SOUNI, Chipre.- Un devastador incendio forestal en la isla de Chipre ha dejado, hasta el momento, un saldo de al menos dos personas fallecidas y cientos de personas desplazadas, mientras autoridades locales y extranjeras intensifican los esfuerzos para contener las llamas que han arrasado más de 120 kilómetros cuadrados de terreno montañoso y boscoso.
Equipos de emergencia de varios países, incluidos Jordania, Israel, Líbano, España, Egipto y Grecia, se han sumado a las labores para combatir el fuego. Las autoridades chipriotas confirmaron que han llegado ya varias aeronaves y helicópteros especializados, y se espera la llegada de más en las próximas horas.
El incendio, que se desató el miércoles cerca del mediodía, cobró fuerza rápidamente debido a una combinación de factores: vientos intensos, temperaturas elevadas y una prolongada sequía que ha afectado a la región durante los últimos tres años. Las llamas, que parecían controladas durante la noche, se reactivaron este jueves en varios puntos, obligando a redoblar los esfuerzos de más de 250 bomberos, apoyados por 75 vehículos y 14 aeronaves.
“Ha sido una tormenta perfecta. Las condiciones meteorológicas, sumadas al terreno escarpado, han hecho muy difícil contener el fuego”, declaró Constantinos Letymbiotis, vocero del gobierno. Agregó que se ofrecerá apoyo económico a las familias afectadas y a quienes perdieron sus viviendas.
La policía chipriota investiga si el fuego fue provocado intencionalmente, tras recibir varios reportes que apuntan a posibles actos de vandalismo. Hasta ahora, no se ha confirmado la identidad de las dos personas halladas sin vida dentro de un vehículo calcinado en la carretera entre Monagri y Alassa.
La situación en las zonas más afectadas es crítica. Al menos 14 comunidades han sido evacuadas, y unas 100 personas han sido reubicadas en refugios temporales. En el pueblo de Lofou, testigos reportan que al menos 20 casas fueron consumidas por el fuego. En Kantou, un habitante narró entre lágrimas cómo el incendio alcanzó los alrededores de su hogar: “El fuego bajó por la colina, pensé que nos quedaríamos sin casa... lloré porque todo estaba en llamas”, contó Antonis Christou, de 67 años.
Además de las pérdidas materiales, siete personas han sido hospitalizadas con quemaduras y síntomas de intoxicación por humo.
Las autoridades mantienen el cierre de caminos que conducen a las comunidades afectadas y recomendaron evacuar todos los campamentos en la cordillera de Troodos como medida preventiva. Organizaciones como la Cruz Roja y grupos de voluntarios se han movilizado para apoyar a las personas que han perdido sus viviendas o que se encuentran en situación vulnerable.
Por ahora, los equipos de emergencia continúan enfrentando condiciones adversas, pero se mantiene la esperanza de controlar el incendio en los próximos días, con la ayuda internacional que sigue llegando a la isla.