Varsovia, Polonia, 24 de febrero. El presidente de Polonia anunció que su país entregó los primeros carros de combate Leopard a Ucrania.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, Andrzej Duda señaló que estaba contento de que Polonia fuese el primero en hacer llegar los tanques avanzados al gobierno ucraniano.
Los tanques fueron entregados durante la visita del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, a Kiev el viernes, en el primer aniversario de la invasión rusa.
Polonia se comprometió a enviar 14 Leopard 2 de fabricación alemana a Ucrania, la misma cantidad que ofreció Alemania. El número de carros de combate que llegaron el viernes no estuvo claro de inmediato.
Por su parte, el ministro de Defensa de Polonia, Mariusz Blaszczak, anunció la instalación de “barreras preventivas” a lo largo de las fronteras del país con Rusia y Bielorrusia.
En un mensaje en Twitter el viernes, Blaszczak señaló que las barreras eran elementos de “defensa y disuasión estratégica”.
En tanto, en Estonia, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, indicó que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se estaba “preparando para más guerra” y que quiere una Europa en la que el Kremlin “pueda dictar lo que hacen los vecinos”.
Stoltenberg realizó las declaraciones en la capital de Estonia, Tallin, donde participó junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en los actos por el Día de la Independencia de la nación báltica.
Von der Leyen indicó que el mandatario ruso no ha logrado ninguno de sus objetivos estratégicos y que Moscú está cada vez más aislado, citando la aprobación en la víspera de una resolución no vinculante de la Asamblea General de Naciones Unidas que pide el cese de las hostilidades rusas en Ucrania y la retirada de sus tropas del país.
Stoltenberg apuntó que invitó al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, a una cumbre de la OTAN en Lituania en julio.
En el frente de guerra, los ataques rusos dejaron al menos tres civiles muertos y 19 heridos en las últimas 23 horas, dijo la oficina de la presidencia ucraniana el viernes.
En las inmediaciones de las ciudades de Bájmut, Vuhledar y Avdiivka, en la provincia oriental de Donetsk, seguían librándose intensos combates que se cobraron la vida de dos civiles y causaron heridas a otros siete, agregó.
Las fuerzas del Kremlin lanzaron ataques aéreos y de artillería contra 18 localidades de Donetsk en las últimas 24 horas, incluyendo la ciudad de Kramatorsk, donde está el cuartel general de las tropas ucranianas en la región.
El gobernador de la vecina provincia de Luhansk, Serhii Haidai, indicó que los enfrentamientos continuaban en torno a Kreminna, donde los rusos rompieron brevemente las defensas ucranianas antes de ser repelidos. Según Haidai, las fuerzas rusas se estaban reagrupando y movilizando más efectivos y armas tras sufrir grandes pérdidas en ataques infructuosos.
La ofensiva rusa alcanzó también la ciudad de Kupiansk y aldeas próximas en la provincia de Járkiv, en el noreste, donde siete personas resultaron heridas; y al menos un civil murió y otros tres sufrieron lesiones en la región de Jersón.
En Móscú, un alto cargo ruso afirmó que Rusia debe capturar la mayor cantidad de territorio ucraniano posible para garantizar una paz estable.
Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, señaló el viernes que si el Kremlin no logra derrotar totalmente a Ucrania, el eventual acuerdo de paz no sería estable y sentaría las bases para que vuelvan a surgir las hostilidades en el futuro.
Según Medvedev, que es el segundo del presidente Vladímir Putin en el Consejo, Estados Unidos llevaría el peso en las futuras conversaciones de paz con el objetivo de “debilitar a Rusia todo lo posible”.
En una publicación en una aplicación de mensajería, indicó que Rusia debería “alejar las amenazas (...) lo máximo posible, aunque sea en la frontera de Polonia”.
Medvedev, que ocupó la presidencia de Rusia entre 2008 y 2012 cuando Putin tuvo que ejercer de primer ministro por la limitación de mandatos, se ha convertido en uno de los miembros más belicistas del entorno del actual mandatario.
En el plano comercial, Gran Bretaña impuso más sanciones a las empresas que suministran material de combate a las tropas de Moscú en el primer aniversario de su invasión de Ucrania.
El gobierno británico anunció que prohibirá la exportación a Rusia de todos los artículos empleados en el conflicto, incluyendo piezas de aviones, equipos de radio y componentes electrónicos de armas.
La lista incluye a ejecutivos de varios bancos rusos, compañías de defensa y a la propia empresa estatal rusa de energía nuclear, Rosatom.
Entre los sancionados hay cinco directivos de la firma aeronáutica iraní Qods, que fabrica los aviones no tripulados armados que el Kremlin ha utilizado para atacar infraestructura ucraniana.
Durante una conferencia telefónica con los lídres del G7, el primer ministro británico, Rishi Sunak, instará a los aliados occidentales a entregar más armas a Kiev para darle una “ventaja decisiva en el campo de batalla”.