COPA MUNDIAL FEMENIL: UN PASO ADELANTE EN IGUALDAD DEPORTIVA

“Un legado para las futbolistas de hoy y mañana”.

COPA MUNDIAL FEMENIL
Deportes
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El 20 de julio dio inicio la Copa Mundial Femenina de Futbol en Australia y Nueva Zelanda. Por primera vez en la historia la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) accedió a aumentar los premios para las jugadoras casi 300% respecto de lo que pagaron en el Mundial de Francia 2019.

En realidad las futbolistas llevaban años demandando un salario semejante al de los jugadores masculinos y aunque la equidad salarial no fue posible el aumento es un paso importante en el reconocimiento del futbol femenil.

Para este año todas las jugadoras ganarán 30 mil dólares solo por participar y la cantidad aumentaría en la medida en que avancen en el certamen. Así, las 23 ganadoras del Mundial se llevarán alrededor de 270 mil dólares.

Cabe recordar que luego de su victoria en Catar 2022 la Selección Argentina de Futbol obtuvo 42 millones de dólares como premio por parte de la FIFA y otros diez millones por parte de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol). Esta cantidad es prácticamente un tercio del total que la FIFA utilizó para este Mundial Femenil, pues con 152 millones de dólares cubren premios y preparación.

Kate Gill, directora ejecutiva de la Asociación de Futbolistas Profesionales de Australia (PFA, por sus siglas en inglés) denunció que a pesar del aumento hay un gran tramo por recorrer si se pretende ser equitativos en los pagos mundialistas. “El premio es apenas 25% de lo que reciben los hombres y la FIFA dice que eso es igualdad. Esto no nos asegura que haya tal cosa”, detalló Gill.

Sin intermediarios

Otra de las demandas de las jugadoras es que los premios se les entreguen de manera directa. Y aunque en un primer momento la FIFA aceptó, Gianni Infantino, presidente del organismo, señaló un día antes de que diera inicio el certamen que no podía garantizarse el pago a todas las participantes porque el premio lo entregarían las federaciones nacionales.

“Cualquier pago que hagamos lo haremos a través de las asociaciones y después ellas harán los pagos correspondientes a las jugadoras”, puntualizó.

Los 30 mil dólares de premio son de especial importancia porque muchas futbolistas no forman parte de clubes que paguen sus salarios e incluso algunas juegan de manera semiprofesional o amateur. Según un reporte realizado por la FIFA el promedio de salario de las jugadoras que sí reciben pagos por parte de sus clubes es de alrededor de 14 mil dólares al año. Por ello, el premio del Mundial podría ser el parteaguas en la vida de muchas futbolistas.

Alex Morgan, delantera de la selección estadunidense y quien se coronó en los mundiales femeniles de 2015 y 2019, detalló la importancia del pago directo: “Aún tenemos un largo camino que recorrer, pero que cada jugadora reciba 30 mil dólares es importante ya que usualmente el dinero va a las Federaciones y las jugadoras no ven mucho de ese dinero”.

Infantino señaló que espera poder superar la brecha salarial con el Mundial masculino de Norteamérica 2026 y con el femenil de 2027. Incluso se espera que la edición de Australia/Nueva Zelanda genere más de 500 millones de dólares.

Oportunidades

Cabe decir que la Copa Mundial Femenina 2023 es la primera ocasión en que participan 32 equipos. Algo semejante sucederá en 2025 con el Mundial de Clubes y para Norteamérica 2026 la FIFA estableció que participarán 48 selecciones nacionales.

Aunque la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) ya ha advertido de los riesgos que esto podría traer para los futbolistas masculinos, hace unas semanas, previo al Mundial Femenil, la organización dio a conocer un reporte sobre las condiciones deportivas de las jugadoras, mostrando cómo algunas podrían sufrir de carga de trabajo excesiva, limitando su rendimiento.

El informe reveló, entre otras cosas, que la selección estadunidense ha jugado más de 60 partidos desde que se coronó en Francia 2019, lo que significa que ha disputado muchos más juegos que cualquiera de las otras selecciones participantes en el Mundial. Haití, por ejemplo, que este año clasificó por primera vez al certamen, solo jugó 19 partidos, ya que además tuvo que suspender varias participaciones por la pandemia de Covid-19.

Naturalmente, estas desigualdades provienen de una diferencia de recursos disponibles en cada país y obligan a naciones como Jamaica o Filipinas a estar a la altura deportiva de Inglaterra o España. Así, aunque el Mundial Femenil 2023 será más diverso, también será menos equitativo.

Para Sarah Gregorius, directora de Política Global y Relaciones Estratégicas en el futbol femenil de FIFPro, estudios como el informe sobre la carga de trabajo permiten “evaluar las necesidades generales del futbol femenil desde un punto de vista competitivo, de acceso y desarrollo”.

Con esto, la Copa del Mundo es también la oportunidad perfecta para declararse en contra de la desigualdad y la violencia, así como a favor de la igualdad.

De hecho, parte del aumento salarial al que las futbolistas accedieron este año también es resultado de Francia 2019, cuando los aficionados se unieron a las campeonas norteamericanas para demandar pagos igualitarios.

Aparte de ello, hubo una acción global de más de 150 jugadoras de distintas selecciones nacionales que se unieron para ser mejor recompensadas. “Se trata de un legado de las futbolistas, para las futbolistas de hoy y de mañana”, agregó Gregorius.

Finalmente, el futbol femenil ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Y si antes un partido entre dos equipos como el Barcelona Femenino y el Real Madrid no resultaba atractivo, el encuentro que disputaron ambos clubes en marzo de 2022 ahora ostenta el récord mundial de asistencia: casi 100 mil personas presenciaron el partido en el Camp Nou.

Con todo, la Copa Mundial 2023, que terminará a mediados de agosto, es un gran paso en el camino de la igualdad y un precedente para el deporte femenino.

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