Gestión de la guerra contra Hamás causa discrepancias entre autoridades israelíes

Netanyahu rechazó llamados de Estados Unidos para suavizar su ofensiva

MOR-GEN ISRAEL-PALESTINOS
Foto: AP
Redacción
Internacional
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Jerusalén, enero 19.- Entre las autoridades israelíes han empezado a surgir discrepancias por la gestión de la guerra contra Hamás en Gaza. Un miembro de su gabinete de guerra planteó dudas sobre la estrategia para la liberación de los rehenes y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, rechazó los llamados de Estados Unidos para suavizar su ofensiva.

Solo un acuerdo de alto el fuego logrará la liberación de las docenas de rehenes que siguen en manos de insurgentes islamistas en Gaza y las afirmaciones de que pueden quedar libres por otros medios solo propagan “ilusiones”, dijo el exjefe del ejército Gadi Eisenkot, uno de los cuatro integrantes del gabinete, en sus primeros comentarios públicos sobre el curso de la guerra.

Las declaraciones de Eisenkot el jueves en la noche fueron el ultimo indicio de desacuerdos entre los líderes políticos y militares por la dirección de la campaña israelí contra Hamás, que está en su cuarto mes.

El operativo israelí — provocado por la incursión sin precedentes de Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre en la que murieron unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y unas 250 más fueron tomadas como rehenes -- ha pulverizado gran parte del sitiado enclave, donde viven unos 2,3 millones de personas. Israel dicen que en Gaza hay aún más de 130 rehenes, pero no se cree que todos sigan vivos.

La ofensiva, que es una de las campañas militares más letales y destructivas de la historia reciente, se ha cobrado la vida de cerca de 25.000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza, y desplazó a más del 80% de los residentes en el pequeño territorio.

El Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, dijo el viernes que 142 personas fallecieron y otras 278 resultaron heridas en la víspera, lo que eleva el total de víctimas mortales a 24.762 personas, y el de heridos a 62.108.

Israel ha cortado también la entrada de comida, agua y combustible. Varias docenas de camiones con suministros básicos llegan a diario al territorio, una pequeña parte del alrededor de 500 que lo hacían antes del conflicto. Tanto Estados Unidos como Naciones Unidas afirman que se necesita más ayuda.

El viernes se cumplió el séptimo día de bloqueo de las comunicaciones en el territorio, el más largo desde el inicio de la guerra, lo que obstaculiza la coordinación del reparto de la ayuda y las operaciones de rescate.

Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha proporcionado un firme respaldo militar y político a la ofensiva, pero ha incrementado los pedidos para que se suavice y se tomen medidas hacia el establecimiento de un estado palestino tras la guerra, una sugerencia que Netanyahu rechazó de forma rotunda.