Si algo han dejado claro los ucranianos al mundo es que son personas muy valientes que quieren defender a su país, su soberanía, su patria, su himno, su bandera y ser parte de Europa.
Al inicio de la invasión bombardearon su casa en Irpin. Su hermano resultó herido y la familia, ante el caos y la destrucción causados por las tropas rusas, debió disgregarse y huir lejos de Kiev en busca de refugio con amigos en zonas donde todavía no llegaban los bombardeos. Eso sí: nunca se plantearon dejar Ucrania.
Camino de cumplirse los cuatro años de la invasión, la periodista ucraniana Olena Kurenkova advierte que Vladimir Putin no está dispuesto a poner fin a la guerra y confiesa, con temeridad, su incertidumbre por ver pronto el cese de las hostilidades.
Mientras transcurre la entrevista vía telefónica las alarmas suenan con todo alboroto, porque el Ejército ruso ha vuelto a bombardear con mayor intensidad a la capital.
El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca no solo no ha traído el fin del conflicto en 24 horas, tal y como prometió, sino que además otorga ventajas en el frente a las tropas de Putin. Los misiles, así como los ataques con drones, se multiplicaron en las últimas semanas.Los ucranianos aguantan estoicos, defendiéndose con valentía, y no están dispuestos a darle un ápice de su país al Kremlin a cambio de una tregua o un acuerdo de paz.
Según una encuesta realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, en mayo-junio 52% afirmó que no está dispuesto a ceder territorio bajo ninguna circunstancia, incluso si la guerra se alarga más.
Han pasado unos días de la histórica cumbre entre Trump y Putin en la base militar de Elmendorf-Richardson y los bombardeos dejan más civiles fallecidos, así como la destrucción de emblemáticos edificios, incluyendo la sede de la Unión Europea (UE) en Kiev y el British Council.
Kurenkova, quien viajó a Anchorage para cubrir la cumbre, explica a Vértigo que este encuentro solo cumplió con las peores expectativas y permitió sacar al dictador ruso de los años de aislamiento político en los que se encontraba con una orden de arresto por parte de la Corte Penal Internacional.
“Trump, líder de un país occidental, no solo se reunió con Putin en suelo estadunidense, sino que también le estrechó la mano; le tendió la alfombra roja y, en general, lo saludó con lo que pareció una reverencia excesiva, incluso dándole la oportunidad de pronunciar las últimas palabras”, señaló.
Inconsistencias
Contrario a lo que se esperaba, agregó la periodista de Suspilne Media, esta reunión no aportó ningún resultado productivo para la paz en Ucrania.
“En cambio, elevó a Putin a tal nivel, que ahora es recibido con respeto y apretones de manos incluso por aquellos líderes que antes dudaban sobre cómo reaccionar ante la guerra ruso-ucraniana, como es el caso de India”
—Parece que Trump solo está haciendo el juego a Putin y dándole tiempo al Ejército ruso para ocupar más territorio en Ucrania. ¿Cuál es su opinión?
—Trump es bastante inconsistente en sus declaraciones y acciones. Pero incluso él está cada vez más decepcionado con Putin, porque ve que obstaculiza el plan de Trump de convertirse en un pacificador y poner fin rápidamente a uno de los conflictos militares más complejos de las últimas décadas.
Los años siguen avanzando y no se le ve final al conflicto. La primera vez que Vértigo habló con Kurenkova fue en la cumbre de Ginebra entre el ahora exmandatario estadunidense Joe Biden y el líder ruso.
Aquel 16 de junio de 2021 Biden y Putin conversaron sobre las guerras híbridas, las amenazas cibernéticas y los hackers, así como las tensiones que ya se palpaban entre Ucrania y Rusia. Ocho meses después las tropas de Putin cruzaron la frontera iniciando la invasión desde diversos frentes.
—Casi cuatro años de guerra. ¿Cómo está el ánimo de los ucranianos?
—Sé que los periodistas occidentales suelen interesarse por la pregunta de si los ucranianos están cansados de la guerra… Pero yo no diría que sea así. Me parece que más bien la aceptamos, que estamos acostumbrados a vivir en ella, por muy aterrador que parezca que nos estamos acostumbrando a las enormes pérdidas humanas, a los bombardeos casi diarios de ciudades civiles y a una vida con constantes señales de alarma.
La sinceridad de esta periodista de temas internacionales va más allá: “Me parece que los ucranianos no tienen una esperanza de paz demasiado alta. Somos plenamente conscientes de que aún puede estar muy lejos… De que la guerra es larga. Y estamos preparados para ello. Todos intentan ser útiles en su lugar: yo como periodista sigo haciendo mi trabajo, explicando la percepción de nuestra guerra en el mundo y transmitiendo la verdad sobre la guerra ruso-ucraniana al planeta. Y también organizo la recaudación de fondos para el Ejército ucraniano y envío donaciones por mi cuenta. Estoy construyendo mi vida y mi futuro en Ucrania y me veo exclusivamente aquí”.
Visión
Si algo han dejado claro los ucranianos al mundo es que son personas muy valientes que quieren defender a su país, su soberanía, su patria, su himno, su bandera y ser parte de Europa. ¿Cómo Zelenski consigue más hombres en el ejército? Kurenkova explica que es un tema muy complejo y delicado para la sociedad ucraniana.
“Debo decir que por muy exitosas que sean las campañas de movilización del Ejército ucraniano y por muy motivados que estén los voluntarios ucranianos que van a servir, lamentablemente esto siempre será insuficiente, ya que el recurso humano en Rusia es incomparablemente mayor que el nuestro”, comenta.
Sin embargo, desde la visión de esta joven periodista de 26 años la política estatal que promueve la movilización mejora: “Estamos debatiendo proyectos de ley sobre condiciones de servicio claras y se están creando ciertas garantías sociales para los veteranos y quienes regresan del cautiverio; así como un sistema de adaptación para los soldados heridos y quienes necesitan adaptación después del servicio militar. Todo esto se desarrolla lentamente, no siempre se ajusta a la escala, pero aún influye en la confianza de que, como soldado, su país lo necesitará más adelante”.
Antes de la invasión Ucrania contaba con poco más de 40 millones de habitantes y según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), tras iniciar la invasión rusa, salieron del país 6.5 millones de ucranianos.
Imaginar cómo es la vida de las personas que permanecen bajo el estrés de una guerra que se alarga en el tiempo provoca esa curiosidad porque había el temor de que los ciudadanos de la Unión Europea terminasen acostumbrados a las noticias de los muertos y los bombardeos en su traspatio.

—¿Cómo vive la gente de Kiev? ¿Van a la escuela? ¿Al gimnasio? ¿Al cine? ¿A bailar?
—Imagina una vida normal en una capital europea: cuando todo funciona, la gente corre a trabajar por la mañana, a las oficinas, escuelas o universidades… Todos tienen preocupaciones y descansan. Pero a esto hay que añadir las sirenas antiaéreas que suenan de tres a cinco veces al día; y cada noche; noticias sobre decenas de muertos por misiles y drones rusos en todo el país. Luego quitar los escombros.
Los eventos más alegres, confiesa Kurenkova, son los intercambios de prisioneros, cuando los ucranianos regresan a sus casas desde Rusia. “El lugar de encuentro más habitual es la despedida de los militares caídos, que a menudo son tus compañeros o incluso personas más jóvenes”.
Zelenski sigue con apoyo
La prensa rusa se ha dedicado a destacar que Putin no quiere negociar directamente con el presidente Volodímir Zelenski y ha reiterado que una de las condiciones es que él se marche o que convoque a elecciones. Trump llegó incluso a cuestionarle a Zelenski por qué no hay elecciones en Ucrania.
—Sin elecciones, ¿está indignada la gente? ¿Quieren que Zelenski sea destituido?
—Vale la pena recordar que independientemente del apoyo actual a Zelenski celebrar elecciones en Ucrania durante una guerra a gran escala es imposible. Existen fundamentos legislativos para ello: la Ley Sobre el Régimen Legal de la Ley Marcial prohíbe expresamente la celebración de elecciones (presidenciales, parlamentarias y locales) en Ucrania bajo la Ley Marcial. Además, existen problemas de seguridad: en condiciones de constantes ataques con misiles y artillería desde Rusia es imposible garantizar la seguridad de los votantes; los miembros de las comisiones electorales y los observadores en los colegios electorales.
Kurenkova reitera que ante la amenaza rusa cada colegio electoral se convertiría en un objetivo potencial, a lo que hay que añadir que un gran número de ciudadanos (militares) se encuentran en el frente.
“Garantizar este derecho al voto en tales condiciones es prácticamente imposible. Deberían tener derecho no solo a votar, sino también a participar en la vida política del país y no ser excluidos de ella debido a la guerra. Y, por supuesto, la pregunta es: ¿cómo celebrar elecciones en casi 20% del territorio de Ucrania actualmente ocupado por Rusia?”, remarca con melancolía.
En cuanto a la popularidad de Zelenski, quien ha logrado proyectar una indiscutible imagen de liderazgo internacional, Kurenkova afirma que este dato cambia constantemente: en mayo de 2025 el nivel de confianza era de alrededor de 74% y en junio esta cifra disminuyó ligeramente en torno de 65% y luego, en agosto, bajó a 58% tras la polémica por el intento de aprobar una ley que limitaría la independencia de varios organismos anticorrupción, la cual finalmente no se llevó a cabo.
—¿Cuántas veces ha sobrevivido Zelenski a los ataques rusos? Han intentado asesinarlo ya en varias ocasiones…
—No hay cifras exactas. En marzo de 2022, Mykhailo Podoliak, asesor del jefe de la Oficina Presidencial, declaró que Zelenski había sobrevivido a más de diez intentos de asesinato, algunos de los cuales, según él, fueron frustrados en los accesos a la sede del gobierno. The Times informó que hubo al menos tres intentos de asesinato durante la primera semana de la guerra. En junio de 2022 Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, habló de cinco intentos.
—Si Zelenski muriera o lo mataran, en su opinión, ¿qué ocurriría en Ucrania?
—Esta será una circunstancia muy desorientadora, que sin duda introducirá grandes dificultades en el desarrollo de la guerra, pero estoy segura de que no se convertirá en un motivo de capitulación de Ucrania.
Un encuentro casi improbable
Realmente cada vez se ve más lejana la posibilidad de un encuentro a tres entre Trump, Zelenski y Putin para negociar o firmar un alto el fuego y las condiciones de un plan de paz.
A eso se añade lo enrarecido que está el ambiente en Europa con las constantes provocaciones desde el Kremlin. En la madrugada del 9 al 10 de septiembre el espacio aéreo de Polonia fue invadido por 19 drones rusos.
El Kremlin señala que no fueron intencionales. Rusia ha estado desarrollando ejercicios militares conjuntos con Bielorrusia y este ataque logró ser repelido porque entraron en acción el Sistema Patriot desde Alemania, así como el Ejército de Países Bajos y el Ejército polaco. No se reportaron heridos, tampoco muertos, pero sí daños materiales en algunas viviendas.
La OTAN cree que este ataque permitió a Putin medir las capacidades de respuesta de Polonia y de sus aliados, en caso de un bombardeo por sorpresa en medio de la madrugada. La UE ve cada vez más lejos una tregua, la posibilidad de una paz certera y más cerca un gran conflicto con Rusia.
—¿Cree que es posible una cumbre entre Trump, Putin y Zelenski?
—No creo que esta reunión sea posible en los próximos meses. Putin, en sus recientes declaraciones, puso como condición que esta reunión se celebre en Moscú, lo que indica claramente que no desea esta reunión y la está programando no en territorio neutral, sino en un lugar donde Zelenski definitivamente no irá… Al menos por razones de seguridad.
Polonia eleva la tensión con Rusia
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, denunció que su país recibió 19 incursiones de drones rusos en su espacio aéreo que obligaron al cierre temporal de cuatro aeropuertos, incluido el de Varsovia.
“Esta situación nos acerca más a un conflicto abierto, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Los drones son una clara provocación rusa diseñada para poner a prueba nuestra capacidad de respuesta”, afirmó Tusk, quien recordó que entraron en territorio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Tusk invocó por ello el artículo 4 de la OTAN, que llama a consultas a los 33 países miembros para dilucidar una estrategia de defensa que vele por la integridad del socio que la activa, en este caso Polonia.
A su vez, el Ministerio de Defensa polaco informó que el alcance máximo de los drones rusos no superó los 700 kilómetros, mientras el Kremlin negaba tener cualquier intención de atacar a Polonia.
Bielorrusia, un aliado cercano de Rusia, afirmó que los drones ingresaron accidentalmente al espacio aéreo polaco después de que sus sistemas de navegación se atascaron.
Por su lado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió que se trataba de una acción sin precedentes y totalmente peligrosa para Europa. “Una evidencia más de que Putin no quiere la paz”.
Desde EU el presidente Donald Trump escribió el miércoles 10: “¿Qué pasa con Rusia violando el espacio aéreo de Polonia con drones? ¡Aquí vamos!”
Los drones rusos que entraron en Polonia formaron parte del último gran ataque aéreo contra Ucrania, que consistió en más de 400 drones y 42 misiles que golpearon diversas ciudades. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que se construirán redes contra drones para proteger a las ciudades europeas y a Kiev.
Dos miradas distintas
Ucrania ha afirmado reiteradamente que la base de cualquier acuerdo de paz solo puede ser la propuesta por el presidente Volodimir Zelenski, que incluye: 1) la retirada completa de las tropas rusas de todo el territorio de Ucrania, incluida Crimea; 2) el restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania dentro de las fronteras de 1991; 3) la indemnización por los daños causados por la agresión rusa; 4) el enjuiciamiento de todos los culpables de crímenes de guerra; y, 5) la concesión a Ucrania de garantías reales de seguridad por parte de otros Estados. La parte ucraniana insiste en que no negociará concesiones territoriales.
Luego está el invasor, que exige para la paz: 1) el reconocimiento de la anexión de los territorios ocupados; 2) el estatus neutral de Ucrania; 3) la negativa a unirse a la OTAN; 4) la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania; y, 4) el cese del suministro de armas a Ucrania.
En cuanto al plan de paz de Trump no hay detalles públicos, pero él se ha mostrado abierto a reconocer como parte de Rusia las ganancias territoriales en Ucrania. También hay otros países, como China, Brasil y algunos africanos con sus propias iniciativas de paz, que en su mayoría no han encontrado apoyo de ninguna de las partes debido a la falta de mecanismos específicos o porque no tienen en cuenta las demandas fundamentales de Ucrania.