La llegada de miles de migrantes a la frontera norte de México que buscan llegar a Estados Unidos continúa con la misma intensidad de otros años pese a los esfuerzos desplegados por el gobierno federal en la frontera sur y a lo largo del territorio nacional en los dos últimos años.
Este hecho se demuestra con las 221 mil 303 detenciones que realizaron en marzo las autoridades migratorias estadunidenses: nuevo récord, que representa un aumento de 33% respecto del mismo mes del año anterior.
A este flujo migratorio constante, compuesto en su mayoría de ciudadanos provenientes de Centroamérica y de un cada vez mayor número de países de Sudamérica, África y Europa, se suma una nueva “oleada” de mexicanos que también pretenden cruzar hacia la Unión Americana, tendencia que había disminuido en años recientes.
El escenario de miles de migrantes sin documentos que logran llegar a los estados fronterizos mexicanos podría volver a presentarse en las próximas semanas luego de que el gobierno del presidente Joe Biden anunció que el 23 de mayo levantará los controles fronterizos en materia sanitaria por la pandemia de Covid-19, aplicados para expulsar con rapidez a los inmigrantes que solicitaron asilo durante la pandemia.
Autoridades migratorias de Estados Unidos no descartan la posibilidad de una nueva crisis migratoria y prevén que la llegada de indocumentados pase de cinco mil a 18 mil al día, con los problemas que ello conlleva en ambos lados de la frontera.
Levantamiento de controles
El arribo de un mayor número de migrantes luego de una caída importante al final de la administración del expresidente republicano Donald Trump volvió a tomar fuerza con la llegada del demócrata Biden el 20 de enero de 2021, lo que le genera fuertes conflictos políticos para su administración: es un tema que aprovechan sus opositores para atacarlo y criticar sus medidas en materia migratoria.
Sin que haya logrado hacer frente a la situación de manera efectiva, a principios del mes de abril su gobierno anunció que planea levantar los controles fronterizos que permitieron a las autoridades migratorias expulsar de manera expedita a los migrantes que solicitaron asilo durante la pandemia, mediante la aplicación del Título de la Ley de Salud Pública por parte de Trump.
Poco más de dos años desde su aplicación los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de la Unión Americana anunciaron la decisión de poner fin a la expulsión de migrantes con base en el Título 42, puesto que hay una mejoría respecto de la pandemia debido a la mayor disposición de vacunas y medicinas para hacerle frente.
Al dejar de aplicar esa disposición el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) prevé que las organizaciones criminales trasladen más personas a la frontera con México.
Frente a este posible panorama el secretario de Seguridad Interna de EU, Alejandro Mayorkas, anunció que el gobierno aplicará una estrategia integral para hacer frente a un potencial aumento en la cantidad de migrantes.
Récord de detenciones
El más reciente informe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) revela que el número de migrantes que intentaron cruzar la frontera sur de Estados Unidos en marzo alcanzó su mayor nivel de las últimas dos décadas, al ser detenidos 221 mil 303, un aumento de 33 por ciento.
La dependencia agregó que el total de cruces ilegales o aquellos ocurridos fuera de los puertos oficiales de entrada rebasó el récord previo de la presidencia de Biden, de 200 mil 658, establecido en julio del año anterior; y el nivel más alto desde marzo de 2000, cuando llegó a 220 mil 63.
Las autoridades migratorias han expulsado a migrantes en más de 1.7 millones de ocasiones en apego a las facultades del Título 42, nombre de una ley de salud pública de 1944 que usó la amenaza de propagación de Covid-19 como justificación para negarles a los migrantes la oportunidad de solicitar asilo, como lo establecen la ley federal estadunidense y los tratados internacionales.
Esas resoluciones expeditas por el Título 42 incidieron de manera determinante en el aumento de la expulsión de migrantes, quienes son sacados de ese país sin consecuencias legales y muchos vuelven a intentar cruzar, por lo que son contabilizados en más de una ocasión en el total.
La CBP destacó que el número de encuentros de individuos únicos a nivel nacional durante marzo fue de 159 mil 900, un aumento de 37% respecto del mes previo; en tanto que más de la mitad de los 221 mil 303 detenidos fueron enviados rápidamente de regreso a México o a sus países de origen.
Se aplicará ley migratoria
La conformación de caravanas de migrantes continúa en el sur de nuestro país. A principios de abril un grupo de alrededor de 500 personas de diferentes nacionalidades se reunieron para realizar lo que llamaron la caravana del Vía Crucis en Tapachula, Chiapas, con la que pensaban llegar al centro del país y solicitar sus trámites para una estancia legal en México.
Esa marcha, al igual que otras conformadas con ese mismo fin, al paso de los días fue desactivada y ya no continuó su recorrido.
Sin embargo, las autoridades se mantienen en alerta ante la posibilidad de que en las próximas semanas pudieran darse nuevos intentos de conformar caravanas de migrantes que busquen llegar a la frontera norte para tratar de ingresar a Estados Unidos.
Al ser cuestionado acerca de las caravanas el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, afirmó que se actuará conforme a las disposiciones vigentes en México, es decir, no se puede tener libre tránsito sin condición legal.
Agregó que el Instituto Nacional de Migración (INM) debe aplicar las disposiciones legales de quienes ingresan y transitan por el país, ya que esa es su obligación. Y recordó que los migrantes pueden solicitar refugio, asilo o una visa de trabajo temporal o regional.
“Hemos ido resolviendo las diferentes circunstancias que se han presentado, pero lo que no se puede es tener una excepcionalidad y transcurrir por nuestro territorio sin ninguna condición legal, eso no se puede porque la ley no lo permite”, subrayó el canciller.
Aumento de asilo
México continúa como un país de tránsito y de expulsión de migrantes, como lo ha sido de manera tradicional, pero ahora registra un aumento considerable de personas que solicitan asilo: en 2021 impuso un récord al convertirse en el tercer país en otorgar el mayor número de protección mediante esa figura, después de Estados Unidos y Alemania.
El coordinador de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez Silva, explicó que ese aumento se da no solo en cantidad sino también en cuanto a la diversidad de las nacionalidades de quienes solicitaron asilo: 110 países de los cinco continentes.
Recordó que este año continúa con el incremento de peticiones de asilo pese a que en el anterior se alcanzó una marca histórica de 130 mil personas en condición de refugiadas. En los tres primeros meses de 2022 se tiene un incremento de 31% de solicitudes respecto del primer trimestre del mismo periodo del año anterior.
“Tenemos una situación sumamente complicada debido a las diversas nacionalidades, en especial de los hondureños, que siguen en primer lugar; continúa la llegada de haitianos y hay que agregar a los brasileños, a los chilenos. Seguiremos teniendo un problema complicado este año”, admitió.
Agregó que en lo que va del año suman solicitudes de 85 nacionalidades, con un aumento de ciudadanos provenientes del continente africano, en especial de Senegal y Angola.
El titular de la Comar dijo que por la guerra en Ucrania hay un aumento de ciudadanos de ese país que llegan a territorio mexicano para realizar su solicitud de ingreso a Estados Unidos, donde recibirán refugio unos 100 mil ucranianos, de acuerdo con lo informado por el gobierno de Biden.
Ramírez Silva señaló que tras el conflicto se han presentado 32 solicitudes de asilo de ucranianos y 56 de rusos, cifras que si bien son pequeñas, son las más grandes que se han hecho en los últimos ocho años en el país.
RECUADROS
Reunión regional de migraciónSe realizó en Panamá la reunión ministerial sobre migración, a la que acudieron los cancilleres de 20 países latinoamericanos y el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, para debatir el desafío de la migración irregular en el continente y el apoyo a los países que acogen a migrantes y refugiados.En el encuentro se establecieron las bases para un acuerdo regional que se debatirá durante la Cumbre de las Américas en Los Ángeles en junio y que tiene lugar en momentos en que el gobierno de Joe Biden busca abordar la migración irregular bajo un enfoque en el que también se atiendan las causas que obligan a las personas a dejar sus países.La reunión tuvo lugar cuando se espera un aumento en la llegada de migrantes que buscan ingresar y solicitar asilo en Estados Unidos, ante el vencimiento de una orden de salud pública que permitió a las autoridades estadunidenses expulsar de manera expedita a la mayoría de los migrantes, incluidas personas que solicitaban asilo por persecución.La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) destacó que el encuentro fue un paso importante para fortalecer la colaboración para una migración segura, ordenada, regular y humana en el hemisferio.