Tras un largo conflicto judicial en Nueva York que le impedía acceder a los mercados de crédito, Argentina liquidó hoy más de nueve mil millones de dólares de deuda a fondos conocidos como holdouts —o “fondos buitre”—, con lo que puso fin a una cesación de pagos que se prolongó durante 14 años.
El pago fue posible luego de que el martes anterior la nación sudamericana colocó deuda por 16 mil 500 millones de dólares en los mercados de capitales al haber llegado a un acuerdo previo con los tenedores de bonos, que no habían aceptado canjearlos por otros a más largo tiempo.
Entre los primeros acreedores en recibir su dinero estuvieron los cuatro grandes fondos de cobertura: Elliott, Aurelio, Davidson Kempner y Bracebridge, que se encontraban en el centro del acuerdo.
“Medidas cautelares levantadas. Basta de ataduras. Basta de cepos. Chao default. Arranca una nueva etapa. Los argentinos, listos para emprender y crecer”, escribió el ministro argentino de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, en su cuenta de Twitter.