MIRAR AL OTRO: NARRACIONES VISUALES DE MÉXICO

Esaú Sánchez
Cultura
MIRAR AL OTRO

La fotografía tiene la particularidad de ofrecer una mirada doble: nos presenta la otredad en su forma natural y, a la vez, nos permite conocer un poco del fotógrafo que, por interés o curiosidad, retrata un objeto, un paisaje o una persona. Así, la exposición Mirar al otro reunió fotografías de seis álbumes que esbozan un retrato de la otredad mexicana, a la par que señalan un interés de artistas nacionales y extranjeros por nuestro país.

Las imágenes exhibidas en Mirar al otro son parte de la Colección Ricardo B. Salinas Pliego y estuvieron abiertas a todo público en la Galería 526 del Seminario de Cultura Mexicana (SCM) hasta el 21 de enero.

De hecho, la colaboración con el SCM fue esencial, pues algunos de sus reconocidos miembros añadieron textos con sensaciones y perspectivas sobre las fotografías expuestas.

En una visita privada realizada por el fundador de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, y su esposa, María Laura Medina, el empresario destacó el valor de preservar estos registros fotográficos: “Es importante conservar estas piezas porque son complicadas; las fotos, los libros y los documentos son muy delicados. Es muy fácil que se echen a perder con el sol y por el maltrato”.

Añadió que “a través de las colecciones que manejan Jorge Nikaido y Sergio Vela hemos hecho una labor de preservación muy importante, pero ¿qué caso tiene preservar si no vas a compartir?”

La exposición destaca la fuerza narrativa de la fotografía y hace patente el papel fundamental de la misma en la organización y compartición de historias. Desde relatos familiares, proyectos científicos y viajes de exploración, hasta eventos políticos y religiosos, Mirar al otro presenta un México distinto, pero que forma parte de nuestra esencia histórica.

Fiel a su lema “estamos como estamos porque somos como somos”, Salinas Pliego insistió en la necesidad de conocer nuestro contexto histórico social para formar nuevas perspectivas sobre nuestro país: “Estas imágenes me ponen a pensar, siempre con optimismo, la gran historia, la gran trayectoria que tiene México y cómo, si es que tenemos una buena gestión, hay un gran futuro por delante”.

Además, el presidente y fundador de Grupo Salinas puntualizó que hay que valernos de herramientas tecnológicas para preservar estos objetos de gran importancia cultural. “Es poco lo que hay expuesto aquí: tenemos mucho más y queremos que la gente pueda verlo. Lo digitalizaremos, además, porque ahí está la modernidad y la importancia de conservar todo esto. No hay que llegar tarde a la revolución del conocimiento, que no se nos vaya el tren”.

Por su lado, Mauricio Maillé, curador de la exposición, señaló que algunas de las fotografías y la forma en la que se presentan nos obligan a confrontarnos como personas de 2024 ante esos retratos de los siglos XX o XIX. “Merece la pena reflexionar sobre los modos de representación realistas o estereotipados que se manifiestan en estas imágenes”, exhortó.

Miradas

Los álbumes que componen la colección son 100 vistas estereoscópicas de México, realizadas por la Keystone View Company; El Portafolio mexicano del fotógrafo norteamericano Paul Strand; la Exploración científica en la región Tarahumara del noruego Carl Lumholtz, quien además fue el primer fotógrafo en venir al país; las Vistas del estado de Jalisco, de José María Lupercio; MEXICO February del reconocido fotógrafo estadunidense Charles Betts (C. B.) Waite; y el Álbum de tipos mexicanos del estudio Cruces y Campa.

En el caso de las 100 fotografías estereoscópicas de Keystone View Company, son parte de una técnica que en su momento fue novedosa porque permitía recrear imágenes en tercera dimensión. La ilusión de profundidad se creaba al juntar a través de un visor dos imágenes ligeramente diferentes de un mismo objeto.

Mirar al otro permitió a sus visitantes poder sentir esta ilusión de profundidad a través de unos lentes y la presentación digital de las imágenes.

A su vez, Paul Strand fue invitado a México por el compositor Carlos Chávez con el objetivo de que formara parte de la renovación cultural del país. Esto le permitió conocer distintas comunidades con las que tuvo oportunidad de explorar sus inquietudes estéticas: de ahí nace el Portafolio.

RSP

El álbum de Lumholtz fue parte de las primeras expediciones mundiales que integraron conocimientos de etnografía y antropología física para tener un acercamiento más complejo a las culturas del mundo. Entre 1890 y 1905 el noruego viajó a diversas comunidades indígenas del norte del país, en las que retrató paisajes, viviendas, objetos y personas. En su momento, fue gracias a esta labor que se pudieron descubrir aspectos desconocidos de la región tarahumara.

José María Lupercio, originario de Guadalajara, comenzó su carrera fotográfica retratando elementos callejeros y sitios emblemáticos de su ciudad para comercializarlos como postales. No obstante, también fotografió las zonas rurales de Jalisco, la vida en el campo y sus habitantes; así como la Ciudad de México y su arquitectura urbana.

Waite enfocó su labor fotográfica en proyectos de desarrollo industrial, como el sistema ferroviario, a sabiendas del interés del gobierno mexicano y del sector empresarial para usar la fotografía como medio para promover el país. Fernando Fernández, miembro del SCM, destaca la fotografía Tlachiquero y señala en un texto de la exhibición cómo la palabra “agave” significa “digno de admirarse”: ese fue el nombre que Linneo eligió para la planta icónica de nuestro país.

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Finalmente, las 44 postales de Cruces y Campa reproducen tipos populares relacionados a los diversos oficios en la CDMX. Lo interesante es la escenografía de las imágenes, pues todas fueron realizadas y montadas dentro de un estudio, en entornos controlados y de ambientación.

Con Mirar al otro el fundador de Grupo Salinas, Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego y el SCM refrendan sin duda su compromiso con la conservación del arte mexicano.