Desde este lunes 2 de marzo y hasta el jueves 27 del mismo mes se realizará el Censo de Población y Vivienda que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realiza cada diez años con el fin de saber cuántos mexicanos somos. Se trata del máximo ejercicio estadístico en el país y tiene ya 125 años de historia.
Los riesgos de mayor peso en esta presente edición son, sin duda, la inseguridad que se vive en algunas zonas de la República y la protección de los datos personales, que ahora estarán encriptados.
Encuestadores
Alrededor de 151 mil representantes del INEGI recorrerán localidades, colonias y calles para llegar a más de 45 millones de viviendas en todos los rincones de México.
Este ejercicio tiene como objetivo principal producir la cuenta de la población residente del país, así como la información sobre su estructura y principales características socioeconómicas y culturales, además de su distribución en el territorio nacional.
De acuerdo con la dependencia cada encuestador se identificará con su nombre, folio de credencial y fotografía.
Además tendrá un cuestionario digital impreso, sombrero, mochila y chaleco del organismo.
Quien se niegue a proporcionar información en el Censo 2020 podría ser multado con hasta 500 salarios mínimos. Y aunque algunos usuarios cuestionan esa afirmación, es verdad.
De todos modos la participación en los censos es de 99%, según el organismo.
TICS
Por primera vez en el Censo de Población y Vivienda 2020 se preguntará por el número de consolas de videojuegos que existen en los hogares mexicanos, así como la posibilidad de contestar la encuesta por medio de internet, en especial por parte de aquellas personas que no sean localizadas en su hogar luego de tres visitas de los encuestadores.
Julio Alfonso Santaella Castell, presidente de la Junta de Gobierno del INEGI, puntualiza que “por primera vez vamos a preguntar sobre el tema de la consola de videojuegos porque ya hemos descubierto en otras encuestas que es un vehículo muy importante para poder acceder al internet. Y en el caso de que no se encuentre a la persona después de tres visitas se le invitará a que lo realice mediante internet, para lo cual dejaremos un código QR. Es una innovación tecnológica”.
El funcionario adelanta que los resultados preliminares se darán a conocer el próximo 4 de noviembre, pero antes se realizarán —en abril y mayo— operativos de verificación.
Los resultados definitivos estarán listos en el primer trimestre de 2021: por vez primera se tendrá información al año del levantamiento.
“Hemos contratado a más de 200 mil personas; de estas más de 150 mil estarán levantando la información”, detalla. Y añade que “son residentes en México, oriundos del lugar donde van a llevar a cabo el levantamiento, conocen si hay situaciones de peligro, si hay que hacer algún contacto con alguien para facilitar el acceso”. Cabe destacar que tres cuartas partes de todo el personal que está contratando el INEGI son mujeres.
El levantamiento del Censo 2020 abarcará las viviendas que se distribuyen en 2.4 millones de manzanas que pertenecen a 210 mil localidades urbanas y rurales ubicadas en los dos mil 465 municipios de las 32 entidades federativas. De esta manera el censo cubrirá los casi dos millones de kilómetros cuadrados del territorio nacional.
Sobre el resguardo de la información que otorgan los censados, Santaella Castell explica que no se registran los nombres de las personas debido a que el propósito es exclusivamente estadístico, además de que el instituto tiene prohibido compartir dichos datos.
“Tenemos prohibido compartir esta información con autoridades fiscales; encriptamos esta información; tenemos una buena aceptación de que protegemos esta información y esto nos ayudará a tener un verdadero retrato de la información”, abunda.
Ejercicio cívico en tiempos de paz
“Ningún censo ha sido fácil” y si bien supone “el mayor ejercicio cívico en tiempos de paz”, en la primera mitad del siglo pasado estaba normalizada la falta de seguridad, dice a su vez Édgar Vielma Orozco, director general de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI.
Agrega que después de la mitad del siglo hubo una menor exposición a los choques de inestabilidad, pero ahora “se eleva el grado de complejidad por la seguridad y sin duda tenemos que aumentar las alertas para la realización de este censo”.
Señala que “por primera vez en la historia se está haciendo un incremento exponencial en el protocolo de seguridad de los datos personales. Siempre lo hemos tenido pero ahora toda la infraestructura que se desarrolla abona a la protección de esa información con un nivel de seguridad nunca visto”.
Comenta que en los 125 años que preceden al Censo 2020 el ejercicio se efectuó mediante entrevista cara a cara y en papel. Ahora, por primera vez, se realizará con dispositivos móviles y la información se encriptará para que una vez cargada a los dispositivos electrónicos ni los encuestadores puedan revisarla.
Incluso para las personas que prefieran llenar el cuestionario por cuenta propia y sin la intervención de un encuestador —sea por temas de seguridad o falta de tiempo— existirá la opción de hacerlo vía telefónica o por internet a partir de una carta-invitación que se les presente. Esa gente tendrá tres días para responder.
Vielma Orozco detalla que se pedirá la información a una persona de 18 años o más que conozca las características de quienes habitan en la vivienda. “No vamos a pedir información sobre tarjetas de crédito ni la credencial del Instituto Nacional Electoral (INE). De hecho ni siquiera apellidos”.
El funcionario resalta que las preguntas estarán orientadas a consultar sobre si las personas cuentan con servicios de agua, luz, tecnologías de la información, el número de habitantes en el hogar, su nivel educativo, acceso a servicios de salud. “Cosas muy genéricas pero que son muy importantes para el conocimiento y la dimensión sociodemográfica del hogar. Son diversos componentes pero todos en ese tenor”, subraya.
Multas
Vielma insiste en señalar que “nadie puede usar la información para otra cosa que no sean fines estadísticos. El ejercicio es para actualizar las condiciones de la población y afinar las decisiones sobre política pública, pero no tiene efectos judiciales ni hacendarios”.
Por eso recalca la invitación a que las personas respondan a los encuestadores. De hecho la ley prevé multas que van de 500 a tres millones de pesos en caso de que alguien no responda.
Los usuarios de redes sociales han mostrado escepticismo ante la posibilidad de ser multados por negarse a informar a los censores que recorrerán el país, pero la posibilidad existe.
La Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica es la que rige la medición de la población mediante censos. Por medio de esta se establecen mecanismos que incluyen las infracciones y las sanciones que regirán el Censo 2020.
El artículo 103 de dicha ley establece infracciones a cualquier entrevistado (conocido como “informante del sistema”) que se niegue a proporcionar datos, informes o exhibir documentos cuando se les solicita. Ante ello la sanción es de cinco a 500 salarios mínimos.
Vielma expresa que la importancia de responder al censo se debe a que a partir del mismo se regirán las políticas públicas de la nación durante la próxima década, incluyendo aspectos como la construcción de los distritos electorales y la aportación de recursos a los estados y municipios, en sectores como educación, seguridad y atención médica.
“Imagínense si alguien mintiera o fingiera que en determinada zona hay más o menos población: hay un daño a nuestra nación muy fuerte, porque la manera de gobernarnos es por medio de distritos electorales”, expresa.
La sanción es determinada por el departamento jurídico y depende de la gravedad del asunto, ya sea que se nieguen a declarar o suministren datos falsos, incompletos o incongruentes.
Afrocenso MX
La Asociación México Negro anunció la campaña Afrocenso MX: por primera vez en el país el INEGI incluirá en el Censo de Población y Vivienda a los afrodescendientes.
Este avance en materia de inclusión social permitirá la visibilización de quienes por 500 años han sido marginados ya que desde la época de la Colonia “se tuvo la firme intención de borrarlos de la historia”, asevera Sergio Peñaloza Pérez, representante de dicha asociación.
La encuesta intercensal de 2015 arrojó que 1.2% de la población se autodescribió como afromexicana; 51% fueron mujeres. Y existen por lo menos 400 comunidades afrodescendientes en 15 entidades federativas. Hay estados donde se concentran más, como Guerrero, Oaxaca y Veracruz.
El porcentaje de analfabetismo en afromexicanos que se reportó aquel año fue de 8.4%, mayor al del resto de la población.
Además la fecundidad en mujeres adolescentes afromexicanas también fue mayor 67.6%. Por ello los censos permitirán conocer las condiciones de vida de este sector de la sociedad para así plantear programas y políticas públicas congruentes con las necesidades de los afromexicanos.
Seguridad
Édgar Vielma afirma que el INEGI es un engrane más dentro de “toda la plataforma social e institucional que se realiza; es un ejercicio muy complejo que demanda grandes recursos financieros, humanos e institucionales para su realización. Por eso es muy importante la participación institucional, de dependencias y el sector académico”.
El ejercicio estadístico tiene al menos cuatro características: es una enumeración de personas y viviendas; es simultáneo, universal (en todo el territorio) y con una periodicidad establecida (cada diez años).
La información obtenida es un insumo para la política y para los sectores público, privado y social ya que mediante esta es posible desarrollar programas sociales, establecer estrategias de consumo u obtener beneficios.
Además es un semillero de estudios, análisis e investigaciones a nivel académico y muchas decisiones se dan a partir de los datos obtenidos en el censo.
Destaca que se contará a las personas y viviendas particulares o colectivas pero también a quienes están en cárceles, orfanatos, asilos y centros de atención a víctimas.
Entre las novedades para este 2020 se tendrá información sobre las personas sin vivienda y se georreferenciará su ubicación (cualquier espacio donde habiten). También se censarán las embajadas y legaciones diplomáticas.
En cuanto a la seguridad, tanto de los entrevistadores como de la información, subraya que los representantes del INEGI deberán portar uniforme oficial y credencial con foto y holograma, además de un número de identificación que los ciudadanos podrán verificar en el portal censo2020.mx.
Respecto de la información que las personas entregarán dice que los dispositivos móviles permitirán contestar en secreto y una vez terminado el cuestionario los datos se envían al organismo sin que el encuestador pueda tener acceso a los mismos.
Hay tres candados de seguridad: el propio de los aparatos, el de la plataforma que instala el INEGI y el proceso de encriptación de la información.
Explica que “estuvimos trabajando con empresas en lo que se conoce como hackeo ético, es decir, intencionalmente (pedimos que) nos ataquen para verificar la seguridad de nuestros servidores, (por lo que) la información no corre riesgo”.
Finalmente invita a participar en el Censo 2020 ya que los datos que arroje serán parámetro para elaborar programas tanto a nivel público como privado, en las empresas y en la academia. De ahí su relevancia, puesto que de la información dependerá la toma de decisiones para la próxima década en México.
Usos más visibles
Distribución de recursos.
Conformación de distritos electorales.
Medición de pobreza y desarrollo social.
Delimitación de zonas metropolitanas.
Revisión de los avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Seguimiento de compromisos internacionales sobre derechos humanos.
Insumo para las proyecciones poblacionales.
Diez principales novedades
Matriz, origen, destino de la movilidad laboral y educativa.
Se contará a las personas sin vivienda y se hará georreferencia.
Se abordará el tema migratorio y las causas de la migración (interna y externa).
Se incorporan temas de afrodescendencia.
Tema de discapacidad y el grado de la misma.
Se usarán dispositivos móviles para levantar las encuestas de forma directa, así como las modalidades telefónica y por internet.
Se podrá verificar la identidad de los encuestadores por medio de su número de credencial en la página censo2020.mx.
Será el primer censo en la historia en publicarse el mismo año en que se levanta. Además se podrán verificar otros productos estadísticos derivados del censo general.
Se harán entrevistas en inglés y francés para contar a los extranjeros.
Se incorporan preguntas laborales relevantes y componentes específicos sobre vivienda.
Datos
Habrá dos cuestionarios: básico, con 38 preguntas (doce minutos), y ampliado, de 103 preguntas (22 minutos).
La tecnología permitirá un ahorro de mil millones de pesos y el costo por vivienda será de 4.8 dólares (igual que en 2010).
México tiene uno de los mejores índices de respuesta censal (99%).
En 1900 éramos 12.5 millones de personas; para 2020 se proyectan 125 millones. Hemos crecido 1000% en más de 120 años.
En 2020 se comprobará el total de población, que se estima entre 125 y 127 millones de personas. De estas cifras 51% son mujeres y 49% hombres.