APERTURA ECONÓMICA VENCE A LA TERCERA OLA DE COVID-19

Al primer semestre se mantiene la estabilidad del tipo de cambio, no creció el endeudamiento externo y hay finanzas saludables, así como superávit en el comercio exterior.

Lorena Ríos
Nacional
Woman pays for clothes contactless in the fashion store to the shop assistant who is holding a payment terminal, both wearing face masks.

México sobrevivió a la tercera ola de Covid-19 y la actividad económica registró un mejor desempeño en julio a pesar del aumento en los contagios, hospitalizaciones y decesos, principalmente entre jóvenes menores de 39 años: el sector económico logró acumular cinco meses en expansión, lo que de acuerdo con analistas resulta alentador y apunta a una fortaleza en el tercer trimestre, aun cuando reconocen que persisten riesgos para la recuperación.

Los resultados del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) estiman un crecimiento mensual de 0.5% en el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) del séptimo mes.

Dicho resultado se dio después de un incremento de 0.30% durante junio pasado y de 0.60% en mayo, según los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En su reporte más reciente el instituto indica que la economía mexicana registró un crecimiento trimestral de 1.5% en términos reales en el periodo abril-junio de 2021, impulsada principalmente por el sector servicios.

De acuerdo con el INEGI al segundo trimestre del año la actividad productiva del país creció 1.5%, su cuarto avance trimestral consecutivo.

Las actividades terciarias o sector servicios mostraron un crecimiento de 2% en el segundo trimestre respecto del periodo previo, mientras que la actividad industrial registró un avance de 0.29% y las actividades primarias (agropecuarias) subieron 0.83 por ciento.

En tanto, la economía nacional avanzó 19.45% real durante el periodo abril-junio de 2021 con relación al mismo periodo de 2020.

Durante los primeros seis meses de 2021 el PIB a precios constantes registró un aumento de 7.4% respecto de igual semestre de 2020, con cifras desestacionalizadas.

Crecimiento sostenible

El periodo de crisis que provocó la pandemia produjo en 2020, incluyendo la caída abrupta, casi vertical, de 8.5% del PIB se moderó y en el presente año se registra un aumento de la economía que genera rebote, afirmó José de Jesús Rodríguez Vargas, académico de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

Rodríguez explicó que de acuerdo con la tasa de crecimiento económico trimestral en México hay un rebote de la economía después de la crisis que provocó la caída del PIB en 2020, pero no significa una recuperación económica porque es necesario que su crecimiento sea sostenible con capacidad para mantenerse.

Al participar en la mesa redonda Rebote o recuperación de la economía mexicana el investigador estimó que de acuerdo con lo proyectado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a lo largo del actual sexenio México promediaría un crecimiento anual de 0.6%, mientras que en el caso de Estados Unidos sería de 1.9% en el mismo periodo.

Puntualizó que según estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el crecimiento económico del país para el periodo 2022-2024 será de 6.55%. Sin embargo, consideró que será de 3.5% para 2022 y de 2.5% en 2023 y 2024. “Si así fuera, el promedio anual para el sexenio en general sería de 1.5 por ciento”.

En tanto, Moritz Cruz, académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), señaló que lo que ocurre después de un episodio de contracción del PIB es un rebote en la economía que podría suceder por circunstancias como la política que se implementa, así como por escenarios externos, pero también por la forma en que Estados Unidos responde a la crisis.

Lo que se observa durante las caídas más profundas de la economía mexicana, desde la década de 1980 a la fecha, es un rebote en la misma proporción, aunque en general es normal observar estos procesos después de caídas tan profundas como la ocurrida en 2020 por la pandemia global.

El investigador detalló que “aun cuando para este año pensamos en un crecimiento de 5% del PIB después de una caída de 8%, es una incógnita si la recuperación será de ese tamaño. Lo que hoy observamos es que la actividad económica está lejos de lo que era el año pasado, nadie sabe qué nos depara el futuro, ni cuál será el desempeño de la economía mexicana y si a partir de ese incremento que se prevé será posible mantener un crecimiento alto y sostenido”.

Sostuvo el especialista que hay elementos que permiten realizar un análisis sobre el futuro de la recuperación, “si es que la hay, o si se están estableciendo las bases para una recuperación de más largo plazo. Sabemos que esta administración ha hecho propuestas diferentes en términos de política económica y se han implementado de manera interesante, como la política salarial, no endeudamiento público, la orientación social del gasto público, entre otras”.

A su vez, Arturo Ortiz Wadgymar, especialista del IIEc, aseveró que hasta antes de la pandemia la política económica mexicana se perfilaba hacia un cambio; no obstante, la emergencia sanitaria provocó un desastre.

Lo difícil será promediar el primer semestre y saber cuál será el resultado hacia fin de año y quizá tener una idea para 2022: “Esperamos que sea positivo, aunque ello depende de múltiples factores como el control de la pandemia, ciertos movimientos políticos que se darán, lo que ocurra en Estados Unidos y el mundo, y muchos otros factores que no se pueden proyectar”.

Resaltó que al primer semestre se mantiene la estabilidad del tipo de cambio debido a la recuperación económica de Estados Unidos, no existe más endeudamiento externo, se cuenta con finanzas más o menos saludables, así como un superávit en el comercio exterior, lo cual vaticina de alguna manera una recuperación en el comercio exterior, además del crecimiento de las reservas para hacer frente a circunstancias difíciles a pesar de la grave caída económica reciente.

Recuperación del empleo

Si bien en todo el territorio nacional faltan por recuperar más de 320 mil empleos formales, siguen en ascenso las entidades federativas que ya recobran los niveles prepandemia.

Datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) señalan que al cierre de julio de este año se registraron en el país 20.29 millones de trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), frente a 20.61 millones en febrero de 2020, antes de que iniciaran los casos de Covid-19.

En este lapso de análisis son once estados los que muestran generación de trabajos formales: Colima, Tlaxcala, Zacatecas, Durango, Chiapas, Coahuila, Querétaro, Nuevo León, Tabasco, Chihuahua y Baja California.

Baja California es el mayor creador de empleos con 65 mil 203 plazas laborales; le siguen Chihuahua con 30 mil 232 y Tabasco con 27 mil 198. Estas tres entidades recuperaron las cifras prepandemia desde octubre del año pasado.

Otros resultados positivos se dan en Nuevo León (24 mil 175 altas en el IMSS), Querétaro (siete mil 275), Coahuila (cinco mil 534), Chiapas (tres mil 187), Durango (dos mil 450), Zacatecas (mil 916), Tlaxcala (mil 296) y Colima (337).

La primera entidad en superar los estragos que trajo consigo el Covid-19 en el mercado laboral fue Baja California en agosto de 2020 con tres mil 790 nuevos puestos respecto de febrero del mismo año y considerando que al inicio de junio terminó la jornada nacional de sana distancia para evitar la propagación del virus (abril y mayo fueron de total confinamiento y paro de actividades no esenciales).

Sin embargo, todavía es insuficiente para que la recuperación de empleos formales se dé en todo el país.

De las 21 entidades con pérdidas de puestos de trabajo asegurados en el IMSS entre febrero de 2020 y julio de 2021 las mayores mermas se observaron en Ciudad de México (206 mil 292 bajas), Quintana Roo (54 mil 584), Veracruz (48 mil 371), Puebla (28 mil 381), Estado de México (27 mil 233), Sinaloa (21 mil) y Sonora (19 mil 949).