Miles de videos y mensajes en redes sociales, tweets y correos compartidos y replicados por todo el mundo exigieron a los gobiernos votar a favor de adoptar un Tratado Internacional sobre Comercio de Armas, lo cual trajo como consecuencia su aprobación casi unánime: al presentarse en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recibió la aprobación de 154 países, 23 se abstuvieron y solo tres votaron en contra.
Con dicho instrumento, la comunidad internacional prohíbe a los Estados transferir armas convencionales a naciones donde se sabe que se usarán para cometer o facilitar genocidio, crímenes contra la humanidad o de guerra.
Este ejemplo demuestra que hoy la resonancia y proyección de la voz de miles de hombres y mujeres en el mundo es cada vez mayor gracias a las redes sociales, el internet y la presencia de organismos defensores de los derechos humanos.
No es ningún secreto que tan solo en 2012 se registraron abusos contra los derechos humanos en 159 países y territorios de todas las regiones del mundo; 112 naciones torturaron a sus ciudadanos; 101 reprimieron el derecho de su ciudadanía a la libertad de expresión; 80 sometieron a personas a juicios injustos y en 57 se detuvo a presos de conciencia.
Además, en 50 Estados las fuerzas de seguridad cometieron homicidios ilegítimos en tiempos de paz; en 36, hombres, mujeres y niños fueron desalojados de sus viviendas y en 31 hubo desapariciones forzadas.
Los expertos comentan sobre la importancia de la participación ciudadana, la denuncia y una visión global de los derechos humanos para conseguir el bienestar para todos.
Caso mexicano
De acuerdo con datos oficiales, en México se reportaron casi 50 mil muertos y cinco mil personas desaparecidas en los últimos años.
Los expertos aseveran que vivimos en el segundo país más riesgoso para los periodistas y defensores de las garantías individuales a nivel mundial y en el número uno en los que respecta a América Latina.
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