DELFINES DEL GOLFO DE MÉXICO DAN POSITIVO A FENTANILO

Delfines Fentanilo
Martha Mejía
Internacional
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Los opioides, junto con medicamentos que funcionan como relajantes y ansiolíticos, pudieron ser adquiridos a través de su dieta o por absorción directa de la piel.

Investigadores de la Universidad Texas A&M-Corpus Christi (TAMU-CC) dieron a conocer la presencia de fármacos humanos, incluidos opioides como el fentanilo, en delfines mulares (Tursiops truncatus) del Golfo de México.

El estudio, realizado en colaboración con la Administración Nacional de Oceanía y Atmósfera y la Consultoría Toxicológica de Precisión, destaca que los medicamentos, además de ser sustancias terapéuticas utilizadas en medicina humana y veterinaria para diagnosticar, tratar, curar o prevenir enfermedades, también se han convertido en microcontaminantes emergentes y son una preocupación mundial por su presencia en ecosistemas de agua dulce, ríos y océanos de todo el planeta.

Metodología

Al delfín mular también se le conoce como “delfín de nariz de botella” debido a su pico corto y ancho. Se trata de un mamífero grande y robusto con una talla máxima de cuatro metros y un peso de hasta 450 kilogramos.

Son animales muy sociales; suelen vivir en grupos que varían en tamaño desde unos pocos ejemplares hasta más de 100.

La revista científica iSciencese publicó el estudio, en el cual se analizaron 89 muestras de grasa corporal de delfines del Golfo de México, 83 de ellas a partir de ejemplares vivos y seis muestras posmortem.

El equipo de investigación, liderado por la bióloga marina Dara Orbach, analizó las muestras provenientes de tres zonas del Golfo de México, incluidas la bahía Redfish y la Laguna Madre en Texas, así como el estrecho de Mississippi.

De estas muestras, 30 especímenes dieron positivo a fármacos humanos, incluidos fentanilo, carisoprodol y meprobamato.

Las muestras resaltan que 18 delfines vivos y seis fallecidos contenían fentanilo, un opioide sintético utilizado regularmente como analgésico, pero que es mucho más potente que la morfina.

También las muestras históricas recolectadas en 2013 revelaron presencia de estos contaminantes, lo que sugiere que la situación persiste desde hace años.

“Los delfines se utilizan a menudo como bioindicadores de la salud del ecosistema en la investigación de contaminantes debido a su grasa rica en lípidos, que puede almacenar contaminantes y ser muestreado relativamente mínimamente invasivo en animales vivos”, indicó Orbach, profesora de Biología Marina en la TAMU-CC.

En México, de acuerdo con la NOM-059 la especie se encuentra bajo el estatus de “sujeta a protección especial” y en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como “preocupación menor”. No obstante, este estatus puede cambiar.

“Hallamos un delfín muerto en la bahía de Baffin, en el sur de Texas, dentro de un año de la mayor redada de drogas líquidas de fentanilo en la historia de Estados Unidos. Y los delfines de Mississippi constituyeron 40% de nuestras detecciones farmacéuticas totales, lo que nos lleva a creer que este es un problema de larga data en el medio marino”, indicó la líder de la investigación.

Riesgos

La investigación sugiere que las sustancias químicas detectadas pudieron ser adquiridas por los delfines a través de su dieta, al consumir peces, camarones u otros organismos contaminados, o mediante absorción directa por la piel.

En este sentido, los autores del estudio señalan que a través de biopsias remotas es posible obtener muestras de la capa más profunda de su piel que revelan la presencia de fármacos, pesticidas y otros contaminantes químicos.

“Los fármacos se han convertido en microcontaminantes emergentes y constituyen una preocupación mundial creciente, con impactos aún desconocidos en mamíferos marinos y otros ecosistemas acuáticos”, apuntó Orbach.

Además, la investigación titulada Pharmaceuticals in the Blubber of Live Free-Swimming Common Bottlenose Dolphins vincula los niveles más altos de contaminación con áreas afectadas por derrames de petróleo, tráfico marítimo y proliferación de algas, lo que sugiere que la actividad humana es un factor determinante.

Impacto en la salud humana

Debido a que los delfines comparten parte de su dieta con los humanos, como peces, camarones y otros organismos, este hallazgo —indican los científicos— podría ser un indicio de un problema más amplio que afecte incluso la seguridad alimentaria.

“La exposición crónica a los productos farmacéuticos y sus efectos acumulativos en los mamíferos marinos aún no se comprenden plenamente, pero su presencia en tres poblaciones de delfines en el Golfo de México subraya la necesidad de realizar estudios a gran escala para evaluar el alcance y las fuentes de contaminación”, señaló Orbach.

Los expertos advierten que la contaminación farmacéutica en el océano no solo afecta a las especies marinas, sino que también podría tener implicaciones a largo plazo para la salud de las personas.

Debido a que se encuentran muy cerca de la frontera con México, los estupefacientes tirados por la borda, los vertidos agrícolas o las aguas residuales humanas también podrían ser fuentes de sustancias químicas, indicó la investigadora.

“Nuestro equipo de investigación hace hincapié en la necesidad de una vigilancia proactiva de los contaminantes emergentes, especialmente en las regiones con grandes poblaciones humanas e importantes industrias pesqueras o acuícolas”, finalizó la especialista.

La investigación se puede consultar completa en la dirección https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2589004224027342?via%3Dihub.

Aspectos destacados

• Los delfines nariz de botella son especies bioindicadoras de la salud del ecosistema.

• Productos farmacéuticos se hallaron en la grasa de 30 delfines (24 vivos) del Golfo de México.

• Se detectaron fármacos como opiáceos, relajantes musculares y sedantes.

• Se detectaron productos farmacéuticos en 30% de todas las muestras.

• Fentanilo en todos los delfines posmortem.

• Productos farmacéuticos en 40% de las muestras históricas.

• Los productos farmacéuticos en el ecosistema marino parecen ser un problema de larga data.

Fuente: TAMU-CC