2022: EL AÑO DE LA RESILIENCIA Y LOS ANTICOVID DE NUEVA GENERACIÓN

El año inició con más de 283 millones de contagios

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Internacional
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Dentro de dos meses se cumplirá el segundo aniversario de la declaración de la pandemia de SARS-CoV-2 que este último par de años marcó el derrotero de la humanidad, orillando a que 2020 prácticamente transcurriese en blanco mientras 2021 orbitó al compás de la evolución de las nuevas variantes del virus y de la inmunidad proporcionada por las diversas vacunas antiCovid.

El nuevo año que recién inicia será el de la resiliencia de personas, familias y empresas obligadas a readaptarse y reinventarse por el letargo de una urgencia sanitaria que continúa condicionando el reloj económico del mundo.

Desde octubre pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) especula con declarar el final de la pandemia en algún momento de 2022. Su titular, Tedros Adhanom, duda; pero otras veces parece muy decidido, así como parte de su equipo.

¿De qué depende esta declaración? De que el patógeno pierda eficacia y sea menos letal y termine siendo un virus estacional; y de que surjan mejores placebos, sueros y medicinas para todos.

La esperanza es que las nuevas vacunas tengan una mayor capacidad inmunogénica ante la velocidad de variantes que el virus presenta. La empresa española Hipra prepara la suya propia con base en proteínas recombinantes con la finalidad de proteger ante las nuevas variantes. Los ensayos revelan una alta eficiencia y eficacia ante Ómicron; la intención de las autoridades sanitarias es tenerla lista de cara al verano.

Pero también hay otras cuyo cometido es además esterilizar a la persona contra el virus, evitar que lo propague. Y para eso se desarrollan vacunas nasales: Rusia anunció para el primer trimestre del año su versión nasal de Sputnik V, que protegerá contra Ómicron.

Tanto prevenir la infección como cortar la transmisión es la meta de la otra vacuna nasal española que lidera el virólogo Luis Enjuanes, director del Laboratorio de Coronavirus y que sigue en fase de experimentación.

Antes de concluir 2021 Adhanom afirmó que “el mundo tiene las herramientas para acabar con esta calamidad” y admitió que la fase más fuerte de la pandemia “ya quedó atrás y solo hay que aguardar a que remita”, lo que bien podría ser en 2022.

En todo caso, a criterio de la OMS, levantar la declaración de pandemia no implica que el virus se haya extinguido: continuará provocando brotes y fallecimientos (con mayor incidencia en los no vacunados) y habrá reinfecciones; seguirá siendo útil el uso de la mascarilla y guardar precauciones, sobre todo en espacios interiores.

Mike Ryan, director de Emergencias de la OMS, recién afirmó al respecto que “la fase aguda de la pandemia tal y como la conocemos ahora, con hospitalizaciones y muertes, puede acabar el año que viene, aunque el virus permanecerá entre nosotros”.

Ryan pide no cantar victoria de forma anticipada porque “queda un camino lleno de baches”, hay un rezago en la vacunación en varios países en distintos continentes y mientras unos ponen las primeras dosis otros van en la cuarta, como acontece con Israel. Pero hay una luz al final del túnel.

Sin lugar a dudas la recuperación económica prevalecerá atada a la evolución del virus, lo que añade una enorme dosis de incertidumbre al futuro inmediato, con nuevas variantes de preocupación detectadas, como aconteció con Alpha, Beta, Gamma, Delta y recientemente Ómicron.

En los primeros días del año Francia advirtió que identificó otra variante derivada de la República del Congo, que el Instituto Hospitalario Universitario de Marsella nombró como IHU y B.1.640.2, de la que hasta el momento se tiene poca información.

Hay otras circunstancias con los casos de Flurona, una infección provocada en una persona cuando al mismo tiempo tiene el virus de la gripe y el coronavirus. Israel reporta algunos casos, al igual que Cataluña, sin que hasta el momento los epidemiólogos encuentren una mayor gravedad en la recombinación.

Al respecto, Juan Jesús Gestal Otero, experto en salud pública en España, declaró a TVE que esta recombinación lo que indica es “que el Covid se debilita, lo que podría significar el principio del fin de la pandemia”.

Mientras solo se trabaja con hipótesis, hay unos sectores que siguen más vulnerables que otros, sobre todo los relacionados con el turismo, los viajes, la hostelería y el ocio.

Si 2021 fue el año de la recuperación luego del frenazo productivo y económico que provocaron los confinamientos y las cuarentenas masivas de un año antes, con un PIB mundial que según la OCDE podría haber rebotado hasta 6.8%, para 2022 el escenario al que confluyen tanto la OCDE como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial avizora un PIB mundial no superior a 5 por ciento.

Hay muchos pendientes para que la economía vuelva a carburar como lo hacía antes de la pandemia: siguen sin restituirse totalmente las cadenas de suministro en varias materias primas no solo necesarias para el sector primario de la producción e igualmente hay bienes intermedios que no llegan con la celeridad acostumbrada, lo que afecta a sectores torales como la industria automotriz.

A su vez, el mercado laboral no termina de recuperar del todo los niveles de empleo y de ocupación prepandemia. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima la destrucción de empleos cercana a los 125 millones de puestos perdidos.

La OIT indica que es imprescindible estimular la economía y el empleo a través de una política fiscal activa, de una política monetaria flexible y de conceder préstamos y ayuda financiera a sectores específicos en el que incluye al sector salud. Para el organismo es necesario fortalecer la capacidad y la resiliencia de las organizaciones de empleadores y de trabajadores.

Un menor crecimiento

El rebote del año pasado pasa a una etapa en que la economía buscará crecimientos más estables. Para ello necesita superar la fase pandémica, así es que 2022 será un año con un menor PIB, según estiman los principales organismos internacionales.

Ni China se librará de la desaceleración. El gigante asiático requiere crecimientos por arriba de 8% para sostener su expansión económica. Dentro del espectro global solo India tiene la previsión de lograr un PIB que podría oscilar entre 7.5% estimado por el Banco Mundial y 8.5% según el FMI. Para China, en cambio, se avizora un PIB entre 5.1% según la OCDE y 5.6% de acuerdo con el FMI.

Las previsiones de PIB mundial van por la misma tónica: 4.3% según el Banco Mundial; 4.5% en apuntes de la OCDE y 4.9% para los analistas del FMI.

El desempeño estadunidense tiene los pronósticos más discordantes; mucho depende del efecto inmediato que surtan los planes de estímulos y de infraestructura por 1.2 billones de dólares y del resultado de las elecciones legislativas que pondrán a prueba al Partido Demócrata del presidente Joe Biden, quien cumplirá su primer año en el gobierno con un marcado desgaste político, electoral y físico.

Los augurios para la economía estadunidense oscilan desde 3.7% previsto por la OCDE y 4.2% por el Banco Mundial, hasta 5.2% del FMI. Habrá una especial atención a los movimientos en las tasas de interés de la Reserva Federal.

En el caso de Europa, la eurozona tiene estimaciones más coincidentes: de 4.3% según el FMI y la OCDE; de 4.4% de acuerdo con el Banco Mundial.

España tiene la mejor previsión en torno de 5.5% o hasta 6.4%, muy por encima de los cálculos para Alemania y Francia; mientras que Reino Unido podría llegar a 5%, según lo avizora el FMI.

Para el caso de América Latina, México y Brasil son las economías más preponderantes según muchos inversionistas foráneos que miran a la región en busca de oportunidades para comprar empresas tocadas por la pandemia.

México enfrenta expectativas de crecimiento que parten de 3% por el Banco Mundial o bien 3.3% según la OCDE, hasta 4% en los números del FMI.

En Brasil, que tendrá comicios presidenciales así como para elegir representantes legislativos, la inestabilidad e incertidumbre que añaden las elecciones son un factor de presión sobre las estimaciones económicas, además del golpe de efecto que la mala gestión de la urgencia sanitaria ha tenido y tiene en el país carioca. El presidente Jahir Bolsonaro piensa presentarse a la reelección, mientras que el izquierdista Lula da Silva, por el Partido de los Trabajadores, ya manifestó su intención de contender. El proceso electoral tendrá una primera vuelta el 3 de octubre y una segunda vuelta el 30. El PIB estimado es marginal: la OCDE lo cifra en 1.4%; el FMI en 1.5% y el Banco Mundial es más halagüeño con 2.5%.

Vencer a los fantasmas

En el documento intitulado World Economic Outlook, elaborado por el FMI, sus analistas abordan la recuperación durante la pandemia y sus disrupciones y advierten de una “peligrosa divergencia” en las perspectivas económicas de todos los países.

Mientras el grupo de economías avanzadas recuperará su trayectoria de producción prepandémica en 2022 y la superará en 0.9% en 2024, para los mercados emergentes y en desarrollo su producción agregada —excluyendo a China— permanecerá 5.5%, por debajo del pronóstico prepandémico en 2024.

“Estas divergencias económicas son consecuencia de las grandes disparidades en el acceso a las vacunas y en el apoyo a las políticas. Si bien casi 60% de la población de las economías avanzadas está completamente vacunada y algunas reciben inyecciones de refuerzo, alrededor de 96% de la población de los países de bajos ingresos sigue sin vacunarse”, remarca el estudio.

De hecho, el año arrancó con múltiples contagios provocados por Delta y sobre todo por Ómicron. Muchas empresas en diversas partes del mundo tienen a una parte de su plantilla laboral en cuarentena de siete a diez días, lo que significa un costo y una merma. En muchos casos líneas aéreas han cancelado vuelos, sobre todo en Estados Unidos, porque sus pilotos dieron positivo a coronavirus.

La OMS señala que en cifras preliminares 2022 inició con más de 283 millones contagios en el mundo, la cifra de fallecidos supera los 5.4 millones de personas y se han administrado nueve mil 200 millones de dosis de vacunas antiCovid.

Por su parte, David Malpass, director gerente del Banco Mundial, asegura que la economía mundial experimenta una recuperación excepcionalmente fuerte pero muy desigual.

“El crecimiento global está configurado para alcanzar 5.6% en 2021, su mayor ritmo posterior a la recesión en 80 años, respaldado en parte por el acceso desigual a las vacunas. El crecimiento se concentra en unas pocas economías importantes, con la mayoría de los mercados emergentes y economías en desarrollo rezagadas”, apunta.

Durante 2022, añade Malpass, 90% de las economías avanzadas recuperará sus niveles de ingreso per cápita anterior a la pandemia, pero solo un tercio de los mercados emergentes lo hará.

“En los países de bajos ingresos los efectos de la pandemia revierten los avances anteriores en la pobreza, reducción y agravación de la inseguridad alimentaria y otros desafíos. La perspectiva global permanece altamente incierta, con grandes riesgos en torno de la trayectoria de la pandemia y la posibilidad de estrés financiero en medio de grandes cargas de deuda”, de acuerdo con el Banco Mundial.

Perspectivas económicas para 2022

País/Región OCDE FMI Banco Mundial

Mundo 4.5% 4.9% 4.3%

EU 3.7% 5.2% 4.2%

Eurozona 4.3% 4.3% 4.4%

Japón 3.4% 3.2% 2.6%

China 5.1% 5.6% 5.4%

India 8.1% 8.5% 7.5%

Brasil 1.4% 1.5% 2.5%

México 3.3% 4.0% 3.0%

Fuente: elaboración propia con datos de cada organismo

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