La ubicación ya no es lo más importante al comprar vivienda

Un estudio de la AMPI señala que más del 60% de los compradores en México prioriza factores como seguridad, áreas verdes y amenidades

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CDMX, 14 de octubre de 2025. Durante décadas, el mercado inmobiliario se sostuvo en un mismo eje: ubicación y precio. Sin embargo, el perfil del comprador ha cambiado. Hoy, la decisión de adquirir un inmueble está más relacionada con la calidad de vida, la seguridad y la confianza en el proceso de compra que con la simple dirección de la propiedad.

Un estudio de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) señala que más del 60 % de los compradores en México prioriza factores como seguridad, áreas verdes y amenidades por encima de la cercanía a zonas céntricas. A nivel internacional, firmas como Deloitte y PwC han documentado que la transparencia y la certificación de los desarrollos son ahora elementos clave para generar confianza en el comprador.

La pandemia aceleró esta transformación. El hogar dejó de ser solo un lugar de descanso para convertirse en el espacio central de la vida cotidiana: trabajo, convivencia, recreación y hasta salud mental. Este cambio explica por qué atributos como tranquilidad, bienestar y plusvalía a largo plazo se han vuelto determinantes.

Otro factor que empieza a pesar en la decisión de compra es la sostenibilidad. De acuerdo con la consultora CBRE, los desarrollos con certificaciones ambientales pueden incrementar su valor de reventa hasta en 10 % más que proyectos tradicionales. En un contexto donde el cambio climático y el consumo responsable forman parte de la agenda pública, contar con viviendas que incorporen eficiencia energética, manejo responsable del agua o materiales sustentables no solo aporta al medio ambiente, sino que se convierte en un diferencial competitivo que garantiza plusvalía y resiliencia a futuro.

Además, la seguridad jurídica ha tomado un papel central en la elección de vivienda. De acuerdo con datos del Registro Único de Vivienda (RUV), cada año en México se realizan más de 450 mil transacciones habitacionales, y uno de los principales obstáculos que enfrentan los compradores es la falta de claridad en la documentación y los procesos legales.

Ante este panorama, la demanda de historiales validados, garantías postventa y procesos de escrutinio documental crece de manera constante. La certeza legal ya no es vista como un valor agregado, sino como una condición indispensable para proteger el patrimonio familiar y asegurar que la inversión mantenga su plusvalía en el tiempo.

En México, comienzan a surgir modelos que buscan responder a esta demanda de certeza y confianza. En la zona metropolitana de la Ciudad de México, por ejemplo, se han desarrollado esquemas donde los inmuebles son certificados y verificados antes de su venta, con inspecciones técnicas, legales y estéticas que eliminan la incertidumbre de la compra.

Iniciativas como las impulsadas por SìVENTA, empresa filial de ALIGNMEX, que promueven procesos de revisión documental y técnica previos a la comercialización, reflejan este nuevo enfoque centrado en la seguridad patrimonial y la transparencia. Este tipo de esfuerzos apuntan a un giro en la lógica de mercado: lo que se busca no es solo vender metros cuadrados, sino garantizar procesos claros, patrimonios seguros y experiencias de vida sostenibles.

El hogar ideal ya no se define únicamente por su ubicación o por el costo de adquisición. El verdadero valor hoy reside en la seguridad patrimonial, la confianza en la operación y la certeza de que la inversión generará bienestar. Este cambio silencioso en las prioridades redefine también al sector inmobiliario: los desarrolladores y agentes que comprendan esta transformación tendrán que poner la transparencia y la calidad al centro de su propuesta, porque ahí es donde ahora se juega la decisión del comprador.

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