Aunque suene extraño para todos los radicales de izquierda, y los conservadores del PAN, estos partidos están dispuestos a todo para que sus propuestas no se queden en el tintero.
Y cuando digo a todo es literal, pues harán pacto con el tricolor durante los próximos días en temas como las reformas hacendaria, energética y político-electoral.
Así las cosas:
El PRI necesita que las reformas emanadas del Gobierno Federal prosperen y sean acatadas, pero desgraciadamente son reformas constitucionales y la mayoría simple no es suficiente, se necesitan las dos terceras partes de los votos.
Esto quiere decir que deberá convencer a la oposición para que le ayude con uno que otro voto.
Por ejemplo en la reforma hacendaria deberá aliarse con el ala moderada del PRD, pues son los únicos que miran con buenos ojos algunos apartados de dicha reforma, y como piensan deshacerse del IVA a colegiaturas, pues ya los tiene en la bolsa.
El PAN votará contra la iniciativa porque le pega a la clase media y a uno que otro empresario panista, ellos no están de acuerdo con la desaparición del IETU, la homologación del IVA en las fronteras, el pago de IVA en hipotecas, rentas y compra de inmuebles y obvio, el impuesto a la educación.
Hasta ahí la alianza PAN-PRI.
La alianza PAN-PRD es más común, pues desde hace unos años dichas dirigencias andan muy unidas, y en el Congreso no es la excepción.
Aquí hay un montón de iniciativas que ambos partidos se respaldan, pero la más importante es la electoral, ambas propuestas son similares y parece que habrá consenso entre estas fuerzas políticas.
Pero justo será la reforma política la moneda de cambio que el PRI deberá aceptar para que la energética sea una realidad.
Según una fuente priista, el PAN no votará la energética si no incluyen los cambios que la fuerza blanquiazul quiere, y el PRI ni de chiste se acercará a la energética de la izquierda.
Y como todo es negociación, aquí las predicciones de asuntos aprobados:
Reforma política, incluye la desaparición de IFE, luego reforma hacendaria, sin lo del IVA a colegiaturas, y por último la energética, que aún no sabemos qué le cambiarán.