LA FRONTERA SUR DE MÉXICO. UNA MIRADA EN RETROSPECTIVA

“Las diferencias no son obstáculos, sino oportunidades de conocer algo diferente”.

José Carlos Melesio Nolasco
Nacional
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Con casi 50 años de ejercicio profesional en el campo de la Antropología, José Carlos Melesio Nolasco platica con Vértigo sobre su reciente libro La frontera sur de México. Una mirada retrospectiva.

Su trabajo analiza esta región compleja y dinámica, compuesta por el sur de nuestro país y las naciones de América Central, dedicando buena parte de su atención al fenómeno de los refugiados de Guatemala, que ingresan a territorio mexicano y se establecen principalmente en Chiapas.

Fenómenos migratorios

El autor destaca que su trabajo en el campo de la Antropología le ha dejado importantes enseñanzas; por ejemplo, que México es una nación multicultural y es necesario conocer y aprender de cada uno de los grupos poblacionales, de sus costumbres y de las regiones en las que se desenvuelven.

Además, indica, hay que tomar en cuenta que México es el país de América que cuenta con la mayor población indígena, o de pueblos originarios, con aproximadamente 15 o 20% del total, y “eso demanda una especial atención por parte de las autoridades y de la sociedad entera”.

Otro gran aprendizaje es que las regiones fronterizas de México, norte y sur, tienen una naturaleza muy particular; no solo poseen una dinámica socio-económica distinta a otras zonas del país, sino que entre ellas mismas existen marcadas diferencias: una expulsa migrantes, la otra los recibe; una atrae la atención de los gobiernos, la otra fue durante mucho tiempo olvidada por las autoridades.

Luego de estudiar el fenómeno migratorio de México hacia Estados Unidos, dirigió su atención hacia los flujos migratorios irregulares entre naciones de América Latina, detectando, entre otras cosas, que muchas veces los países receptores toleran la inmigración ilegal debido a que sus empleadores pueden castigar los salarios de los trabajadores. Explica: “A un indocumentado siempre se le paga menos y cuando no son necesarios, pues se les expulsa, como sucede hoy en Estados Unidos”.

Al paso del tiempo (década de 1980), relata, se abocó al estudio de lo que sucedía en la frontera sur de México: “Vaya, era un sitio que ni siquiera era una frontera con todas las formalidades; la gente pasaba de un lado a otro sin control alguno, y ni qué decir de los lazos familiares: los matrimonios eran entre parejas de uno y otro país”.

Refugiados

En su obra, José Carlos Melesio hace un recuento de la problemática en Centroamérica en las décadas de 1970 y 1980 del siglo pasado: dictaduras opresoras, pobreza extrema, bajos salarios, violencia generada por guerrilleros, inestabilidad política, intervencionismo de potencias extranjeras, gobernantes corruptos.

A este ambiente inestable, dice, se sumó la falta de atención a la frontera sur de México: “Durante años fue una región abandonada y empezó a funcionar como frontera en los setenta y ochenta, cuando se recrudecieron los conflictos, concretamente, el sandinismo en Nicaragua, la guerrilla en El Salvador, así como las masacres de gente en Guatemala por parte de su ejército para controlar a la guerrilla. Fue la llamada táctica de tierra arrasada, es decir, acabar con todos”.

Ahí comienzan, puntualiza, “los grandes flujos migratorios de guatemaltecos. Empieza a surgir la presión social porque hay que atenderlos. El gobierno federal comienza a tomar medidas con un enfoque asistencial, pero sobre todo con un enfoque de seguridad nacional debido a la amenaza de incursiones de guerrilleros centroamericanos en nuestro territorio”.

Abunda: “El gobierno comenzó a verse desbordado por la cantidad de gente; en algún momento llegaron a ser hasta 150 mil refugiados, y a eso hay que agregarle que la población empezó a autonomizarse de alguna manera. Esto pone muy nerviosas a las autoridades”.

Otro factor que preocupa al gobierno, señala Melesio, “es que el ejército de Guatemala incursionó en nuestro territorio para matar refugiados de su país. En respuesta, allá por 1984, el gobierno tomó a los refugiados y los trasladó —de manera violenta en muchos casos— a localidades de Yucatán o Quintana Roo, además de que reforzó la vigilancia en la frontera sur”.

Problemas sociales

Con años de trabajo en la región de la frontera sur —que le ofrecieron los elementos para elaborar su libro—, José Carlos Melesio comenta que en los setenta y ochenta los problemas sociales se fueron acrecentando en Chiapas hasta llegar al levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994. “Aunque no hay que olvidar que ahí los problemas de pobreza son ancestrales. A Chiapas no llegó la Revolución de 1910. Ahí seguían viviendo con el sistema de peones acasillados, tiendas de raya y hasta el denominado derecho de pernada. Imagínate, esto existía todavía en el último cuarto del Siglo XX”.

—¿Por qué es importante conocer el libro La frontera sur de México en la coyuntura actual del país?

—Este trabajo nos ayuda a entender la diversidad que existe en México; a ver que el ser diferente no es ser ajeno; podemos ser diferentes y al mismo tiempo ser partícipes de un mismo proyecto. La diversidad cultural no quiere decir que vayamos a dividirnos en varias naciones. Yo planteo algo utópico: la patria grande, tener a toda América Latina unida, desde la Patagonia hasta el Río Grande; e incluso más al norte, porque ahora la mayor parte de la población del sur de Estados Unidos ya es de origen latinoamericano”.

El autor concluye: “Lo que pretendo en el libro es subrayar que las diferencias no son obstáculos, sino al revés: son oportunidades de conocer algo diferente, de transformarnos a nosotros mismos. Con estos estudios trato de demostrar que las fronteras son unidades hechas muy a fuerzas, mientras que al interior de las fronteras existen unas dinámicas sociales, económicas y políticas muy particulares donde no parecen existir esas líneas”.

Perfil

José Carlos Melesio Nolasco estudió la licenciatura en Economía en la UNAM, una maestría en Estudios Latinoamericanos en la Flacso y un doctorado en Ciencias Sociales en la UAM.

Fue catedrático en diversas universidades del país.

Es autor y coautor de artículos y obras colaborativas sobre la frontera norte y sur de México.

Es profesor e investigador en la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

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