Washington, Estados Unidos, 3 de junio. El crecimiento económico de Estados Unidos se desacelerará al 1.6% este año, en comparación con el 2.8% del año pasado, ya que las erráticas guerras comerciales del presidente Donald Trump están perturbando el comercio global, aumentando los costos y dejando a las empresas y consumidores paralizados por la incertidumbre.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pronosticó el martes que la economía de Estados Unidos —la más grande del mundo— se desacelerará aún más hasta sólo el 1,5% en 2026. Las políticas de Trump han elevado las tasas arancelarias promedio de Estados Unidos de alrededor del 2.5% cuando regresó a la Casa Blanca al 15.4%, la más alta desde 1938, según la OCDE. Los aranceles aumentan los costos para los consumidores y los fabricantes estadounidenses que dependen de materias primas y componentes importados.
El crecimiento económico mundial se desacelerará a sólo el 2.9% este año y se mantendrá allí en 2026, según el pronóstico de la OCDE. Esto marca una desaceleración sustancial respecto al crecimiento del 3,3% global del año pasado y del 3.4% en 2023.
La economía mundial ha demostrado ser notablemente resiliente en los últimos años, continuando su expansión de manera constante —aunque no espectacular— frente a choques globales como la pandemia de COVID-19 y la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Sin embargo, el comercio global y las perspectivas económicas se han visto nublados por los amplios impuestos de Trump sobre las importaciones, la forma impredecible en que los ha implementado y la amenaza de represalias de otros países.
Revirtiendo décadas de política estadunidense a favor de un comercio mundial más libre, Trump ha impuesto impuestos del 10% —aranceles— sobre las importaciones de casi todos los países del mundo junto con aranceles específicos sobre el acero, el aluminio y los automóviles. También ha amenazado con más impuestos a las importaciones, incluyendo una duplicación de sus aranceles sobre el acero y el aluminio al 50%.
Sin mencionar a Trump por su nombre, el economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira, escribió en un comentario que acompañó el pronóstico que “hemos visto un aumento significativo en las barreras comerciales así como en la incertidumbre de la política económica y comercial. Este fuerte aumento en la incertidumbre ha impactado negativamente en la confianza empresarial y del consumidor y está destinado a frenar el comercio y la inversión”.
En un movimiento que incrementa la incertidumbre en torno a las guerras comerciales de Trump, un tribunal federal en Nueva York bloqueó la semana pasada la mayoría de los aranceles de Trump, dictaminando que había excedido su autoridad al imponerlos. Luego, una corte de apelaciones permitió que el gobierno continuara recaudando los impuestos mientras las apelaciones avanzaban en los tribunales de Estados Unidos.
Se pronostica que China —la segunda economía más grande del mundo— verá su crecimiento desacelerarse del 5% del año pasado al 4.7% en 2025 y al 4.3% en 2026. Los exportadores chinos se verán afectados por los aranceles de Trump, obstaculizando una economía ya debilitada por el colapso del mercado inmobiliario del país. Parte del daño será compensado por la ayuda del gobierno: el mes pasado, Beijing delineó planes para reducir las tasas de interés y fomentar los préstamos bancarios, así como asignar más dinero para mejoras en fábricas y cuidado de ancianos, entre otras cosas.