Globalización de desechos peligrosos

En la franja fronteriza con Estados Unidos, cuatro millones y medio de toneladas de desechos industriales se extravían cada año del lado mexicano.

En la franja fronteriza con Estados Unidos, cuatro millones y medio de toneladas de desechos industriales se extravían cada año del lado mexicano
Foto: Internet
Bienestar
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A mediados de 2004, un ferrocarril con casi 20 “vagones tanque” salió de Delaware City, al noreste de Washington, con 450 toneladas de químicos tóxicos: el material fue etiquetado como benceno clorinado, una sustancia volátil y cancerígena utilizada para hacer pesticidas y desinfectantes, a la que se relaciona con trastornos en riñón, hígado y sistema nervioso.

Las pistas eran vagas sobre el destino de ese cargamento. Solo se tenía identificado “un poblado en México”, que más tarde se presumió correspondía a la incineradora de El Carmen, Tequexquitla, en Tlaxcala, sitio donde no se tenía la capacidad para procesar ese tipo de material proveniente de Estados Unidos.

El tratamiento final del benceno clorinado quedó bajo un férreo hermetismo por parte de ambos gobiernos aquel año…

Problema serio

Esta es solo una parte conocida del manejo y confinamiento “ilegal” de desechos peligrosos que pasan por la frontera norte y se quedan ahí o van a parar a otras partes del territorio nacional, a pesar de que México forma parte de diversos acuerdos en materia de protección ambiental, como el Convenio de la Paz, firmado entre México y Estados Unidos en 1983; el Convenio de Basilea de Naciones Unidas, que nuestro gobierno suscribió en 1991; o las reglas estipuladas en el refrendo trilateral del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994.

A pesar de esta rigurosa normatividad, aseveran expertos, el tema de los desechos industriales peligrosos en la frontera se ha transformado en un serio problema ambiental, debido al dramático incremento de la producción de químicos tóxicos y desechos peligrosos a lo largo de los límites entre ambos países.

Los desperdicios dañinos producidos por la industria maquiladora propiedad de norteamericanos y residuos de materias primas de la industria en general, según las leyes vigentes, deberían regresar a Estados Unidos para su adecuado tratamiento, pero en realidad solo una pequeña parte de estos regresan: la mayoría se transforma en desechos “perdidos”, que son eliminados ilegalmente, aventados al desierto y/o ríos, guardados clandestinamente en sitios diversos, o enviado a tiraderos municipales que no son adecuados para materiales peligrosos.

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