SOCIEDAD Y FUERZAS ARMADAS: UNIDOS PARA RESTABLECER LAS ZONAS DE DESASTRE

Damnificados
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Los institutos armados del país realizan su labor de apoyo y dan lo mejor de sí para superar la contingencia, que afecta todavía a miles de mexicanos que padecen los estragos de la pérdida de sus hogares y pertenencias.

En acciones de auxilio, atención médica, apertura de caminos, repartición de víveres en comunidades incomunicadas, así como en el retiro de lodo y basura acumulada por las inundaciones que afectaron cinco entidades, las Fuerzas Armadas junto con la sociedad realizan una labor fundamental para restablecer las condiciones de vida en las zonas de desastre.

La tarea que realizan los institutos armados en apoyo a la población en situaciones de emergencia es la principal herramienta con la que cuenta el país para brindar ayuda pronta a las personas afectadas por una contingencia climática, en este caso por las lluvias torrenciales que anegaron gran parte de la zona Huasteca hace un par de semanas y provocaron desbordamientos de ríos, deslaves e inundaciones en Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro.

Miles de soldados, marinos y guardias nacionales, junto con organizaciones sociales, actuaron con rapidez para atender la emergencia que en unas cuantas horas cambió el panorama de cientos de comunidades que quedaron bajo el agua, lo que provocó hasta el momento miles de damnificados y 80 muertos, mientras que 18 personas continúan como desaparecidas.

Esfuerzo continuo

En un esfuerzo continuo, de día y de noche, con el apoyo de maquinaria pesada, los elementos del Ejército y de la Armada prosiguen su despliegue en las zonas afectadas para retirar cientos de toneladas de lodo, limpieza de calles, traslado de víveres para quienes continúan incomunicados, así como atender y distribuir la ayuda que llega para los damnificados.

Una vez más, y como ha ocurrido en otros momentos de urgencia, las Fuerzas Armadas realizan esta labor humanitaria para superar la contingencia que sigue afectando a miles de mexicanos, quienes padecen los estragos derivados de la inundación de sus hogares y la pérdida de sus pertenencias.

La emergencia suscitada por las intensas lluvias debido a las tormentas tropicales Raymond y Priscilla que afectaron el territorio nacional a comienzos de octubre y que se intensificaron el miércoles 8, jueves 9 y viernes 10, gestaron en unas cuantas horas un gran desastre en amplias zonas del centro del país, cuando cientos de comunidades quedaron a merced del desbordamiento de ríos que provocaron la inundación de colonias y poblados.

Inundaciones

Ante esta contingencia las secretarías de la Defensa Nacional (Defensa) y de Marina-Armada de México (Semar) aplicaron de inmediato los protocolos de apoyo a la población mediante el Plan DN-III-E y el Plan Marina, para brindar auxilio a la población de las zonas afectadas.

En coordinación con las instancias de protección civil de las entidades, los soldados y marinos, con el apoyo de elementos de la Guardia Nacional (GN), iniciaron su despliegue para establecer puentes aéreos en apoyo a quienes se encontraban atrapados en las comunidades por los deslaves que bloquearon caminos rurales y carretera e iniciaron el traslado de víveres mientras se restablecía la comunicación terrestre.

En Poza Rica, Veracruz, y en otros puntos con graves afectaciones en Puebla e Hidalgo, la Defensa y la Semar procedieron a la instalación de hospitales y cocinas móviles, traslado de lanchas y la utilización de drones para detectar rutas seguras para el traslado de personas y de posibles rescates.

Apoyo ciudadano

Su ayuda ha sido fundamental en las zonas serranas de las entidades afectadas por las intensas lluvias, ya que para poder llegar a los lugares incomunicados fue necesario establecer puentes aéreos con helicóptero, por ser la única forma de poder llevar alimentos y agua a las comunidades aisladas.

Una vez en el lugar afectado, y con el apoyo de los pobladores, los elementos de las Fuerzas Armadas han entregado despensas y agua potable a las familias, además de brindar atención médica y traslados en los casos que se requerían.

La presencia de un soldado o un marino siempre es bien recibida entre la población que enfrenta una situación de desastre y por eso la sociedad está siempre dispuesta a brindar apoyo en las tareas que llevan a cabo nuestros militares.

Para atender a los damnificados en Veracruz, por ejemplo, la Defensa ha repartido 105 mil 611 despensas, 147 mil 971 litros de agua potable, así como 89 mil 600 raciones de comida caliente.

Despensas

Los elementos militares han limpiado y retirado lodo de casi 90 mil viviendas, retirado 133 árboles y 55 vehículos, así como 23 mil 179 metros cúbicos de escombros y basura.

Por su parte, la Semar ha reubicado a once mil 373 personas, entregado once mil 186 despensas, 484 mil litros de agua potable, 14 mil 356 atenciones médicas, 14 mil 557 raciones de comida caliente e instalado siete cocinas móviles.

Los marinos han retirado en la entidad veracruzana casi 20 mil metros cúbicos de lodo, escombros y basura, removido casi cinco mil objetos entre árboles y vehículos, instalado 89 puentes aéreos, trasladado cuatro plantas potabilizadoras y realizado 736 acciones de limpieza.

Para las labores de limpieza, retiro de escombro y la apertura de caminos, la Semar trasladó a las zonas inundadas 43 máquinas pesadas, 50 camiones de volteo, 18 helicópteros, ocho avionetas, siete drones y 13 vehículos acuáticos.

Y en Hidalgo el Ejército ha enviado mil 82 elementos, entregado 55 mil 487 despensas, 70 mil 684 litros de agua y cuatro mil 940 kits de medicina básica, además de trasladar 14 vehículos aéreos y ha reubicado a 114 personas.

En el caso de la entidad hidalguense el apoyo de los elementos militares ha sido fundamental, sobre todo en el auxilio de poblaciones que quedaron aisladas en las zonas serranas, por lo cual fue necesario instalar puentes aéreos para llevar a las zonas apartadas despensas y agua potable, así como levantar y resguardar albergues para las personas que perdieron sus casas durante las inundaciones.

La Semar ha trasladado a su vez más de 700 elementos al estado y ha colaborado en la reubicación de 101 personas, entregado tres mil 600 raciones de comida caliente, así como siete mil 400 despensas, 74 mil 481 litros de agua potable y ha brindado dos mil 164 atenciones médicas, 38 acciones de limpieza y la puesta en operación de nueve puentes aéreos.

Desempeño destacado

En esta contingencia una de las prioridades era prestar auxilios a los cientos de municipios que quedaron incomunicados por el deslave de cerros y el bloqueo de caminos rurales y carreteras locales.

Tanto soldados como marinos se avocaron al retiro de cientos de toneladas de tierra para despejar las vías terrestres, para lo cual fue necesario el traslado de maquinaria pesada con la que fueron restablecidos los accesos viales para que se pudiera prestar apoyo a los damnificados.

En la labor de proporcionar ayuda a los afectados por las torrenciales lluvias que afectaron amplias regiones de la llamada zona Huasteca, la sociedad civil ha tenido un desempeño destacado al organizarse para instalar puntos de acopio de víveres a través de todo el país y enviarlos a las zonas afectadas.

Además de recabar despensas, las organizaciones de la sociedad sumaron esfuerzos en las comunidades siniestradas y se sumaron a las labores de apoyo a la población, y junto con los elementos del Ejército, marinos y trabajadores de protección civil, formaron parte de las brigadas para la distribución de víveres, retiro de lodo, escombros y basura.

Plan DN-III-E

Consta de tres fases: prevención, auxilio y recuperación.

En la primera permite una preparación para reaccionar en forma oportuna y tomar acciones dirigidas a controlar el riesgo, evitar o mitigar el impacto destructivo de los desastres sobre la vida y bienes de la población, la planta productiva, los servicios públicos y el medio ambiente.

La fase de auxilio son las acciones destinadas primordialmente a salvaguardar la vida de las personas, sus bienes y la planta productiva y a preservar los servicios públicos y el medio ambiente, ante la presencia de un agente destructivo. Estas acciones son: alertamiento, planes de emergencia, coordinación de emergencia, evaluación de daños, búsqueda, salvamento y asistencia, salud, aprovisionamiento y seguridad.

La recuperación es un proceso orientado a la reconstrucción y mejoramiento del sistema afectado, así como a la reducción del riesgo de ocurrencia y la magnitud de los desastres futuros.

Pérdidas millonarias

Las torrenciales lluvias que afectaron a Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro provocaron pérdidas millonarias a las economías locales, que hasta el momento el gobierno federal no ha cuantificado, pero que agricultores, ganaderos y pequeños productores calculan en casi seis mil cabezas de ganado, miles de hectáreas de cosechas de maíz, café, frijol, nuez y otros productos agrícolas. Según estimaciones de los organismos representantes de los sectores productivos, resultaron afectados casi ocho mil productores por las inundaciones. Por su lado, el gobierno federal informó que el número de muertos subió a 80 y el de personas desaparecidas se ubicó en 18, además de que 86 comunidades continúan sin comunicación.

Plan Marina 

La misión es auxiliar a la población civil en casos y zonas de desastre o emergencia, actuando por sí o de manera conjunta con el Ejército, Fuerza Aérea y con dependencias federales, estatales, municipales, sector social y privado, con el fin de aminorar el efecto destructivo de agentes perturbadores o calamidades que se presenten en contra de la población y sus propiedades.

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