Una serie de acciones se tiene que desarrollar desde el ámbito público y privado para erradicar el trabajo infantil, y por el contrario se debe de poner en marcha diversas políticas públicas para poner a los niños en las escuelas y con buena alimentación determinado que la niñez es el mejor baluarte de una sociedad, establece Tonatiuh Magos, director general de incidencia política y movilización de World Vision, organismo humanitario.
Ofrece un panorama de trabajo infantil en México. “En este país es una situación compleja 3.2 millones de niños, niñas y adolecentes están trabajando, somos el segundo país en el mundo con más trabajo infantil a nivel Latinoamérica lo cual es una preocupación y es inadmisible porque el trabajo infantil es una de las peores formas de explotación y rompe al acceso a otros derechos básicos como educación, salud, diversión y esparcimientos para los niños con repercusiones muy severas en el desarrollo de la niñez”, expone.
Sobre los niños jornaleros establece que “hablamos de las peores formas de trabajo infantil agrícola que está prohibido, ninguna persona menor de 18 años puede estar involucrada en esto es una situación bien alarmante. El trabajo agrícola migrante tiene consigo una serie de aun más complicaciones de las que ya tenemos. ¿Cuáles son las preocupaciones? El manejo de agroquímicos terriblemente peligroso para males crónicos. Estrés térmico también es bien preocupante con jornadas de hasta diez horas en temperaturas de hasta 40 grados la deshidratación es brutal”, destaca.
Además “contacto con faunas nocivas: víboras, alacranes, arañas, y otras tantas especies que pueden afectar o poner fin a la vida de quienes están involucrados en el trabajo infantil y por último y también muy preocupante el manejo de herramientas punzocortantes como p machetes, azadones que pone en riesgo la integridad física de la niñez que producen cualquier cantidad de heridas perdida de miembros entre otras cosas que pueden causar incapacidad parcial o definitiva”, expone Magos.
Recomendaciones
Magos establece que a través de World Vision hay un programa que se llama Campos de Esperanza. “Un programa muy ambicioso financiado por el Departamento del Trabajo de Estados Unidos que busca precisamente erradicar el trabajo infantil en las cadenas productivas de caña de azúcar y café en Veracruz y Oaxaca. Tenemos una situación muy compleja con respecto a nuños jornaleros que vienen de la Sierra de Zongolica a cortar el los valles de Veracruz y Oaxaca la caña y luego se van a otras zonas de café: son migrantes tradicionales por cultivo y que tienen un gran peso sobre su desarrollo bastante complejo”, determina.
Define cuatro componentes del programa. “Equipar a los productores como a los ingenios de azúcar a una industria en quiebra para dignificar el trabajo a estos sectores con capacitación y sensibilización; dos, equipar a las autoridades locales necesitamos que los cortadores tengan acceso a los programas sociales adecuados que sepamos quien está empleando a niños para establecer todo un programa de fortalecimiento para incluirlos en el Plan Nacional de Desarrollo; tres, mantener y retener a los niños en las escuelas, necesitamos aumentar el nivel de escolaridad de niños y padres por lo menos en la educación básica: mientras más tengamos a los niños en el sistema educativo formal será mejor”, asegura.
Y finalmente: “erradicar la tolerancia al trabajo infantil muchas de las comunidades con niños de doce años pues ya no son niños para ellos, son adolecentes muchas veces son gentes que ya tienen familia y eso los obliga a una necesidad económica para mantener a su familia. Tenemos que establecer una estrategia de comunicación social para instituir que el trabajo infantil no es un buen negocio, yo decía: puedes ser astronauta y tal vez te va a costar trabajo, pero si entras al trabajo infantil prácticamente no vas a lograrlo. Tenemos que entrarlo al trabajo permitido que ya está en la Ley Federal del Trabajo”, asume.
Concluye que “el Estado tiene que actuar, las procuradurías de defensa del trabajo tiene mucho que decir y hacer: los niños de la calle tiene que estar en las escuelas, con acceso a un alimentación adecuada ya no podemos seguir viendo cosas terribles que niños de seis meses estén en las calles con sus padres limpiando parabrisas”, afirma Magos.