Dubái, Emiratos Árabes Unidos, 4 de noviembre. El secretario general de Naciones Unidas advirtió que la guerra en Sudán "se está saliendo de control" luego que una fuerza paramilitar tomara la ciudad de El Fasher en Darfur, que está sitiada y azotada por la hambruna.
En declaraciones en Qatar, António Guterres pidió un alto el fuego inmediato en el conflicto de dos años, que se ha convertido en una de las peores crisis humanitarias del mundo.
"Cientos de miles de civiles están atrapados por este asedio", afirmó Guterres. "La gente está muriendo de desnutrición, enfermedades y violencia". Señaló que existen "reportes creíbles de ejecuciones generalizadas desde que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) entraron en la ciudad".
Las FAR presuntamente mataron a más de 450 personas en un hospital y cometieron asesinatos de civiles y agresiones sexuales contra etnias concretas al tomar la ciudad la semana pasada. Sitiaron El Fasher durante 18 meses, cortando gran parte de la entrada de alimentos y otros suministros necesarios para decenas de miles de personas.
Las FAR han negado haber cometido atrocidades, pero los testimonios de quienes huyen, los videos en línea y las imágenes satelitales ofrecen una visión apocalíptica de las secuelas de su ataque. El alcance total de la violencia sigue siendo incierto debido a las malas comunicaciones en la región.
Instan a frenar el ingreso de armas a Sudán
La guerra entre las FAR y el ejército sudanés devasta el país desde abril de 2023. Más de 40 mil personas han sido asesinadas, según cifras de la ONU, pero los grupos de ayuda subrayan que el verdadero número de muertos podría ser muchas veces mayor.
Los combates han desplazado a más de 14 millones de personas de sus hogares y han avivado brotes de enfermedades. Dos regiones de Sudán están lidiando con la hambruna, la cual amenaza con extenderse.
Cuando se le preguntó si creía que había una opción de establecer una misión de paz internacional en Sudán, Guterres respondió que era importante "reunir a toda la comunidad internacional y a todos aquellos que tienen influencia en relación con Sudán para detener los combates".
Guterres consideró que es esencial asegurarse de que " no entren más armas en Sudán".
"Necesitamos crear mecanismos de rendición de cuentas porque los crímenes que se están cometiendo son horrendos", agregó.
Ayer, siete personas, incluidos niños, murieron en un ataque con drones de las FAR en un hospital pediátrico en Kernoi, en el norte de Darfur, según la Red de Médicos de Sudán, un grupo médico que sigue de cerca el conflicto. Otras cinco personas, dos de ellas niños, resultaron gravemente heridas.
Nuevas voces de El Fasher
Casi 71 mil personas han sido desplazadas desde que las FAR tomaron el control de El Fasher, según la agencia de migración de la ONU. Unos pocos miles han llegado al campamento de desplazados más cercano en Tawila, a 65 kilómetros (40 millas) de distancia, de acuerdo con el Consejo Noruego para Refugiados, que gestiona el campame

