México, 17 de octubre. La presidenta del Senado de la República, Laura Itzel Castillo Juárez, anunció que la próxima semana presentará un punto de acuerdo para solicitar que los productos alimenticios que contengan maíz transgénico cuenten con una etiqueta que advierta sobre ello a los consumidores.
Así lo dio a conocer la senadora en la inauguración del Foro “Diálogos desde la Milpa: Construcción de la Agenda del Maíz”, donde explicó que esta propuesta respaldará la reforma a los artículos 4 y 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que protege al maíz nativo y prohíbe la siembra en México de los granos genéticamente modificados.
“Estamos trabajando para revisar los lineamientos de etiquetado de productos que utilizan maíz genéticamente modificado, porque el pueblo de México tiene el derecho a saber lo que consumimos”, ya que “sin maíz no hay país”, por lo que llamó a seguir defendiendo la soberanía alimentaria de los mexicanos.
La senadora destacó que esa expresión no es una simple metáfora ni “una frase romántica”, sino una verdad incuestionable, ya que, con el dominio del cultivo de esa semilla, por parte de los pueblos originarios, “esta tierra no habría visto nacer a las grandes culturas de Mesoamérica, y México tampoco estaría aquí”.
Castillo Juárez criticó que el modelo neoliberal de la agroindustria haya querido ver a este grano esencial para la alimentación de los mexicanos como una mercancía y perseguir ganancias sin límites a través de los transgénicos, para apropiarse de los saberes y el maíz que las comunidades campesinas han cuidado por generaciones.
No obstante, celebró que gracias a la reforma constitucional promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se ha consagrado la protección del maíz nativo, parte de los avances que, consideró, fortalecen nuestra soberanía y honran a ese cultivo como la raíz más profunda de nuestro pueblo.
Laura Itzel Castillo reconoció que estos logros no serían posibles sin el apoyo de los activistas y miles de productoras y productores que con su trabajo mantienen viva la biodiversidad del maíz y la esperanza en el campo mexicano.