Aerostatos militares regresaron a los cielos sobre la frontera del sur de Texas ya que la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos emprendió por segundo año consecutivo las pruebas del sistema de vigilancia de la vieja escuela.
La agencia había probado los aerostatos, similares a los globos que se usaban durante la Segunda Guerra Mundial, el año pasado.
Este año serán lanzados en Peñitas, una localidad cercana al Río Bravo, a 24 kilómetros al oeste de McAllen, unos 16 kilómetros al oeste de Sullivan City, y a 113 kilómetros hacia el norte cerca de Falfurrias, un área muy transitada por inmigrantes.
Los aerostatos llevarán sensores para permitir a los operadores vigilar la actividad cercana a la frontera que pueda amenazar la seguridad nacional.