Solo 37% de los mexicanos logra ahorrar

Brechas de género en temas financieros persisten, pero existen avances en materia de acceso al crédito y educación financiera

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Cortesía Provident México
Finanzas
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En un México marcado por los retos económicos globales y locales, el ahorro deja de ser una simple aspiración para convertirse en una herramienta estratégica de resiliencia financiera. Según los resultados de la Encuesta de Bienestar Financiero 2025, presentada por International Personal Finance y Provident México con el respaldo metodológico de Kantar, el 85.4% de los mexicanos reporta estar intentando ahorrar, pero solo el 37.4% declara hacerlo de forma regular.

Y si bien no parece un número muy alentador, en realidad refleja un importante incremento frente al año anterior, impulsado principalmente por un segmento que redefine paradigmas: las mujeres.

En 2025, las mexicanas aumentaron su participación en el hábito del ahorro 9.5 puntos porcentuales frente a 2024, marcando un cambio cultural significativo en un país donde, históricamente, las brechas de género en temas financieros han sido profundas.

Y aunque todavía enfrentan barreras estructurales como el menor acceso al crédito formal, su avance en áreas como la confianza financiera y la participación en soluciones de ahorro, subraya una creciente autonomía económica.

David Parkinson, director general de Provident México, señala que “el crecimiento en el hábito del ahorro y la mayor confianza de las personas en sus decisiones financieras son señales alentadoras. Sin embargo, estos logros no pueden tomarse como un fin, sino como un punto de partida para seguir promoviendo soluciones claras, accesibles y diseñadas para las necesidades reales de las familias mexicanas”.

Este avance también está acompañado de una ligera mejora en la confianza del público hacia los productos y servicios financieros. Según la misma encuesta, el 77.8% de los encuestados afirma sentirse informado sobre sus opciones, lo que representa un incremento de 3.3 puntos porcentuales frente al año anterior. Si bien las mujeres reportaron un crecimiento significativo en este aspecto —72.2%—, su nivel de confianza sigue estando 11.5 puntos por debajo del de los hombres, evidenciando la necesidad de estrategias más inclusivas por parte de las instituciones financieras.

El acceso al crédito formal es otro tema clave. Este año, el 39.1% de los mexicanos solicitó algún tipo de crédito formal, pero las diferencias de género persisten: mientras que el 42.5% de los hombres accedieron a este tipo de financiamiento, solo el 36% de las mujeres lo hizo.

No obstante, ante la falta de acceso al crédito formal, los préstamos informales, como los otorgados por familiares o amigos, siguen siendo una alternativa común, con el 63.1% de los encuestados recurriendo a ellos en algún momento.

El reporte también revela un cambio en las prioridades de los mexicanos al evaluar qué institución financiera es la mejor para solicitar un préstamo. 58.7% toma en cuenta la tasa de interés, 48.7% el costo total del préstamo y 43.7% determina con base en los plazos de pago. La claridad y la transparencia siguen siendo diferenciadores clave en términos de confianza y elección entre las diferentes opciones.

El 36.6% de los mexicanos afirma confiar más en instituciones que garantizan la ausencia de cargos ocultos, mientras que el 20.3% destaca la importancia de la reputación de las empresas en sus decisiones.

El ahorro como hábito, además de la educación financiera, se perfila como una de las soluciones más viables para enfrentar los retos que plantea un contexto de inflación alta y salarios limitados.

Según los analistas, la capacidad de las familias mexicanas para generar recursos destinados no solo al gasto inmediato, sino también a metas a largo plazo como emergencias o jubilación, será un pilar central del bienestar económico en los próximos años.

En un país donde las brechas de género, la falta de acceso al crédito y la informalidad financiera persisten, los resultados de la Encuesta de Bienestar Financiero 2025 no solo muestran los avances alcanzados, sino también las áreas que aún requieren atención, tanto del sector financiero como de los responsables de las políticas públicas.

La clave, según coinciden los expertos, radica en construir soluciones que prioricen la transparencia, la educación y el acceso universal como motores de inclusión y crecimiento

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