A 30 AÑOS DEL INICIO DE LA GUERRA DEL GOLFO: NUEVO ORDEN INTERNACIONAL

Ahora habría enfrentamientos étnicos con perfiles culturales distintos.

Arturo Moncada
Internacional
BAGDAD - GUERRE - TIRS DE D.C.A.
Roger-Viollet via AFP

Este 2 de agosto se cumplen tres décadas del inicio de la guerra del Golfo, un conflicto que dio pie a una coalición que integraron 34 naciones lideradas por Estados Unidos y que autorizó la Organización de Naciones Unidas (ONU) en respuesta a la invasión de Kuwait por parte de la República de Irak.

La guerra del Golfo no solo fue una demostración de fuerza y tecnología por parte del ejército estadunidense: fue además el inicio de un cambio geopolítico que acrecentó el terrorismo, la división regional, el nacimiento del grupo Estado Islámico, la pobreza y los flujos migratorios.

Todo ello dio paso al nuevo orden internacional que hasta hoy impera en el planeta.

Contexto.

Si bien Saddam Hussein envió el 2 de agosto de 1990 a su ejército a invadir Kuwait, un pequeño país rico en petróleo, sus intenciones ya habían quedado expuestas a finales de mayo anterior, cuando acogió la cumbre anual de la Liga Árabe en la capital iraquí.

A puerta cerrada, el dictador advirtió entonces a sus pares que consideraba una “agresión económica” la superproducción de petróleo de Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos.

Cabe recordar que Irak acababa de salir de ocho años de guerra con Irán, una desastrosa aventura a la que se lanzó tras la revolución que derrocó al Sha en ese país en 1979, y necesitaba un precio alto del barril para financiar su reconstrucción. Aunque algunos líderes le habían apoyado ante el temor de que Teherán hiciera buena la promesa de extender la revolución, sus vecinos tampoco le tenían mucha simpatía.

A mediados de julio el gobierno iraquí acusó a Kuwait de robar crudo del campo petrolífero de Rumaila, en la frontera entre ambos países, y amenazó con tomar medidas militares. Ante la falta de reacción de sus interlocutores, Saddam hizo realidad su palabra e invadió el emirato.

Ante una violación flagrante del derecho internacional, la ONU impuso sanciones económicas a Irak, que no mucho después se reforzaron mediante un embargo. Además la coalición internacional que encabezó Estados Unidos advirtió que habría consecuencias si no se liberaba a Kuwait y se hacía respetar el Derecho internacional.

Desde ese momento los países agrupados en torno de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad intentaron poner en marcha acuerdos para alcanzar una solución pacífica por la vía diplomática pero todos los intentos resultaron vanos. La obstinación de Saddam y su exaltación por impulsar el conflicto pudieron más que las gestiones de paz.

Así se llegó a la fecha límite dada por Naciones Unidas para iniciar la primera guerra del Golfo Pérsico y la posterior operación Tormenta del desierto, el 17 de enero de 1991, cuando la fuerza multinacional emprendió bombardeos desde el aire y desde el mar, destruyendo objetivos militares, infraestructuras e industrias iraquíes.

Las hostilidades duraron solo 43 días. Y con excepción de las 100 horas justas de la campaña terrestre, durante las seis primeras semanas de la guerra la acción fue esencialmente aérea.

Efectos

En entrevista, el doctor en Relaciones Internacionales y Profesor-Investigador de tiempo completo en el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad del Mar (UMAR), David Sarquís Ramírez, señala que en términos regionales la guerra del Golfo debilitó a Irak, país que en ese momento tenía el cuarto ejército más grande del mundo y se estaba convirtiendo en una potencia regional con el apoyo de Estados Unidos, que se mostraba preocupado por contener el avance de la Revolución Islámica en Irán.

Añade que esta guerra provocó el estancamiento de Saddam, quien no fue derrocado pero quedó cercado y con fuertes sanciones a su país aplicadas por Naciones Unidas.

Paradójicamente, por un lado, de ser aliado Irak pasó a ser enemigo de EU; y, por otro, la guerra favoreció que Irán progresivamente se convirtiera en la potencia regional.

—¿Se puede considerar que aquella guerra detonó el caos geopolítico que a la fecha se registra en esa zona del mundo?

—Sin duda las relaciones regionales de liderazgo cambiaron. La situación de caos que se creó en Irak luego de la guerra exacerbó el enfrentamiento entre sunitas y chiitas, dividiendo más a ese país y dando lugar al surgimiento de las raíces del grupo terrorista Estado Islámico. Por otra parte, en la medida en que Irán se fue empoderando en la región las alianzas y lealtades fueron cambiando. Arabia Saudita y Turquía, aliados de Estados Unidos, mostraron su desconfianza y alejamiento respecto de Irán ante las medidas que realizaba, como fueron el apoyo a las facciones chiitas que crecieron mucho en Líbano y Siria.

De tal suerte, puntualiza, que “para principios del siglo actual encontramos un enjambre terriblemente confuso de fuerzas jalando para un lado y para el otro, convirtiendo a la región de Oriente Medio en una zona terriblemente volátil y conflictiva, donde la tapa de la olla de presión voló con el movimiento de la Primavera Árabe en 2011”.

Zvonimir Martinic Drpic, profesor de Historia Moderna y Contemporánea de la ‎Universidad de Chile, coincide: “El término de la guerra del Golfo significó la anulación de Irak como posible Estado hegemónico de la región, pero también dejó claramente de manifiesto que las relaciones regionales de liderazgo habían cambiado; en adelante ningún Estado de la región podría desarrollar una política propia en la zona sin que Estados Unidos estuviese de acuerdo. Y lo que es más importante, el fin del conflicto permitía a EU controlar los recursos petroleros de Oriente Medio”.

Por otra parte, quedó claro que la administración Bush estaba determinada a hacer de la guerra contra Irak no tan solo un ejemplo de su nueva doctrina militarista internacional de guerra preventiva sino a utilizarla como un detonante que inauguró la vía para una amplia remodelación de Oriente Medio que incluía el fin de los reclamos palestinos por lo que consideran su territorio ante Israel, la aparición de nuevos Estados y la pérdida de influencia de los viejos aliados, Arabia Saudita y Egipto.

—Doctor Sarquís, como factor económico, ¿qué consecuencias trajo este conflicto?

—Para ello debemos remontarnos al fin de la de la Guerra Fría, en noviembre de 1989, cuando cae el muro de Berlín. Estados Unidos queda como potencia única y se supone que ante esto vamos a transitar a un orden o un esquema bipolar hacia un nuevo orden mundial que propone el presidente de Estados Unidos, George Bush padre, el cual empieza a trabajarse en términos prácticos a través del llamado Consenso de Washington, término acuñado por el economista John Williamson, que es prácticamente la imposición del orden neoliberal en el mundo. En este se habla de una esperanza de paz gracias a la diseminación del modelo neoliberal por todo el planeta bajo la guía de los estadunidenses.

La guerra del Golfo de alguna manera señala que ese optimismo que se había vivido era muy precipitado. “Diversos analistas anunciaban que en lugar del choque ideológico anterior, capitalismo versus socialismo, ahora habría enfrentamientos de de grupos étnicos con perfiles culturales distintos, y al día de hoy han tenido razón. Todos estos enfrentamientos étnicos culturales se materializan en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que provocan un cambio dramático en el escenario internacional, donde Estados Unidos abandona la esfera del multilateralismo que había tratado de inculcar durante toda la década de 1990”.

Así, a principios del nuevo milenio “nos damos cuenta de que la tan ensalzada globalización que debería traer paz y prosperidad en realidad ensanchó la brecha entre los países desarrollados y los subdesarrollados. La crisis de 2008 exacerbó todo el crecimiento antiglobalista y los propios países desarrollados empezaron a sentir los efectos negativos de la globalización con desempleo, inflación y grandes flujos migratorios. Esto hizo resurgir el nacionalismo, el proteccionismo y la xenofobia que ahora lleva al poder a personajes como Donald Trump en Estados Unidos y el alza de muchos de los partidos radicales de derecha en Europa y en la propia América Latina”.

—¿La guerra del Golfo es un parteaguas como lo fue el fin de la Guerra Fría?

—El mundo de hoy de alguna manera es muy distinto al del término de la Guerra Fría y el del inicio de la guerra del Golfo. En primer lugar porque la promesa del tema neoliberal no se cumple. En segundo, porque Estados Unidos no logró mantener la hegemonía en un orden unipolar y le brotaron por varios lados competidores, bien sea en lo económico o lo tecnológico, que cuestionan su hegemonía universal. Y en tercer lugar porque la democracia representativa y liberal que se requiere para acompañar la economía de libre mercado tampoco cuaja fácilmente entre todas aquellas sociedades acostumbradas a regímenes de hombres fuertes apoyados por un sector militar acostumbrado a reprimir a las masas.

RECUADRO

Cronología.

2 de agosto de 1990 Irak invade a Kuwait. La condena del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no se hace esperar. La resolución 660 exige la retirada inmediata de las fuerzas iraquíes de todos los territorios de Kuwait.

6 de agosto de 1990 La resolución 661 del Consejo de Seguridad de la ONU impone sanciones económicas a Irak.

29 de noviembre de 1990 La resolución 678 autoriza a los Estados cooperantes de Kuwait a usar todos los medios necesarios para hacer cumplir la resolución 660, autorizando, de esta manera, la declaración de guerra.

17 de enero de 1991 Comienza la operación Tormenta del desierto bajo el mando del general estadunidense Norman Schwarzkopf.

18 de enero de 1991 Irak ataca a Israel para implicar a este país en el conflicto.

20 de enero de 1991 Irak dispara diez misiles Scud sobre Arabia Saudita, sin alcanzar sus objetivos.

6 de febrero de 1991 El rey Hussein de Jordania abandona la neutralidad para apoyar a Irak. Cientos de refugiados palestinos llegan a Jordania.

22 de febrero de 1991 George Bush padre da un plazo de 24 horas a Irak para desocupar Kuwait.

24 de febrero de 1991 Comienza la ofensiva terrestre.

25 de febrero 1991 Radio Bagdad informa que Saddam Hussein ordenó la retirada de sus tropas. Saddam incendia 650 pozos de petróleo.

28 de febrero de 1991 Se declara el cese de hostilidades y la liberación de Kuwait.

Fuente: Historia del Siglo 20