La ciudad de Hermosillo, Sonora, vive una extraña ola de envenenamiento de perros. Desde que las autoridades detectaron el problema en marzo, los casos no dejan aumentar.
Al menos 64 canes han muerto envenenados desde mediados del mes pasado, de acuerdo con José Luis Icedo, director del Centro de Salud Animal en Hermosillo. La organización de defensa de los animales Trabajando, en cambio, ha contabilizado 71 en el mismo periodo.
Un hombre que llamó a una radio local de Hermosillo dijo ser, junto con varios cómplices, “El Mataperros”. Pero habló de perros vagabundos, perros que muerden o que propagan enfermedades y suciedad, quejas que no tienen que ver con los ataques a las mascotas dentro de las viviendas de sus dueños.

Esto es lo que se sabe del modus operandi:
- Los responsables de esta cruel campaña arrojan el veneno al interior de patios y jardines.
- El veneno lo avientan con un cebo dentro del alimento, una salchicha, muchas veces, para que el animal se lo coma.ç
- El ataque es sistemático, no puede señalarse a un solo responsable.

Las razones
Hay varias hipótesis sobre este fenómeno, desde el vecino al que le incomoda el ruido hasta la delincuencia que quiere aprovechar a deshacerse del animal para poder entrar en las viviendas, de acuerdo con el funcionario de Hermosillo.
Focos rojos
El envenenamiento de perros es bastante frecuente y pueden darse hasta 10 casos al mes en la ciudad. Existe una concentración en 3 lugares: San Ángel, El Apache y Nacameri, situadas al sur de Hermosillo.
