Seúl, Corea del Sur, 4 de junio. El nuevo presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, se comprometió a reiniciar las conversaciones con Corea del Norte y fortalecer la asociación trilateral con Estados Unidos y Japón en la presentación de los objetivos clave de su mandato único de cinco años.
Lee, quien creció en medio de la pobreza y se convirtió en el principal político liberal de Corea del Sur con la promesa de luchar contra la desigualdad y la corrupción, tomó posesión de su cargo el miércoles por la mañana, apenas unas horas después de ganar una elección anticipada provocada por la destitución en abril del entonces presidente Yoon Suk Yeol debido a su desafortunada imposición de la ley marcial a finales del año pasado.
En su discurso inaugural en la Asamblea Nacional, Lee señaló que su gobierno enfrentará las amenazas nucleares de Pyongyang y a sus posibles agresiones militares con “una fuerte disuasión” basada en la sólida alianza militar con Estados Unidos. Pero apuntó que abriría “un canal de comunicación con Corea del Norte y establecería la paz en la península de Corea a través de diálogo y cooperación”.
Manifestó que buscará una diplomacia pragmática con los países vecinos y fortalecerá la cooperación trilateral Seúl-Washington-Tokio.
“A través de una diplomacia pragmática basada en los intereses nacionales, convertiremos la crisis provocada por el gran cambio en el panorama económico y de seguridad globales en una oportunidad para maximizar nuestros intereses nacionales”, dijo Lee.
Retos en seguridad y economía
No estaba claro si la elección de Lee causaría algún cambio importante e inmediato en la política exterior surcoreana. Lee, que había sido acusado previamente por sus críticos de inclinarse hacia China y Corea del Norte y alejarse de Estados Unidos y Japón, ha enfatizado recientemente la alianza de Seúl con Washington como la base de su política exterior y ha evitado cualquier comentario polémico que pudiera generar dudas acerca de sus opiniones sobre Estados Unidos y Japón.
“Ahora tendremos que ver si las presiones del cargo harán que Lee Jae-myung gobierne desde el centro, al menos en lo que respecta a asuntos de seguridad nacional y a la alianza con Estados Unidos”, señaló Ankit Panda, experto del Carnegie Endowment for International Peace.
“Es difícil predecir con absoluta certeza cómo manejará las relaciones con Estados Unidos, Corea del Norte, Japón y China porque ha cambiado mucho su posición”, indicó Duyeon Kim, analista senior del Center for a New American Security, con sede en Washington. “Podemos esperar tensiones si su gobierno no se alinea con el enfoque de Washington hacia China y Japón”.
Los desafíos externos más difíciles que esperan a Lee son la política arancelaria del presidente estadounidense Donald Trump y la creciente asociación militar de Corea del Norte con Rusia. Pero los expertos habían indicado antes que quien llegara a la presidencia no podía hacer mucho para asegurar un progreso significativo a favor de Seúl en estas cuestiones.
Durante su discurso inaugural, Lee no mencionó directamente los problemas comerciales con Estados Unidos.