Las divisas globales en su mayoría se vienen apreciando frente al dólar debido a expectativas de que el crecimiento de EU se resentirá con las medidas de política económica que implementa Donald Trump.
La debilidad del dólar en el mercado de divisas tiene vueltos locos a los inversores, así como a los participantes en el comercio mundial y a los asesores financieros porque se ha instalado una burbuja de incertidumbre trasladando sendas dosis de negatividad a las expectativas económicas en el corto plazo.
En los últimos días la corona sueca se ha fortalecido 17% respecto de la divisa norteamericana; la libra esterlina lo ha hecho 9.7%; y el euro se ha revalorizado 14% hasta llegar a los 1.17 por dólar, cuando apenas en diciembre pasado cerró en 1.04.
Los pronósticos de diversas casas de análisis incluso prevén que el dólar siga depreciándose todavía más y en 2026 oscile entre 1.26 a 1.28 euros.
En la opinión de Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas de España, las divisas globales en su mayoría se vienen apreciando contra el dólar ante las expectativas de que el crecimiento de Estados Unidos se resentirá con las medidas de política económica implementadas por el presidente Donald Trump. “Lo que está depositándose actualmente son expectativas negativas y cuando las hay se cotiza a la baja”, afirma.
El propio Trump, puntualiza, “exponía el año pasado que la fortaleza de su divisa frente al yen japonés y el yuan chino suponía una tremenda carga para la industria de su país”.
Para este destacado economista de larga trayectoria la debilidad observada en el dólar puede ser transitoria: aun cuando hay casas de análisis que la visualizan más allá de 2026, Pedraza cree que será un fenómeno solo de corto plazo, “aunque no sabemos a ciencia cierta lo que entrañará la política de Trump”.
En entrevista con Vértigo explica que, como es lógico, hay preocupación a nivel global por una posible recesión en la economía norteamericana debido a las propias políticas arancelarias anunciadas por Trump.
“Pero, repito, no lo sabemos, porque tenemos una política incierta. Hay incertidumbre a nivel global y eso juega contra el dólar. Trump está obsesionado con el déficit comercial y cree que el resto del mundo se aprovecha de Estados Unidos. Entonces, quiere subsanarlo; pero será muy difícil hacerlo en el corto plazo”.
Igualmente, el dólar está resentido porque la agencia de calificación Moody’s rebajó el rating de la deuda soberana de EU dejando al país sin su máxima nota de solvencia al degradarlo de triple A hasta A1. Lo hizo aduciendo un aumento de los niveles de la deuda pública y su costo para el presupuesto federal.
Esta acción genera desconfianza y encima la prima de riesgo de la economía estadunidense está en 173 puntos (por ejemplo, la prima de riesgo en España descendió recientemente a 54.5 puntos básicos).
Pedraza, quien es también presidente ejecutivo de la Fundación Manuel Alcántara, coincide en señalar que los dos grandes problemas que arrastra la economía norteamericana son sus déficits gemelos: el déficit comercial y el déficit presupuestario; y no se subsanan con las medidas que Trump está tomando porque son más cosméticas que estructurales.
“La economía de Estados Unidos tiene que ser más competitiva y productiva. Trump ahora mismo está preocupado porque quiere que la Reserva Federal baje los tipos de interés. Quiere que esa reducción le ayude a su estrategia en el sentido de la productividad y de la generación de más PIB”, añade.
Política arancelaria
—De hecho, Trump está presionando para que renuncie el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, porque no mueve las tasas hacia abajo…
—La Fed se está conteniendo en bajar las tasas porque teme que la inflación repunte aún más, lo cual es lógico con un dólar débil. La inflación en Estados Unidos sí está alta en comparación con la de Europa. En junio los precios al consumidor en EU subieron 2.7% respecto del año anterior. Nosotros teníamos el objetivo de 2% de inflación y ya lo hemos conseguido; y España tuvo en junio una inflación de 2.3%. Creo que la Fed, ante las presiones, no tendrá más remedio que mover ficha y vendrán una o dos bajadas de tipos. Ahora mismo los tipos en Estados Unidos están en 4.3% y en Europa en 2.15 por ciento.
—¿No ve en esta debilidad del dólar el principio del fin de su reinado?
—Creo que a corto plazo el dólar seguirá en esta posición, tambaleándose un poco, pero a largo plazo no dejo de confiar en el dólar, porque su fortaleza está manifestada de varias formas: en el comercio mundial tiene un peso muy fuerte y es muy difícil que se caiga ese peso.
El dólar es una moneda de reserva mundial y preponderante para las transacciones comerciales: tiene 58% de peso en esas transacciones. Por eso es que Pedraza habla de la cuadratura del círculo a partir del dólar y de las decisiones en política arancelaria.
“En la cuadratura del círculo Trump intenta que el dólar baje para abaratar las exportaciones norteamericanas y, por otra parte, es contraproducente porque las importaciones que realiza se van a encarecer”, remarca el experto.
Trump ordenó en los últimos días el envío de diversas cartas a determinados países señalando el arancel que pagarán a partir del 1 de agosto por exportar a EU. En este sentido, sorprendió la imposición de un arancel de 35% para Canadá y de 30% para México, sus socios en el TMEC. Y la UE, que esperaba un arancel de 10%, también recibió una carta que le anunció 30 por ciento.
Para Pedraza, el presidente Trump está jugando con todos los países, presionándolos para ver si consigue respecto de ellos una mejor posición: “Pero después de ver los resultados que salgan de esta crisis momentánea con todo el tema de los aranceles y según se cimenten los datos económicos de Estados Unidos, entonces el dólar recuperará su fuerza”.
Recientemente se dio a conocer que el déficit comercial de EU en mayo se ubicó en 60 mil 820 millones de dólares y se está reduciendo la brecha comercial.
De hecho, en abril la brecha comercial se contrajo 55.5% hasta los 61 mil 600 millones de dólares, el nivel más bajo desde septiembre de 2023.
Preocupación
Pedraza explica que viene a bien recordar el Acuerdo Plaza, firmado en 1985 en un hotel de Nueva York, en el que se unieron Estados Unidos, Francia, Japón, Alemania y Reino Unido para debilitar el dólar.
Ahora Stephen Miran, quien es presidente del Consejo de Asesores Económicos de Trump, ve con buenos ojos repetir la estrategia para corregir la persistente sobrevaloración del dólar, que impide equilibrar sus cuentas exteriores.
“Pero estamos ante la cuadratura del círculo porque al mismo tiempo los norteamericanos quieren que su divisa siga como moneda de reserva internacional, que les permite financiar a tipos más bajos su deuda. Algo que no encaja con lo anterior”, indica.
Ese es el problema para la nueva administración americana que Pedraza subraya: “Tener un dólar más débil, déficit comercial más bajo, entradas de capital y que el dólar siga siendo clave en las reservas y pagos internacionales. Algo que se cuestiona por la apuesta por los aranceles, que pueden tener el efecto contrario: fortalecer al dólar”.
El también articulista prosigue con su explicación: “Una de las grandes incertidumbres es, precisamente, la evolución futura del dólar, atendiendo a que existen muchas contradicciones de cara a cuadrar ese círculo”.
Y es que en los momentos actuales, agrega Pedraza, las expectativas de mayores déficits públicos, rebajas de impuestos y desregulación más bien tienden a alimentar la apreciación nominal de la moneda norteamericana. “Pero los recortes fiscales masivos y el aumento del gasto en defensa y subsidios internos deben disparar el déficit público y las expectativas de mayor endeudamiento del tesoro, lo que presionaría a la baja al dólar en los mercados globales”.
Luego están otros factores a tomar en cuenta, como lo que Trump llama una política antiestadunidense orquestada por los BRICS (Brasil, India, China, Sudáfrica y Rusia), bloque cuyos países quieren su propia moneda, una distinta al dólar.
“China tiene un poder importantísimo para que su moneda se fortalezca y además yo veo un movimiento gradual. Quieren su propia moneda, que sea tan significativa como lo es el euro, que es ya la segunda moneda mundial después del dólar. Sin embargo, es un camino lento, son además economías muy dispares; para mí, no será un proceso fácil y en todo caso será a muy largo plazo que puedan conseguir su propia moneda”, apunta Pedraza.
—Vemos que hay diversos países que buscan crear acuerdos comerciales o bien fortalecer los ya existentes para tratar de desvincularse o bien aminorar su dependencia de EU. ¿Realmente funcionarán como contrapeso?
—Sí. Poco a poco, y quizá muy a mediano o largo plazo, pero lo van a conseguir. Hay que decir que está dándose una unión contra el proteccionismo norteamericano. La política de Trump es un proteccionismo a ultranza y por eso es tan contestada.
Explica: “Hay que verlo en la UE, que son 27 países con un mismo objetivo, un éxito, a pesar de sus problemas. Estas uniones comerciales acabarán prosperando, tanto como las que se produzcan en Asia alrededor de China o bien de India. China tiene un potencial tecnológico en tierras raras, igual que India, y para los norteamericanos es muy preocupante que puedan darse esas alianzas”.
—También está la pregunta que todos se hacen: ¿habrá recesión en EU? ¿Qué opina al respecto?
—Creo que ahora mismo hay expectativas exageradas por la incertidumbre. No sabemos si las políticas de Trump provocarán que la economía reviente. Las opiniones están divididas al respecto. Para mí, los datos actuales de la economía norteamericana no indican una recesión.