Educación y juego para formar mejores ciudadanos

Deport-es para compartir tiene enfoques que se necesitan en las comunidades frente a problemas como violencia, apatía, corrupción o discriminación.

Deport-es para compartir tiene enfoques que se necesitan en las comunidades frente a problemas como violencia, apatía, corrupción o discriminación
Foto: Facebook
Política
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Formar mejores ciudadanos a través del juego y el deporte es un proyecto educativo iniciado en 2007 en México con el propósito de generar conciencia acerca de los retos globales y cómo aplicarla de manera práctica en un ámbito local, generar hábitos de vida saludable, enaltecer la diversidad cultural y la inclusión, promover valores cívicos e impulsar la participación para que los menores sean realmente protagonistas de los cambios que nos interesan.

La directora general de Deport-es para compartir, Dina Buchbinder, afirma que este modelo, surgido en Canadá y adaptado a las circunstancias de nuestro país, es un programa educativo y cívico que tiene como fin formar mejores ciudadanos desde la niñez, alentar a los infantes a participar, comprometerse y asumirse como agentes de cambio para contribuir a la solución de los retos globales en sus comunidades.


Aplicado en escuelas primarias en contextos muy distintos, como pueden ser desde niños indígenas raramuris en la Sierra Tarahumara, pasando por planteles privados de la Ciudad de México, hasta en escuelas del sudeste del país, el programa —a decir de su fundadora— tiene enfoques que se necesitan en las comunidades, porque problemas como violencia, apatía, corrupción o discriminación son complejos y también se presentan en otros países.

“No atendemos la violencia con más violencia, ni miedo o terror, sino a través del lenguaje natural de niños y niñas, de lo que más les gusta hacer, del juego, del disfrute, de conectarse con ellos mismos, con sus compañeros. Nuestra misión es formar mejores ciudadanos de una manera sana, divertida e incluyente”, resalta.

Promover valores

Con un equipo actual conformado por casi 70 personas dedicadas de tiempo completo al programa, en el que participan jóvenes recién egresados de la universidad, Buchbinder explica que Deport-es para compartir ha creado una red cada vez más grande que se extiende a 22 entidades de la República en las que se aplica a nivel primaria y llega a más de 171 mil personas, entre padres de familia, maestros y niños.


El programa trabaja con siete valores que promueve en cada una de sus actividades: juego limpio, equidad de género, trabajo en equipo, tolerancia, respeto, empatía y responsabilidad.

La directora explica que para vincular estos temas, que pueden sonar abstractos o lejanos, lo que hacen es “aterrizar” esos valores en actividades vivenciales para que tengan significación y cercanía con los menores.

Así, por ejemplo, adaptan el juego de Los quemados: se forman dos equipos que representan dos comunidades y la pelota que quema representa las enfermedades, por lo que si están en una zona rural de Chiapas preguntan a los niños qué enfermedades hay en su comunidad, para vincularlas con el juego.

Agrega que el dengue es una enfermedad común en esa entidad, por lo que la pelota con la que juegan representa ese mal; se nombra a una doctora y a un doctor por cada equipo; y tienen un número determinado de inyecciones, por lo que se vuelve tangible y real lo que están viviendo. Y como parte del juego, hacen estrategias para evitar contagiarse al prevenir la enfermedad.

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