DE AGUA, SAL Y SINFONÍA: LA NUEVA VOZ DE MATÍAS CARBAJAL

Matías Carbajal
Cultura
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El compositor y músico mexicano Matías Carbajal celebrará tres décadas de trayectoria artística con un concierto especial en El Cantoral. La velada promete ser un recorrido sonoro por varias etapas de su carrera, desde obras instrumentales orquestadas hasta canciones de su más reciente material discográfico, De agua y sal, además de piezas de Matoys, el proyecto más longevo del compositor, iniciado en 1999 junto a la cantante Dulce Chiang.

Más que una mirada al pasado, el próximo viernes 23 de mayo a las 20:30 horas el público será testigo de una poderosa declaración de la evolución creativa actual de Carbajal: una nueva forma de entender su música, su oficio y su legado.

El músico concibe esta presentación como una puerta hacia su presente musical. En palabras del propio artista: “Más que hacer un recuento, mi intención en este concierto es presentar lo que estoy haciendo en este momento y en lo que han derivado todos esos 30 años de andar en la música”.

Incluirá en el repertorio nuevos arreglos sinfónicos realizados por él mismo de sus obras instrumentales más representativas. Asimismo, se escucharán versiones orquestadas de las canciones de De agua y sal interpretadas por voces de alto calibre en el ámbito del bel canto y la ópera: Eugenia Ramírez (soprano), Encarnación Vázquez (mezzosoprano) y José Luis Ordóñez (tenor), quienes aportarán su maestría vocal para dar nueva vida a estas composiciones.

La sección dedicada a Matoys contará con la participación especial de Dulce Chiang, quien no solo ha sido la voz principal de este proyecto desde sus inicios, sino también coautora junto con Carbajal. Su presencia en el escenario reafirma la vigencia de esta mancuerna creativa, que ha sabido mantenerse relevante y fresca a lo largo de más de dos décadas.

Para esta ocasión tan especial Carbajal convocó a un ensamble de talentos excepcionales. La Orquesta Iberoamericana, bajo la dirección de la maestra Lizzi Ceniceros, será la encargada de ejecutar los arreglos sinfónicos, estableciendo un puente entre la tradición orquestal y la innovación contemporánea propuesta por el compositor.

Además, el concierto contará con la participación del Ensamble Mare Magnum, un grupo recientemente formado e integrado por músicos de altísimo nivel, que se distingue por su fusión de géneros como el jazz, el rock y la música de cámara. Los integrantes son Mónica Del Águila (violonchelo), Zoilé (guitarra eléctrica), Israel Cupich (contrabajo), David Laudino (violín), Jorge Retana (bajo y guitarra eléctrica), Gustavo E. Salas (vibráfono y acordeón) y Víctor Trejo (batería y percusiones).

Este ensamble promete aportar un matiz de eclecticismo al concierto, ampliando las posibilidades expresivas de las composiciones de Carbajal y llevando al público a través de una experiencia sonora diversa y profundamente emocional.

Trayectoria

En entrevista con Vértigo, Carbajal reflexiona acerca de la esencia de su proyecto.

—¿Cómo ha evolucionado su música?

—Si bien mis orígenes vienen del jazz, previo a mi paso por ese género yo estaba inscrito con el proyecto de Matoys en la escena del rock progresivo y de este tipo de música de finales del siglo pasado, de las décadas de 1990 y 2000. Y ahora retomo un poco ese espíritu, pero con una visión contemporánea, con una visión de música orquestal. Obviamente los elementos de este género son de orquesta, pero con cantantes de ópera y grandes instrumentistas que me han acompañado a lo largo de estos 30 años.

—¿Cómo abordó la tarea de reinterpretar sus propias obras para una orquesta sinfónica?

—Ha sido una experiencia muy bonita, un trabajo difícil; no sabía en lo que me metía. Pero ha sido muy enriquecedor, porque he ido redescubriendo que la música tiene un camino, un qué decir, un mensaje. Es como vestir o reinterpretar ese mensaje en una dotación muchísimo más grande, con muchísima libertad, pero también con el compromiso de hacerlo bien para que suene bien con una orquesta sinfónica. Son un montón de cosas, pero la emoción de escuchar los arreglos ya con la orquesta es inigualable.

—¿Qué mensaje busca transmitir a través de su música?

—Hay diversos mensajes, en cada pieza, en cada composición hay distintas inquietudes que transmitir. Todos los artistas creamos con la inquietud de decir o transmitir cosas que la naturaleza ya dijo o que nos emocionó. Hay mensajes muchos más claros y directos, como el amor y el desamor en las canciones, por ejemplo, pero en la música instrumental hay inquietudes muy visuales también. Mucha gente me ha dicho que mi música es como música de cine. Y sí, hay esta inquietud de transmitir imágenes.

—¿Cómo fue reunir este ensamble tan diverso?

—Lo padre de andar tanto tiempo en la música es que vas conociendo a mucha gente en el camino, vas haciendo algunos proyectos con unos y con otros. Parte de mi Ensamble Mare Magnum es gente que me ha acompañado desde proyectos como Matoys, mi ensamble de jazz, incluso mi paso por las etapas de cantautor y rock-pop. La ventaja de ser autodidacta e independiente y no estar ligado a la academia es que me doy muchos permisos, rompo muchas reglas y veo la música como un todo. Entonces, junto músicos de aquí y allá; y a veces el resultado de estas mezclas es muy positivo. Y músicos de gran calidad, que comparten esta visión de que no hay que casarse con los géneros; son gente de gran talla y de gran experiencia. Yo además no paro de aprender. Son todos mis grandes maestros en este andar musical y yo estoy feliz y disfrutando de este encuentro. Propiciar que estemos todos en un escenario es una cosa bien bonita.

—¿Qué espera que el público experimente o se lleve consigo tras vivir este concierto?

—Este concierto es un coqueteo entre la música orquestal, el jazz, el rock… En fin, hay una serie de elementos ahí muy ricos. Pero a pesar de que son varios géneros, creo que uno de los puntos interesantes e importantes de mi música es que es sencilla de escuchar, emotiva, directa; es muy sencilla sin ser simple; es decir, tiene elementos sencillos aunque haya una gran orquesta. Lo que el público va a escuchar es un concierto ligero, divertido, con esta posibilidad de ver lo que se puede hacer juntando músicos de orquesta, músicos de jazz, músicos de rock, con cantantes de ópera, con instrumentistas de distintos géneros. Y con una ligereza, una sencillez y a la vez una contundencia en el lenguaje que he venido desarrollando todos estos años.