CDMX. 17 de diciembre de 2025. La diputada federal Verónica Martínez García presentó una iniciativa para modificar la Ley Orgánica del Congreso de la Unión, con el objetivo de garantizar la paridad de género en la integración de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Esta propuesta busca asegurar que las mujeres participen activamente en la toma de decisiones, de modo que la igualdad no se limite a ocupar espacios, sino que se refleje en la inclusión de sus intereses como parte de las prioridades y ejes rectores en la conducción del país.
Asimismo, se demostró pertinente incorporar lenguaje inclusivo en el texto propuesto, en consonancia con lo establecido en los artículos 52, 53 y 56 de la Constitución, lo cual refuerza la esencia de la iniciativa.
La legisladora subrayó que, durante el proceso de designación de las y los integrantes de la Comisión Permanente, los grupos parlamentarios deberán garantizar la paridad de género en los espacios asignados para su representación en el Pleno. Además, se plantea que tanto la persona titular como su suplente pertenezcan al mismo género, fortaleciendo así la equidad en la representación.
La finalidad de esta iniciativa, señaló, es dar continuidad al proceso de institucionalización de la paridad de género en el ejercicio del poder. Aunque este principio ya se aplica en la integración de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, es indispensable que se extienda a la Comisión Permanente, órgano legislativo que representa al Congreso de la Unión durante los períodos de receso.
Actualmente, la Comisión Permanente está conformada por 37 legisladores: 19 diputadas y diputados, y 18 senadoras y senadores, designados en la última sesión de cada período ordinario. Sin embargo, no existe una obligación normativa de garantizar la paridad en su composición.
La diputada recordó que, históricamente, las mujeres han sido excluidas de oportunidades de desarrollo, relegándolas a tareas domésticas o privadas. Esta situación ha evolucionado con el tiempo, y sus derechos han sido reconocidos, permitiéndoles asumir un rol más activo en ámbitos laborales, económicos y académicos.
En el terreno político, la participación femenina ha aumentado gracias a reformas que obligan a los partidos políticos a postular un mayor número de candidaturas encabezadas por mujeres, lo que ha contribuido a construir un sistema más representativo e incluyente.