Ciudad de México, México, 24 de junio. Un diálogo visual sobre los recuerdos, las ausencias y la belleza inherente a la añoranza, a través de la mirada de las fotógrafas Alina López Cámara y Glantz y Dirce Hernández, brinda la exposición Saudades, en la Fototeca Nacional, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ubicada en el Ex Convento de San Francisco, en Pachuca, Hidalgo.
La exhibición, compuesta por más de 40 piezas fotográficas montadas en la Sala Nacho López, se inspira en la palabra portuguesa saudade, alusiva a un sentimiento nostálgico respecto a aquello que amamos y sabemos lejos, el cual deja en la boca un regusto de ‘tristeza alegre’, que sale volando, inasible.
Ambas creadoras ofrecen esas estampas surgidas de la soledad particular y colectiva que nos infligió la emergencia sanitaria de la COVID-19. Revelan lo que fueron capaces de sentir durante el encierro, el hecho de mirar lo que estaba al alcance de la punta de los dedos o a vista de pájaro. El tiempo preciso para observar el movimiento de la sombra de las hojas y las ramas.
Mediante obras como Estaba soñando en mi sueño, Máscara de algún Dios, Identikit I, Límites, Beso blindado, Ansiedad y Defensa plástica, el público puede reflexionar sobre el tiempo de espera, la extinción de la posibilidad de seguir o la melancolía por lo perdido.
Alina López Cámara presenta una serie de imágenes que evocan atmósferas íntimas y personales, y exploran cómo el pasado se manifiesta en el presente por medio de objetos, lugares y luces. Su obra se caracteriza por una sensibilidad que captura la esencia de momentos suspendidos en el tiempo.
“Hice un registro de esa clausura, del confinamiento. Primero, trabajé arduamente con objetos de mi casa. Me dije: Voy a hacer un registro de las cosas que no suelo percibir, que están siempre ahí. De repente, empecé a notar su presencia, su importancia, a descubrir la belleza de esas cosas simples”, explica López Cámara, bióloga de formación y fotógrafa por pasión, quien ha enfocado su trabajo en el retrato, la arquitectura y la fotografía de calle.
Por su parte, Dirce Hernández ofrece una perspectiva que se adentra en la memoria colectiva y la herencia cultural. Sus fotografías exploran la forma en que las raíces y las tradiciones resuenan en nuestra identidad, y generan un sentimiento de pertenencia y, a la vez, de distancia.
“Lo que intentamos transmitir fue una manera de pensar y de ser que tuvimos todos. Esa soledad, tristeza y extrañeza. Tuvimos muchas emociones y creo que esta exposición nos refleja a todos”, comenta la autora, quien también es ilustradora y diseñadora gráfica.
Se trata, finalizan las fotógrafas, de una reflexión compartida sobre una emoción universal; sin embargo, Saudades es también una oportunidad para conectar con las propias experiencias de nostalgia. La muestra permanecerá hasta el 26 de julio de 2025, de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.