Claudia Sheinbaum QUE LAS BALAS NO HABLEN MÁS ALTO QUE LAS PALABRAS

“Cada arma que se apaga es un alma que se salva”.

Armas de fuego México
Nacional
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En el marco del Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego la presidenta de la República celebra el programa Sí al Desarme, Sí a la Paz.

Como parte de las políticas públicas imprescindibles para consolidar la paz a nivel nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó la importancia de mantener una campaña integral para el desarme voluntario, por considerar que este es el camino hacia la felicidad, la fraternidad y la construcción de una sociedad justa, libre y democrática.

Al encabezar la ceremonia por el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, flanqueada en el atrio de la Basílica de Guadalupe por funcionarios federales y locales, así como jerarcas de la Iglesia católica, Sheinbaum destacó que desde inicios del año se han retirado de las calles más de dos mil armas.

Por estos resultados, indicó, el programa Sí al Desarme, Sí a la Paz representa una oportunidad para salvar vidas y sanar el tejido social.

Al recordar que existe una lucha global contra el tráfico ilícito de armas, explosivos y municiones, la presidenta Sheinbaum reiteró su compromiso de promover la paz en las comunidades para construir el mejor México posible, donde las balas no hablen más alto que las palabras y donde la paz sea una realidad compartida.

Sheinbaum animó a que en todo el país se atiendan las causas que generan la violencia, incluyendo las familias, la comunidad, las colonias y el país entero.

Puntualizó que no se abraza la bandera de la paz solo con las manos, sino también con actos, educando para la convivencia y sembrando esperanza donde han crecido la venganza o las opciones de violencia y de muerte.

Resaltó que el pueblo de México dice Sí al desarme, sí a la paz porque las armas no traen seguridad, sino silencio en las calles, en los hogares y en los corazones. Y contrario a ello, lo que se quiere es alegría, felicidad y amor.

Puso en claro que los esfuerzos contra la violencia dan resultados, al señalar que del 1 de octubre de 2024 al 30 de junio de este año se redujo en 25% la incidencia del homicidio doloso en el país, gracias a la implementación de los cuatro ejes de la Estrategia Nacional de Seguridad: atención a las causas —con acciones que garanticen a los jóvenes sus derechos—; consolidación de la Guardia Nacional (GN); fortalecimiento de inteligencia e investigación; y coordinación.

Mensaje

Acompañada por la jefa de Gobierno capitalina, Clara Brugada; el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), general Ricardo Trevilla; el secretario de Marina, almirante Raymundo Morales; así como el rector de la Basílica de Guadalupe, monseñor Efraín Hernández, y el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, monseñor Salvador González, entre otras personalidades, Sheinbaum expuso la importancia del desarme en la sociedad.

“El objetivo del programa Sí al Desarme, Sí a la Paz es retirar armas de las casas, de las calles. A la gente, sin decir dónde obtuvo el arma, si fue utilizada o no, le pedimos que las entregue; y a cambio del arma se les da dinero; o a cambio de juguetes bélicos se les da un juguete educativo”, describió.

Redondeando cifras, aseguró que desde que inició este programa se ha logrado recuperar más de dos mil armas, entregadas por las familias, por jóvenes o adultos mayores que deciden de manera voluntaria entregar un arma y recibir recursos a cambio.

“Es muy simbólico retirar un arma de la calle, un arma de una casa. Significa decirle no a la guerra y sí a la paz. El día de hoy, que se conmemora este Día Internacional del Desarme y de la Destrucción de Armas de Fuego, es un momento para reconocer lo que hemos hecho en este periodo; junto con la ciudadanía, porque somos un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, mencionó.

Dijo la presidenta que en nueve meses de gobierno, pese a ser un periodo tan corto, la campaña rinde significativos avances y destacó que hay que seguir trabajando, porque este es un asunto de todos los días y no se puede descansar en la construcción de la paz y la disminución de la violencia en nuestro país.

Sheinbaum se declaró convencida de que “debemos tener mejores policías, mejores fiscalías y un mejor Poder Judicial. Pero no puede haber una política de seguridad, de construcción de la paz, de construcción de la justicia, si no se atienden las causas profundas de la violencia”.

En este sentido, planteó que la única manera de atender las causas es viendo a los jóvenes, dándoles derechos y haciendo políticas públicas para que ninguno se quede sin acceso a la educación. “Pero también que todos los jóvenes puedan tener acceso al deporte, si así lo desean; que todos puedan tener acceso a la cultura, si así lo desean. Que nunca se sientan solos, que sepan que son parte de una familia, que son parte de una comunidad; que nunca ni el gobierno ni la sociedad los van a dejar solos”.

Objetivos

Entrando en materia, apuntó que en la atención a las causas está este programa de desarme nacional. “Que ninguna familia tenga un arma en su casa. Que busquemos la manera distinta de relacionarnos entre todas las familias, entre todas las personas mexicanas; que ningún arma acabe con la vida de una persona. Esa es la esencia del programa”.

¿Quién hace esta destrucción?, cuestionó. Y respondió: “La Secretaría de la Defensa Nacional, que conduce este programa junto con la Secretaría de Gobernación; y por ello, le damos las gracias a Rosa Icela por este trabajo y al general Ricardo Trevilla”.

Al respecto, apuntó: “Hoy nos reunimos con el corazón abierto, como siempre, con la esperanza encendida y con la firme convicción de que estamos construyendo el mejor México posible, donde las balas no hieran a las personas, sino que se escondan, desaparezcan; donde no hablen las armas, las balas, más alto que las palabras; que las palabras siempre vuelen alto”.

Expresó que hay que construir “un mundo donde los niños, no importa en qué región vivan del país, no tengan miedo. Un mundo, un país, donde la paz no sea un sueño lejano para algunas regiones del país, sino una realidad compartida”.

Afirmó que cada arma representa una oportunidad perdida de diálogo, de entendimiento y de vida. “Cada disparo que se evita es una palabra que se puede decir. Cada arma que se apaga es un alma que se salva”.

Estableció que su gobierno dice “sí a la paz” no como meras palabras bonitas para los discursos, sino como una elección de vida. “La paz se construye cada día con valentía, con perdón, con amor. No es ausencia de conflictos: es la capacidad de enfrentarlos sin destruir, es tender la mano al que se quedó atrás; es como es el pueblo de México: fraterno y solidario”.

Y reflexionó: “Desarmarnos no es solo dejar caer el metal al suelo: es también soltar el odio, la venganza, la indiferencia. Es mirar a la otra, al otro, y ver a un ser humano, no a un enemigo o a un adversario. Es creer que el amor tiene más fuerza que la violencia, que la palabra tiene más peso que el disparo”.

Finalmente, se dijo convencida de que el camino a la felicidad no es el poder que proporciona disparar un arma: “El camino a la felicidad es la fraternidad y el construir una sociedad justa, libre, democrática, donde nadie viva hambre o nadie viva falta de acceso a la educación, a la salud o al ingreso digno”.

Destruidas

El Gobierno de México arrancó el 10 de enero el plan nacional de desarme voluntario Sí al Desarme, Sí a la Paz, un programa que tiene como finalidad que la población entregue sus armas de fuego a cambio de una compensación económica.

Desde que inició el proyecto se han entregado de manera voluntaria y anónima dos mil 135 armas de fuego, de enero a julio de 2025.

De estas, mil 585 fueron armas cortas, 550 armas largas, 85 mil cartuchos, 200 granadas, cartuchos de dinamita y cápsulas fulminantes.

Las armas se recuperaron mayormente en Acapulco y Chilpancingo (Guerrero); en San Cristóbal de las Casas (Chiapas); en León, Celaya y Salamanca (Guanajuato); Ciudad Juárez (Chihuahua); Villahermosa (Tabasco); Tijuana (Baja California); Cuernavaca (Morelos); Chimalhuacán y Valle de Chalco (Estado de México) y Puebla.

Fuente: Segob

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