Islamabad, Pakistán, 15 de octubre. Pakistán anunció que acordó un alto el fuego de 48 horas con Afganistán tras días de violencia que han dejado decenas de muertos en ambos lados de la frontera.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán indicó que el alto el fuego fue a solicitud de Afganistán.
Momentos después, el portavoz principal del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, señaló que la tregua fue a “insistencia” del lado paquistaní. Su publicación en redes sociales en X no mencionó un plazo de 48 horas. Todas las fuerzas afganas han sido instruidas para observar el alto el fuego “siempre que nadie lo viole”, añadió Mujahid.
Pakistán acusa a Afganistán de albergar grupos armados, una acusación que rechazan los gobernantes talibanes del país. Islamabad está lidiando con ataques milicianos que han aumentado desde 2021, cuando los talibanes tomaron el poder en Afganistán.
La escalada de tensiones probablemente desestabilizará una región donde grupos, incluidos el Estado Islámico y Al Qaeda, están tratando de establecerse y resurgir.
Antes del anuncio del alto el fuego, Pakistán reportó que sus tropas mataron a decenas de fuerzas de seguridad afganas y milicianos en combates nocturnos. Los enfrentamientos se habían detenido brevemente el domingo tras los llamamientos de importantes potencias regionales, incluidas Arabia Saudí y Qatar.
Las fuerzas paquistaníes indicaron que habían repelido asaltos “no provocados”, pero negaron haber atacado a civiles después de que el gobierno talibán dijo que más de una docena de civiles afganos murieron y más de 100 resultaron heridos cuando Pakistán atacó sitios en un área fronteriza de la provincia sureña de Kandahar en Afganistán.
Mujahid, el portavoz principal del gobierno talibán, apuntó anteriormente que Pakistán utilizó armas ligeras y pesadas en ataques en Spin Boldak en Kandahar. Las fuerzas afganas respondieron al fuego y mataron a varios soldados paquistaníes, tomaron puestos militares y capturaron armas, incluidos tanques, añadió Mujahid.
El Ejército de Pakistán también apuntó a escondites militantes en la capital afgana, indicaron dos funcionarios de seguridad paquistaníes bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los medios.
Personas en la ciudad fronteriza paquistaní de Chaman informaron que cayeron morteros cerca de aldeas y se vio a algunas familias huyendo temprano el miércoles.