrir el diseño desde una perspectiva distinta, más inclusiva, más completa y, sobre todo, más honesta con la historia. Porque ellas también diseñan —y siempre lo han hecho.