Monterrey, Nuevo León, 5 de octubre de 2025. El Tecnológico de Monterrey avanza en la creación del Laboratorio 6G de Comunicaciones y Sensado Integrados, un centro pionero en Latinoamérica dedicado a investigar y desarrollar tecnologías de conectividad de próxima generación en un entorno cognitivo.
Este nuevo laboratorio es uno de los principales proyectos de la Faculty of Excellence (FoE) del Tecnológico de Monterrey, una iniciativa que busca atraer a 100 líderes académicos de talla mundial, para integrarse en las 6 escuelas nacionales del Tec, con ideas transformadoras y una trayectoria excepcional, para impulsar la innovación y redefinir el futuro desde las aulas de la Institución.
Uno de los proyectos más ambiciosos del equipo liderado por el Dr. César Vargas, Líder del Grupo Estratégico de Investigación en Telecomunicaciones de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) del Tecnológico de Monterrey, y en donde participa uno de los principales investigadores en materia de telecomunicaciones a nivel internacional, y es Profesor Visitante Distinguido del FoE, el Dr. Francisco Falcone, es el desarrollo de criptografía post-cuántica (PQC), en colaboración con la Universidad Estatal de Arizona (ASU), la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA) y la Universidad Tecnológica de Dinamarca (DTU), con financiamiento de ASU.
La criptografía post-cuántica busca proteger la información frente a ataques de computadoras clásicas y cuánticas, actuando de forma proactiva para evitar robos de datos, alteraciones maliciosas y suplantaciones de identidad.
El Dr. César Vargas-Rosales señala que el proyecto se centra en dos grandes retos para sistemas 6G: autenticar de forma segura dispositivos en la red y adaptar protocolos criptográficos a hardware limitado, como en entornos del Internet de las Cosas (IoT).
Los investigadores trabajan en implementar algoritmos en plataformas de hardware 6G, definiendo nuevas métricas de desempeño que consideren exactitud, complejidad, fidelidad de la información y consumo energético.
En los próximos 5 a 10 años, se espera una adopción masiva de soluciones post- cuánticas para proteger sistemas críticos ante el avance de la computación cuántica. En este contexto, el Dr. Vargas-Rosales subraya que es indispensable adoptar estrategias post-cuánticas robustas y formar recursos humanos especializados que lideren este proceso de transformación tecnológica.
El interés por las tecnologías post-cuánticas no es meramente especulativo. En 2025, la urgencia por desarrollar e implementar mecanismos de protección frente a futuros ataques cuánticos se ha vuelto una prioridad global. Aunque los computadores cuánticos plenamente funcionales aún no son una realidad comercial, los avances en este campo son tan significativos que gobiernos, agencias de ciberseguridad y grandes corporaciones ya trabajan en estrategias de prevención ante posibles vulnerabilidades. Esto incluye el rediseño de protocolos criptográficos fundamentales para proteger desde las comunicaciones personales hasta infraestructuras nacionales.
La criptografía post-cuántica representa un nuevo paradigma en la defensa digital. A diferencia de la criptografía tradicional, basada en problemas matemáticos como la factorización de grandes números —vulnerables ante las capacidades de los computadores cuánticos—, los algoritmos post-cuánticos se construyen sobre problemas matemáticos distintos, como los códigos de corrección de errores, redes euclidianas o funciones hash multivariables.
Estos enfoques son mucho más resistentes incluso ante las computadoras del futuro, lo que los convierte en una solución proactiva y necesaria para garantizar la ciberseguridad a largo plazo.
Entre sus principales aplicaciones se encuentran la protección de redes 5G y 6G, sistemas bancarios, dispositivos del Internet de las Cosas (IoT), comunicaciones gubernamentales, vehículos autónomos, sistemas de energía y datos médicos. Muchos de estos sectores deben asegurar la confidencialidad e integridad de la información durante décadas, por lo que adoptar soluciones post-cuánticas desde ahora permite evitar el fenómeno conocido como “harvest now, decrypt later”, en el que actores maliciosos recopilan información cifrada hoy para desencriptarla cuando cuenten con capacidades cuánticas suficientes.
Además de su dimensión técnica, el desarrollo de criptografía post-cuántica también es una cuestión de soberanía tecnológica y resiliencia digital. Aquellos países e instituciones que lideren la transición hacia sistemas post-cuánticos no solo protegerán su información estratégica, sino que también estarán en condiciones de influir en los nuevos estándares globales.
Para universidades como el Tecnológico de Monterrey, esto implica un compromiso no solo con la investigación de frontera, sino también con la formación de talento capaz de diseñar, adaptar e implementar estas tecnologías de manera ética, segura y eficiente.
La protección del ecosistema digital del futuro exige la combinación de nuevas arquitecturas de comunicación con esquemas criptográficos post-cuánticos. Iniciativas como el Laboratorio 6G y las colaboraciones internacionales en criptografía post-cuántica son cruciales para abordar esta necesidad.
Tal como destaca el Dr. Vargas-Rosales, esto permitirá diseñar redes no solo más rápidas, sino también intrínsecamente más seguras, sostenibles y confiables. Por lo tanto, la ciberseguridad post-cuántica no es solo una defensa ante amenazas emergentes, sino una oportunidad para reimaginar el diseño mismo de las redes del mañana, en lo que el Tec de Monterrey se posiciona como un actor clave.