Ciudad de México, Octubre 1.-El director general del Instituto Politécnico nacional (IPN), Arturo Reyes Sandoval, hizo un reconocimiento a la comunidad politécnica, por la capacidad de organización, esmero y resiliencia que ha permitido sostener la vida institucional durante el confinamiento por la pandemia del Covid-19.
Agregó que ello también se verá reflejado en el tránsito exitoso hacia las actividades presenciales con las que ha iniciado esta casa de estudios, a través de la modalidad híbrida enmarcada en el Programa Escalonado Humano de Regreso a Clases (PEHRC) de la institución.
Reyes Sandoval dijo que la coordinación eficaz del personal docente y administrativo ha permitido mantener las actividades escolares de los planteles al tiempo que se protegía la salud de la comunidad que frente a los riesgos de la pandemia, es la principal responsabilidad del IPN.
Expuso que en esta nueva fase los niveles de contagio y severidad de la enfermedad han disminuido paulatinamente gracias a las vacuna y al apoyo de las secretarías de Salud y de Educación Pública se retomarán paulatinamente las actividades presenciales, sin bajar la guardia.
“Tenemos el reto de seguir generando las condiciones para que el IPN y todas y cada una de las dependencias politécnicas, retomen su dinámica en plenitud”, expuso durante las ceremonias de designación y toma de protesta de los directores de los Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 3 “Estanislao Ramírez Ruíz”, José Diego Rubén Águila Chávez, y del CECyT 9 “Juan de Dios Bátiz, Martha Otilia Hernández Vera, El titular del IPN reconoció que la semilla politécnica de estas unidades académicas ya ha rendido sus primeros frutos con soluciones tecnológicas propuestas en beneficio de la sociedad, además que también han puesto en alto el nombre de México en concursos tecnológicos nacionales e internacionales.
En este sentido, exhortó a los nuevos directores a actualizar la misión de los planteles, acorde a lo propuesto en el Programa de Desarrollo Institucional 2019-2024 para consolidar la calidad educativa de cara a la revolución digital y con consciencia sustentable, y frente a los nuevos desafíos impuestos por la crisis sanitaria, no sólo en materia de salud, sino educativa, tecnológica y de enseñanza-aprendizaje.