Aunque en México el derecho a tomar días libres por la muerte de un familiar no está
establecido, como tal, en la Ley Federal del Trabajo, las empresas saben que esta pausa es
indispensable y reconocen que tienen un rol determinante en la reincorporación del
colaborador.
El regreso al trabajo tras la pérdida de un ser querido no implica ignorar el dolor. Al
contrario, el primer paso es reconocer que el duelo no sigue un camino lineal ni tiene una
duración fija. Es esencial entender que, cuando el colaborador se reincorpore a sus
actividades laborales enfrentará un proceso difícil de conciliar en el que la empresa, sus
compañeros y jefes tendrán un papel fundamental de apoyo.
“El duelo, más que como un obstáculo en la carrera profesional, debe verse como una
experiencia humana que merece ser abordada con empatía. Es muy importante reconocer
que puede impactar el rendimiento del colaborador, sin embargo, con el apoyo adecuado es
posible encontrar un balance que respete tanto el proceso personal como las
responsabilidades laborales. Una cultura laboral que promueva la salud mental será más
efectiva al acompañar a sus colaboradores en momentos de pérdida”, afirma Yunue
Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, empresa especializada en
gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
De acuerdo con Affor Health, entre las medidas que pueden tomar las compañías destacan:
● Tiempo y espacio para asimilar la pérdida: Es esencial que las organizaciones
sean flexibles y otorguen licencias por duelo, esto ayuda a una reincorporación más
saludable del colaborador.
● Comunicación abierta: Mantener una comunicación clara con superiores y
compañeros facilita la reintegración. Expresar necesidades y límites permite
gestionar mejor las expectativas en el trabajo.
● Apoyo psicológico: Las organizaciones pueden ofrecer recursos de apoyo, como
asesoría individual y grupal, que permita a los empleados hablar sobre su proceso y
encontrar una red de soporte dentro del entorno laboral.
¿Mayor empatía trae más productividad?
“Cuando una empresa demuestra empatía hacia sus colaboradores y reconoce y atiende
sus necesidades, personales y profesionales, se generan múltiples beneficios que impactan
directamente en la productividad. En primer lugar, se fomenta un entorno de confianza y
seguridad. Además, la empatía mejora el compromiso y motivación del colaborador que al
sentirse cuidado y apoyado es más productivo, creativo y eficiente”, opina Yunue Cárdenas.
La empatía también facilita una mejor comunicación interna. Cuando los líderes son
empáticos se crea un espacio donde el equipo se siente cómodo compartiendo ideas, lo que
puede impulsar la resolución más efectiva de los problemas.
Por último, “empresas que demuestran empatía tienden a tener tasas más bajas de rotación
de personal. La contratación y capacitación de nuevos colaboradores es costosa y consume
tiempo, por lo que retener talento gracias a un clima laboral empático tiene un impacto
directo en los costos y la productividad a largo plazo”, concluye la Coordinadora del HUB de
psicología de Affor Health.