WASHINGTON (AP) — Las esperanzas de un rápido fin al cierre del gobierno de Estados Unidos se desvanecieron luego de que los demócratas se negaron a ceder en una votación en el Senado y el presidente Donald Trump preparó planes para ordenar despidos y recortes en todo el gobierno federal.
Tras la votación en la cámara alta para hacer avanzar un proyecto de ley republicano que reabriría el gobierno fracasó con un resultado de 54-44, muy por debajo de los 60 votos necesarios para poner fin al obstruccionismo y aprobar la legislación.
Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, anunció que ese recinto cerraría para asuntos legislativos la próxima semana, una medida destinada a forzar al Senado a trabajar con el proyecto de ley de financiación del gobierno que ha sido aprobado por los republicanos de la cámara baja.
Tras la votación fallida, los senadores se dirigieron rápidamente a las salidas del Capitolio, sin esperar más votaciones durante el fin de semana y mostrando pocos indicios de algún avance real para poner fin al estancamiento en el Congreso. En lugar de ello, ambas partes se prepararon para una prolongada lucha en torno al cierre que sumerge a los trabajadores federales en más incertidumbre, amenaza con repercutir en la economía más amplia, y le da al gobierno de Trump una oportunidad para reorganizar el gobierno federal.
“No sé cuántas veces les vas a dar una oportunidad de votar ‘no’”, dijo el líder de la mayoría del Senado, John Thune, en una conferencia de prensa el viernes. Después de la votación, informó que volaría a su casa en Dakota del Sur para el fin de semana, y agregó: “Estaré disponible”.
La votación permitió ver posiciones endurecidas en el Senado.
Los mismos tres miembros de la bancada demócrata —los senadores Catherine Cortez Masto, John Fetterman y Angus King— que anteriormente votaron en favor del proyecto de ley de financiación volvieron a hacerlo, y el senador Rand Paul fue una vez más el único republicano opuesto.