La OSN presenta programa musical

El 17 y 19 de octubre en el Palacio de Bellas Artes

Orquesta Sinfónica Nacional
Foto: Cortesía
Cultura
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Ciudad de México, México, 13 de octubre. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y bajo la dirección de su titular, Ludwig Carrasco, presentan el programa Fronteras del alma, una travesía musical que reflexiona sobre la dualidad humana, las pasiones del espíritu y la dimensión última de la existencia.

El concierto abre con Difrasismo, de Luis Daniel Jiménez Rojas (1994). Escrita bajo el auspicio de la UNAM y la Cátedra Extraordinaria Arturo Márquez, la obra está inspirada en el concepto lingüístico náhuatl del difrasismo (expresión metafórica que combina dos palabras complementarias) y representa, en palabras del propio autor, “la vida como un contraste constante entre alegría y tristeza”.

El programa continuará con el Concierto para violín núm. 1 en sol menor, op. 26, de Max Bruch (1838–1920), quien, pese a haber compuesto una amplia obra coral y sinfónica, dejó un legado indeleblemente ligado a este concierto para violín, escrito en 1866 y revisado junto al legendario Joseph Joachim. La pieza, ejemplo de lirismo refinado, pasión contenida y equilibrio formal, se estructura en tres movimientos —Preludio – Allegro moderato, Adagio y Allegro energico – Presto— y destaca por su emotividad y el diálogo constante entre solista y orquesta.

El programa cierra con uno de los grandes poemas sinfónicos del repertorio alemán: Muerte y transfiguración, de Richard Strauss (1864–1949), compuesta entre 1888 y 1889. La obra retrata musicalmente el momento final en la vida de un artista —sus recuerdos, su lucha y su eventual paso a un plano espiritual superior—, y se interpreta tradicionalmente como una poderosa metáfora de la condición humana y el anhelo de trascendencia.

A través de una orquestación rica y detallada, Strauss logra capturar tanto la fragilidad como la grandeza del alma. Este poema sinfónico sería recordado por el propio compositor en los últimos días de su vida, cuando citó su tema final en Las cuatro últimas canciones.

Nacida en Corea del Sur, Sueye Park es una de las violinistas más versátiles de su generación. Comenzó sus estudios musicales a los cuatro años y ha desarrollado una carrera internacional que la ha llevado a presentarse con orquestas como la Staatskapelle de Weimar, la Orquesta Filarmónica de Seúl y la Sinfónica de Corea, entre otras. Recientemente obtuvo el primer premio en el prestigioso Concurso Internacional de Violín Jean Sibelius, en Helsinki.

Discípula de Ulf Wallin en Berlín, Park ha grabado para el sello BIS álbumes destacados como Journey Through a Century, elogiado por la crítica internacional. Su estilo combina rigor técnico con una profunda sensibilidad interpretativa, lo que la convierte en la intérprete ideal para abordar el Concierto para violín núm. 1 de Bruch, una de las piezas más emotivas del repertorio romántico.

Los boletos se pueden adquirir en las taquillas del Palacio de Bellas Artes, con descuentos para estudiantes, docentes y personas adultas mayores (INAPAM) con credencial vigente.

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