ROMA, octubre 28.- El papa León XIV instó el martes a los maestros católicos a centrado menos en los resultados profesionales y más en educar a los estudiantes para que tengan vidas espirituales ricas y usen la tecnología de maneras que prioricen la dignidad humana.
León emitió una serie de directrices para los educadores católicos durante una celebración especial del Año Santo que ha reunido a miles de maestros, estudiantes y administradores en Roma.
El breve texto que León escribió el lunes en una misa para los peregrinos del Jubileo, es una actualización de un documento del Vaticano de 1965 que establece las prioridades para los educadores católicos, adoptados durante el Concilio Vaticano II, las reuniones de la década de 1960 que modernizaron la iglesia.
La Iglesia Católica es uno de los principales actores mundiales en educación, operando más de 225.000 escuelas primarias y secundarias e inscribiendo a unos 2,5 millones de estudiantes en universidades católicas de todo el mundo, según estadísticas del Vaticano. León fue educado por los agustinos y es miembro de la orden religiosa agustiniana, que pone un énfasis especial en la búsqueda de la verdad de San Agustín y el mandato "Tolle, lege" ("Toma y lee").
En el texto, León repitió que los padres son los principales educadores de sus hijos y que las escuelas católicas deben cooperar con ellos, no reemplazarlos. Y afirmó que los maestros católicos deben ser modelos para sus estudiantes.
"Los educadores están llamados a una responsabilidad que va más allá de su contrato laboral: su testimonio vale tanto como sus lecciones", escribió, pidiendo una formación continua para los maestros católicos tanto en campos académicos como espirituales.
No mencionó temas como la vida privada de los maestros o su orientación sexual, evitando las polémicas sobre casos en los que maestros homosexuales han sido despedidos por escuelas católicas en Estados Unidos.

