Ciudad de México.- Poco después de las nueve de la mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador recibió la vacuna anti COVID-19, producida por el laboratorio AstraZeneca.
Se le aplicó el salón Tesorería de Palacio Nacional al final de la conferencia de prensa matutina.
La teniente enfermera Medina Vega le mostró el procedimiento y le hizo las preguntas del protocolo preventivo, a las cuales el mandatario respondió a las tres de manera negativa: fiebre o algún síntoma de COVID-19 en las últimas 24 horas, alergia algún medicamento y registro de transfusión sanguínea en los tres meses recientes.
Mientras la enfermera preparaba el proceso le dijo al paciente: “Relaje su brazo, tranquilo, es muy rápido”.
El presidente replicó: “Muy tranquilo, cabeza fría, corazón caliente”.
Aunque la indicación es permanecer sentado un rato, unos 30 minutos, para detectar alguna reacción - mismas que la enfermera le explicó- el presidente se levantó hacia el atril para decir un mensaje final.
“(No dolió), la enfermera tiene unas manos muy suaves, no duele, además, ayuda mucho, nos protege a todos y hago de nuevo un llamado a los adultos mayores que todavía (no se la ponen) para que todos nos vacunemos.
“No hay ningún riesgo, para empezar no duele la vacuna, estaba yo viendo que me la colocaron en el mismo brazo donde tengo la marca de cuando estábamos niños que nos vacunaban, no sé si era para sarampión, para viruela. Entonces no pasa nada absolutamente. Que si no se aplicaron la primera dosis, porque lo estaban pensando, cuando lleguen de nuevo al municipio para la segunda dosis pueden aprovechar para que se apliquen la vacuna y protegernos todos”, concluyo el mandatario.