Ciudad de México, a 24 de junio. Una serie de denuncias presentadas por exfuncionarios cesados en los últimos meses ha revelado una presunta red de control y corrupción dentro de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), encabezada por Ernesto Alejandro Vadillo Trueba, actual director de Supervisión de Aduanas Fronterizas.
Los exempleados señalan que fueron separados de sus cargos tras rechazar participar en prácticas irregulares y que sus denuncias apuntan a una estructura paralela de poder que ha desplazado perfiles técnicos para instalar operadores leales a Vadillo.
Exponen que entre las acciones denunciadas se incluyen presuntas ventas de plazas, tolerancia al tráfico de mercancías ilegales y permisividad en el ingreso irregular de combustibles, una práctica conocida como “huachicol fiscal”.
“Esto no es una reestructuración institucional, es una captura operativa del sistema aduanero”, afirmó uno de los denunciantes, quien solicitó el anonimato.
Las acusaciones refieren también la existencia de vínculos con una red anterior, que tendría continuidad desde la administración de André Georges Foullon Van Lissum, en tiempos de la Dirección de Investigación Aduanera.
Entre los operadores identificados en los testimonios figuran René Díaz Ramos, alias el fayuquero, y Benito Cegueda, actual responsable de la aduana de Ciudad Juárez.
Los denunciantes afirman que al menos 16 funcionarios con trayectoria técnica han sido removidos sin justificación, mientras que los espacios han sido ocupados por perfiles designados bajo criterios de lealtad política o cercanía castrense.
La falta de reacción por parte del titular de la ANAM, Rafael Marín Mollinedo, agrava la percepción de que el fenómeno no es aislado ni desconocido, dicen los denunciantes.
Aseguran que el caso Vadillo, no solo plantea dudas sobre la operación cotidiana de las aduanas fronterizas, sino sobre el rumbo institucional de una dependencia clave para la seguridad nacional y el comercio exterior.