SESTRIERE, Italia, mayo 31.- Simon Yates tuvo una de las mejores actuaciones de su carrera y en uno de los ascensos más agotadoras del ciclismo para prácticamente conquistar el sábado el Giro de Italia.
El británico comenzó la penúltima etapa en tercer lugar, a un minuto y 21 segundos del mexicano Isaac Del Toro, quien portó el maillot rosa desde el final de la novena etapa. Pero el ciclista británico lanzó un ataque en solitario en la subida de categoría especial al Colle delle Finestre, la misma montaña que le causó desilusión hace siete años, para dejar atrás a sus rivales generales.
Yates, de 32 años, lloraba abiertamente después de cruzar la línea de meta con más de cinco minutos de ventaja sobre Del Toro.
“Desde que se publicó la ruta, siempre tuve en mente intentar hacer algo aquí y cerrar el capítulo, digamos”, dijo un emocionado Yates, mientras intentaba contener las lágrimas. “Todavía estoy un poco sin palabras, realmente”.
El domingo prácticamente es un recorrido ceremonial en Roma. Yates se colocó en el liderato de la carrera de tres semanas y es casi un hecho que levantará por primera vez el famoso Trofeo Senza Fine (Trofeo Sin Fin, en español).
Yates, quien ganó la Vuelta a España en 2018, tiene una ventaja de 3 minutos y 56 segundos sobre Del Toro y de 4:43 sobre Richard Carapaz de Ecuador.
“Estuve cerca, y esto es algo, pero al final no gané", dijo Del Toro, quien sin embargo sonreía mientras saludaba en la meta.
“Seguiré trabajando y volveré seguro”.
“Necesitas ser un gran ganador, necesitas ser un gran perdedor, y creo que soy un buen perdedor, y chapeau para ellos. Felicidades”.