Uno de los delitos respecto de los que la autoridad pone más interés en crear conciencia social en la Ciudad de México (CDMX) es, sin duda, la violencia de género en sus diversas modalidades y contra la cual se busca la forma de innovar mecanismos para prevenir y resolver de manera integral este fenómeno sociocultural.
El objetivo que en esta materia se ha fijado la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) es aplicar modelos y protocolos que ayuden a informar, anticipar y, sobre todo, combatir uno de los problemas sociales más antiguos de que se tenga memoria en la historia de la humanidad: la agresión contra mujeres en sus diversas modalidades.
Se trata de un problema que muchos erróneamente han considerado por largo tiempo como inherente a la naturaleza humana, pero que en realidad debe combatirse como cualquier delito, con líneas de conducta, leyes y códigos que cumplir, sobre todo cuando implica agresiones de carácter sexual.
Dinámica
Alicia Rosas Rubí, titular de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexualesde la PGJCDMX, en charla con este semanario define la problemática a la que se enfrenta esa dependencia: “En la Ciudad de México somos 19 millones de habitantes y desde el punto de vista poblacional evidentemente que hay situaciones complicadas y en lo que a la violencia de género respecta debemos considerar que es un tema con muchas aristas, ya que no tiene que ver exclusivamente con la vía pública, con hombres o con mujeres, con niños o niñas: es toda la sociedad la que está involucrada”.
La fiscal determina que “la sexualidad es un tema inherente a la vida, que es incluso un derecho humano. Aquí la problemática es cómo ejercemos esa sexualidad para que no derive en la aparición de estos delitos. Hay que evitar que en el ejercicio de un derecho que es tan válido como cualquier otra necesidad, se causen complicaciones o daños a niños, mujeres, hombres e incluso ancianos”.
Rosas Rubí puntualiza que este es un tema que se conoce a todos los niveles y “por ser una problemática con diversas aristas es responsabilidad de las instituciones atender este problema: por eso existe esta Fiscalía”.
La fiscal señala que la dependencia a su cargo “tiene varias agencias del Ministerio Público que atienden a toda la ciudad; es decir, la Fiscalía trabaja todo el día y toda la noche en todas las agencias del MP, porque aquí nos encontramos con este tema: una agresión no tiene horario ni día”.
Añade que es una problemática que “la Procuraduría tiene muy presente y para la cual cuenta con instancias, medios y apoyos frente a este tipo de problemáticas, principalmente cuando se ha iniciado una carpeta de investigación y la Fiscalía tiene la obligación de iniciar una averiguación para acreditar que se cometió un delito de carácter sexual y quién lo cometió”.
—¿Cuál es el procedimiento?
—La Fiscalía cuenta con recursos de apoyo a las víctimas. Es una atención integral, como no hay en muchos lugares; aquí le damos un trato personalizado a la víctima, atención sicológica, médica y acompañamiento. Es una Fiscalía que requiere de ocuparse principalmente de las víctimas. Sin embargo, la labor que tiene encomendada es procurar la justicia; es decir, encontrar quién es el responsable de esta conducta y ponerlo a disposición de un juez.
—¿Qué tipos de delitos persiguen?
—La Fiscalía tiene un objetivo: combatir los delitos sexuales, que son aquellos que exclusivamente están en el Código Penal. Una conducta de carácter sexual que nos puede agredir, molestar e incomodar, pero que no está en el Código Penal no es un delito. Y no es porque así nosotros lo hayamos decidido, o la institución así lo requiera: el marco jurídico de referencia y actuación es el Código Penal. De tal forma que en nuestro Código Penal tenemos prevista la violación con varias modalidades, el abuso sexual, el acoso sexual, la corrupción de menores y la pornografía de menores. Esos son los delitos que están en el Código Penal y que son de nuestra competencia.
—¿Qué se recomienda para denunciar?
—El tema de la denuncia y de la cifra negra nosotros no lo podemos conocer con puntualidad; sin embargo, sabemos que existe en demasía. Especialmente si hablamos de aquellas conductas de agresión sexual que se dan en la familia, casa, escuela, trabajo y hospitales. Todo ese tipo de conductas generalmente se denuncian una vez que la víctima ha pasado un proceso de afectación y un proceso que le permite tener la fortaleza para denunciar. Nos hemos encontrado con que hay víctimas que denuncian después de cinco o seis años. Las víctimas, sobre todo cuando son menores de edad, caen en una situación de ambigüedad y no identifican claramente la conducta del agresor como un delito; están confundidas, porque los agresores utilizan el chantaje, la presión, la amenaza e incluso la seducción. Eso impide muchas veces que haya una denuncia y que la víctima tenga la fortaleza necesaria para denunciar.
Estrategias
—Trabajan también con especial énfasis en la prevención…
—Esta Fiscalía tiene mucho trabajo en relación a la prevención y a la orientación. Tenemos una campaña que iniciamos a principios de este año y que hemos llevado a todas las prepas de la Ciudad de México, donde les damos información a los jóvenes y a los docentes sobre cuáles son las conductas delictivas en el tema sexual. ¿Cuál es la sintomatología de alerta para ser víctima? ¿Cuáles son las conductas que alimentan el que una persona se pueda estar convirtiendo en un agresor o una agresora sexual? Es información integral. Son talleres integrales, porque puede ser que yo esté siendo el agresor o yo esté siendo agredida. Y también puede ser que alrededor, en mi familia, esté pasando algo y yo no lo esté detectando. O que si lo detecté no tenga la fortaleza de exigir y denunciar…
—Hemos visto casos especiales en jardines de niños.
—Estamos siguiendo a todas las delegaciones, especialmente en los jardines de niños de la Ciudad de México. Estamos hablando con los docentes de los kínder. ¿Por qué? Porque son los que tienen contacto con los niños y los niños de esa edad son muy transparentes. Si ellos no han vivido una conducta agresiva no la pueden decir. Generalmente les atribuimos a los niños que mienten, que son fantasiosos, que están diciendo ilusiones… Pero eso es mentira: si los niños no lo han vivido o percibido, no lo dicen. Es importante que maestros y padres de familia tengamos mucha comunicación, sobre todo con los chiquitos, porque ellos nos están dando los puntos de alerta que debemos tomar en cuenta en estos casos.
—¿En este sentido qué novedades trae el nuevo sistema penal acusatorio?
—Estamos transitando todavía hacia el sistema de justicia penal oral y acusatorio. Se implementó en su totalidad en el mes de junio y ahorita trabajamos con los dos sistemas: tenemos averiguaciones previas y carpetas de investigación. Considero que este sistema tiene diferencias en cuanto al proceso, pero la esencia es la misma: es conforme a Derecho. Prevalecen el principio de igualdad, legalidad, inocencia y seguridad jurídica, que es lo más importante para todos los ciudadanos.
—¿Dinamizará el actuar jurídico?
—Nos lleva a innovar el sistema, a procesar en muchas formas. Sobre todo, a que tengamos una sociedad más empática, que pueda convivir mejor, que se sienta atendida rápidamente. ¿Por qué? Porque hay temas en el que este sistema nos permite conciliar intereses, resolver conflictos, y así vemos que el MP tiene la facultad y la obligación de hacerle saber a las partes, en los delitos que establece la ley, que es posible que resolvamos el conflicto aquí y que eso evitará seguir un proceso largo. Eso es muy importante: creo que cualquier sociedad se merece un sistema como este, porque nos permitirá orientar esfuerzos y emociones a otras cosas… y no a un largo proceso legal.
El dato...registro en la ALDF
En la Asamblea Legislativa del DF se trabaja ya en una iniciativa para iniciar un registro de agresores y acosadores sexuales, con la finalidad de prevenir estos delitos, ayudar a las víctimas, así como complementar y reforzar el sistema de justicia de la Ciudad de México. El objetivo es crear un instrumento que sirva para contar con cifras y herramientas que coadyuven en investigaciones y sentencias, propiciando líneas de prevención para instancias públicas y privadas.