Washington, Estados Unidos, 29 de mayo. Israel aceptó una nueva propuesta de Estados Unidos para un alto el fuego temporal con Hamás, informó la Casa Blanca.
Los nuevos signos de progreso hacia una tregua temporal surgieron después de que el enviado especial estadunidense, Steve Witkoff, expresó optimismo a principios de esta semana sobre la posibilidad de negociar un acuerdo para detener la guerra entre Israel y Hamás y devolver a más de los rehenes capturados en el ataque que la inició.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció a los periodistas que Israel “respaldó y apoyó” la nueva propuesta. Añadió que Hamás continúa evaluándola.
Hamás ha dicho que acordó con Witkoff un “marco general” de un acuerdo que conduciría a un alto el fuego duradero, una retirada completa de Israel de Gaza, un flujo de ayuda y una transferencia de poder del grupo armado a un comité político de palestinos independientes.
Esto es lo que se sabe sobre las negociaciones emergentes que buscan lograr una tregua prolongada en la guerra a cambio de los rehenes que permanecen en cautiverio:
¿Qué quieren Israel y Hamás?
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se ha negado a terminar la guerra hasta que todos los rehenes sean liberados y Hamás sea destruido o desarmado y enviado al exilio. Ha dicho que Israel controlará Gaza indefinidamente y facilitará lo que él llama la emigración voluntaria de gran parte de su población.
Los palestinos y la mayoría de la comunidad internacional han rechazado los planes para reasentar a la población de Gaza, un movimiento que, según los expertos, violaría el derecho internacional.
Hamás ha dicho que solo liberará a los rehenes restantes —su única moneda de cambio— a cambio de más prisioneros palestinos, un alto el fuego duradero y la retirada completa de Israel. Ha ofrecido ceder el poder a un comité de palestinos políticamente independientes que podría supervisar la reconstrucción.
Hamás todavía tiene a 58 rehenes. Se cree que alrededor de un tercio están vivos, aunque muchos podrían estar en grave peligro cuanto más dure la guerra. Miles de palestinos han sido asesinados desde que Israel renovó sus ataques aéreos y operaciones terrestres tras finalizar un alto el fuego en marzo.
La disputa sobre si debería haber un alto el fuego temporal para liberar a más rehenes —como ha pedido Israel— o uno permanente —como quiere Hamás— ha complicado las conversaciones mediadas por Estados Unidos, Egipto y Qatar durante más de un año y medio, y no hay indicios de que se haya resuelto.
¿Cuál es la nueva propuesta de alto el fuego?
Witkoff no ha hecho pública su última propuesta, pero un funcionario de Hamás y un funcionario egipcio confirmaron de manera independiente algunos de los detalles. Hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado del tema.
El plan propone una pausa de 60 días en los combates, garantías de negociaciones serias que conduzcan a una tregua a largo plazo y garantías de que Israel no reanudará las hostilidades después de la liberación de los rehenes, como lo hizo en marzo. Las fuerzas israelíes se retirarían a las posiciones que mantenían durante el alto el fuego que Israel terminó ese mes.
Hamás liberaría a 10 rehenes vivos y a varios cuerpos durante la pausa de 60 días a cambio de más de mil 100 palestinos encarcelados por Israel, incluidos 100 que cumplen largas condenas por ataques mortales.
Cada día, se permitiría la entrada de cientos de camiones con alimentos y ayuda humanitaria a Gaza, donde los expertos dicen que un bloqueo israelí de casi tres meses —ligeramente aliviado en los últimos días— ha llevado a la población al borde de la hambruna.
¿Por qué es tan difícil terminar la guerra?
Milicianos liderados por Hamás asaltaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a 251 rehenes. Más de la mitad de los rehenes han sido liberados en treguas y otros acuerdos. Israel ha rescatado a ocho y recuperado decenas de cuerpos.
La campaña militar israelí ha matado a más de 54 mil palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no dice cuántos de los muertos eran civiles o combatientes.
La ofensiva ha destruido vastas áreas de Gaza y desplazado a un 90% de su población de aproximadamente dos millones de palestinos; cientos de miles viven en tiendas de campaña en condiciones precarias y en escuelas sin usar.
Hamás está muy debilitado militarmente y ha perdido casi todos sus líderes en Gaza. Es probable que tema que liberar a todos los rehenes sin asegurar un alto el fuego permanente permita a Israel lanzar una campaña aún más devastadora para destruir finalmente al grupo.
Israel teme que un alto el fuego duradero y una retirada ahora dejarían a Hamás con una influencia significativa en Gaza, incluso si renuncia al poder formal. Con el tiempo, Hamás podría reconstruir su poderío militar y eventualmente lanzar más ataques al estilo del 7 de octubre.
Netanyahu también enfrenta restricciones políticas: sus socios de coalición de extrema derecha han amenazado con derribar su gobierno si termina la guerra demasiado pronto. Eso lo dejaría más vulnerable a la persecución por cargos de corrupción de larga data y a investigaciones sobre los fracasos en torno al ataque del 7 de octubre.
Una resolución más amplia del conflicto israelí-palestino, que lleva décadas, parece más distante que nunca.
Los palestinos están débiles y divididos, y el gobierno actual de Israel —el más nacionalista y religioso de su historia— se opone a las demandas palestinas de un Estado que incluya Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, territorios que Israel ocupó en la guerra de Medio Oriente de 1967.
Las últimas conversaciones de paz serias se rompieron hace más de 15 años.