JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024: TENSIÓN INTERNACIONAL

“El deporte une naciones y culturas”.

Esaú Sánchez
Deportes
PARÍS 2024

El conflicto entre Rusia y Ucrania, que comenzó hace poco más de dos años, llevó a los organismos deportivos internacionales a tomar acciones para sancionar y condenar al país eurasiático: aunque en un primer momento el Comité Olímpico Internacional (COI) intentó mantenerse al margen afirmando que no había razón por la cual la política metiera las manos en el deporte, acabó por vetar a los deportistas rusos y bielorrusos, permitiéndoles la participación en los Juegos Olímpicos (JO) de París 2024 solamente si lo hacían bajo una bandera neutral.

Hoy sabemos, además, que el COI decidió excluir a dichos deportistas de la ceremonia de inauguración, que se realizará el próximo 26 de julio, señalando que solo “podrán experimentar el evento” como espectadores a las orillas del Sena.

Sobre su participación en la ceremonia de clausura el comité ha reservado la toma de su decisión a fechas posteriores.

El organismo calcula que alrededor de 36 rusos y 22 bielorrusos tendrán que participar de manera neutral y sus medallas no sumarán colectivamente en la tabla general.

Todos ellos tendrían que pasar por algunos filtros para que su participación fuese aprobada: no deben haberse expresado a favor de la invasión a Ucrania; deben demostrar que no forman parte de las fuerzas armadas o de las agencias de seguridad; deben recibir el aval del organismo rector de su disciplina; y, posteriormente, de un panel de expertos designado por el propio COI.

Cuando inició el veto a los deportistas rusos y bielorrusos el presidente Vladimir Putin declaró que se estaba dañando la reputación deportiva y los principios del olimpismo, además de que insistió en que el deporte debería ser un principio de enlace entre pueblos y países, “sobre todo cuando hay conflictos”.

En este sentido, el presidente del COI, Thomas Bach, confirmó hace un par de semanas que a pesar del conflicto entre Israel y Hamás el estatus olímpico de los deportistas israelíes no está en peligro.

Más aún, Bach detalló que desde los ataques que la comunidad israelí sufrió en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 se han tomado medidas especiales de seguridad. La edición de 2024 no será la excepción: “Las autoridades están tranquilas en cuanto a hacer eso en París, Marsella o donde sea que habrá representación israelí”, agregó el presidente del comité.

Para poder participar en una justa deportiva internacional Rusia ha comenzado a promover los Juegos de la Amistad, algo que tanto Bach como todo el COI han percibido como una posible competición alternativa a los Olímpicos, pues además se disputarán poco después de que termine el evento en París.

A través de un comunicado el COI exhortó a todos los organismos y gobiernos que forman parte del Movimiento Olímpico a rechazar la participación en dichos Juegos de la Amistad, argumentando que es “un intento cínico de la Federación Rusa de politizar el deporte”.

En realidad, la idea no es nueva: en 1984 la entonces Unión Soviética organizó algo semejante luego de que boicoteara las Olimpiadas de 1980. Ese mismo año tuvo lugar la máxima justa deportiva en Los Ángeles, California.

Amenazas

El deporte no se politiza, pero los Juegos Olímpicos de este año están en medio de una serie de decisiones políticas y económicas que provocan tensión social entre los organizadores y los propios parisinos.

La Confederación General del Trabajo (CGT) francesa lleva algunos meses pidiendo a los organizadores que se considere el esfuerzo doble y hasta triple que los empleados de servicios médicos, de movilidad y seguridad tendrán que realizar durante los Juegos Olímpicos. Según estimaciones de la Oficina de Turismo de París se espera la visita de hasta 16 millones de visitantes entre julio y septiembre, lo que representa prácticamente todos los visitantes que recibió la Ville lumière el año pasado.

Sophie Binet, secretaria general de la CGT, cuestiona no solo la calidad de los servicios que la ciudad ofrecerá, sino las propias condiciones laborales que tendrán que enfrentar los parisinos: “¿Cuáles son las condiciones sociales de este trabajo? ¿Cómo vamos a acomodar a los trabajadores que tendrán que venir a la región para los juegos? ¿Cómo vamos a cuidar de sus hijos cuando tengan que trabajar? ¿Qué tipo de compensaciones recibirán?”

Para resolver algunas de estas demandas y evitar las protestas en los próximos meses, el gobierno anunció que los policías que formen parte de los dispositivos de seguridad tendrán un bono de hasta mil 900 euros. Además, algunos servidores públicos recibirán bonos de 500 a mil 500 euros por trabajar en la justa deportiva.

Con todo y la crisis en el sector agropecuario, el gobierno francés tiene plena confianza en que los trabajadores no “arruinarán la fiesta” manifestándose o teniendo paro de labores en una cita internacional de tal envergadura, cuando todo el mundo tenga los ojos puestos en la Ciudad de la Luz.

Lo que sí queda en la incertidumbre es la participación militar de Francia en el conflicto entre Rusia y Ucrania, pues desde hace algunas semanas el presidente Emmanuel Macron juega con la peligrosa idea de mandar tropas francesas al frente ucraniano. Según él, Rusia “es un adversario que no se detendrá en Ucrania si derrota a las tropas de Kiev” y más vale prepararse para afrontarlo.

Con dicha apertura a la guerra y en una nota muy distinta a las entrevistas que atiende en la televisión francesa, Macron señaló que se pedirá un alto al fuego a Rusia durante los Juegos Olímpicos de París: “Deben hacerlo, es lo que siempre ha sucedido. La regla del país anfitrión es avanzar al ritmo del movimiento olímpico, por lo que este es un mensaje de paz”.